Es un día muy especial en Paldea, este año ah llegado quien promete ser el nuevo campeón mundial de la liga Pokémon (dice un comentarista que se encuentra en un estado Pokémon donde hay mucha gente aclamando el nombre de alguien).

-¡DAMIAN! ¡DAMIAN!-.

De repente, al estado, empieza a asomarse la persona por la cuál aclaman, Damian, se acercaba poco a poco al estadio, hasta que todas las personas lo pudieron ver. El alzaba las manos mientras se acercaba al estadio, como si le gustará recibir toda esa aclamación.

-Si, jajaja- dice Damian.

-La promesa del año está aquí chicos- Menciona el comentarista.

-Pero antes, debes despertar Damian- Dice el comentarista.

-¿Que?- Pregunta Damian

Inesperadamente, todo comienza a brillar, y Damián está muy confundida, hasta que, despierta. El despierta con la mirada directa al techo, mientras está recostado en su cama.

-Demonios, fue otra ves un sueño- Aclara Damian un poco decepcionado

En eso, Damian levanta su cabeza, y mira que extrañamente un Hoppip estaba parado justo en su abdomen mientras lo miraba con curiosidad.

-Ahhhhhh- grita Damian por el susto

El Hoppip se exalta por la reacción de Damián, y sale despavorido por una ventana abierta. Damian se apresura a cerrar la venta para precaver que pueda volver a entrar.

-*suspiro* Siempre olvidó cerrar la ventana cuando voy a dormir- Piensa Damian un poco más tranquilo.

El se sienta en su cama, para después dar un bostezo mientras se estira.

-Bien, a iniciar otro día-

Se levanta de su cama, y se dirije a la cocina, en la que encuentra a su mamá lavando unos platos.

-Hola hijo, espero que hayas dormido bien, te deje el desayuno en la mesa- Indica la madre a Damián.

-Gracias mamá- Le responde Damian

Damian va a la mesa, en la que encuentra su cereal favorito

-Bueno, ah comer se ah dicho- Menciona Damian

Mientras disfrutaba de su desayuno, su madre se acerca y se sienta con el en la mesa, y parece que quiere decirle algo.

-Damian-

-¿Si má?- Pregunta Damian.

-Eh estado pensando, y... Creo que ya estás listo para iniciar tu camino como entrenador Pokémon- Le dice ah Damian

-¿L-Lo dices encerio Mamá?- Pregunta Damian con notable entusiasmo.

-Si hijo, has crecido mucho, y estás más que listo para hacerlo-.

-¡SIII, POR FIN!, ¡Gracias má!- Agradece Damian mientras abraza a su madre.

-Iré ah enlistar mis cosas- Le avisa a su madre

-Claro hijo-

Damian se va a su cuarto, y toma su peculiar mochila, de un personaje que cualquiera reconoce.

En esa misma mochila, Damian mete toda las cosas necesarias.

-Camisas y pantalones para varios días, un libro para el camino, zapatos de repuesto, agua y algunas bayas para Pokémon y humano, unas pokebolas, y una vengala, solo por si acaso. Listo, es todo lo que necesito, o almenos eso espero-.

Damian se dirije con entusiasmo a su mamá, y la abraza una ves más, antes de iniciar su aventura como entrenador Pokémon

-Espero que te vaya bien en tu aventura, se que serás el mejor entrenador Pokémon de todos- Dice la mamá de Damian deseándole suerte.

-Ten por segura que lo seré mamá- Afirma Damian

Damian se despide de su madre, y se dirije a la puerta

-*suspiro* Aquí vamos-

Damian sale de su casa, y mira que el sol está resplandeciente, y el pueblo Cahíz tan colorido y lleno de vida como siempre.

-Aire fresco, justo lo que se necesita para iniciar una gran aventura, ¿Pero que se necesita más para iniciar esa aventura? Un Pokémon, ¿Y dónde se encuentran los Pokémon? En la hierva alta, y ahí es mi primer objetivo-.

Damian va en dirección a un lugar cercano, en donde no hay muchos Pokémon, pero si tiene suerte encontrara su posible primer Pokémon. Llega a el dichoso lugar, y en un principio no encuentra nada

-Como era de esperarse, encontrar un Pokémon no será fácil- Se reafirma

Después de unos cuantos minutos de búsqueda, Damian ve algo de entre la hierva alta, parece ser algo redondo

-¿Eso es lo que creo que es?- Se pregunta Damian así mismo

El Pokémon termina por Salir, y ve que si era el Pokémon que pensaba.

-Un Lechonk, dicen que son difíciles de entrenar, pero eso no me será impedimento-.

Damian se acerca sigilosamente, para que Lechonk no note su precensia, toma una Pokebola de su mochila, y en un instante, el da un paso hacia adelante para poder lanzar la Pokebola, pero desafortunadamente se tropieza con la tierra, y cae fuertemente, esto alerta al Lechonk, quien se vuelve a esconder en la hierva. Damian se decepciona y vuelve a poner la cara en la tierra por la vergüenza. Hasta que, repentinamente escucha un maullido, este levanta la cabeza y se trata de una Sprigatito. Ambos se vieron fijamente, y de rrepente, varias cosas pasaron en la cabeza de Damian, pero fueron muy rápidas que no alcanzo a distinguir ninguna de ellas.

-Por un momento sentí como si mi corazón se de tuviera por un instante, y no fue solo por tu adorabilidad. Hola pequeñito- Le dice Damian al Pokémon

El Pokémon empezó a oler algo, y Damián se dio cuenta al momento que era lo que quería.

-Ah, Por supuesto-

Damian mete su mano a la mochila, y de ella saca una dulce y jugosa baya. La Sprigatito mira con deseo la baya, y no le quita la mirada de encima.

-Bien, toma- Dice Damian justo antes de darle la baya al Sprigatito.

El Pokémon se come la baya en unos pocos segundos, y parece estar bastante agradecido, por qué después este comienza a frotar su cabeza en la mano de Damian.

-Eres una cosita adorable, pero bueno, creo que me tengo que ir, está aventura no avanzará sola- Menciona para después levantarse.

Mientras se aleja, la Sprigatito solo lo ve con detenimiento y curiosidad

-Ese pudo haber sido mi primer Pokémon, pero para ser honesto, era demasiado adorable, y yo quiero tener como primer Pokémon a uno rudo y luchador-.

Damian continua su camino con un destino desconocido ya que Damian olvidó llevar un mapa. Pasaron unos minutos caminando, hasta que Damian ve que en un árbol se encuentra un Fletchling.

Damián piensa un poco, y recuerda lo que dijo antes.

-Si, puede que esté Pokémon se vea adorable, pero si mal no recuerdo, evoluciona en un imponente Talonflame, está es mi oportunidad, pero debo tener cuidado, no se cómo pueda reaccionar-.

Damian piensa en un plan, y este consiste en distraer lo suficiente al Pokémon para que sea más fácil de atrapar, y ya tiene pensado como distraerlo. Así que, toma una roca, y la lanza a unos árboles cercanos, esto llama la atención del Fletchling, que curioso, va hacia esos árboles, y sin percatarse, le dio la espalda a Damian, y esto era lo que el quería, así que, apresurando se, saca un Pokébola y la lanza con fuerza, pero desafortunadamente, la Pokébola choca contra la rama en la que estaba parado el Fletchling, alertando lo de inmediato, y al ver qué Damian es el único que está cerca, lo interpreta como lo hubiera atacado, esto enfurece bastante al Fletchling, quien se prende en fuego y se dirije velozmente en dirección a Damián, este sabía que no tenía muchas opciones, así que se cubrió con ambos brazos esperando el impacto del Fletchling, pero, antes de que esté lo pudiera atacar, un Sprigatito salta sobre el Fletchling, logrando morderle una ala, lo más sorprendente de todo, era que esa era la misma Sprigatito a quien Damian había visto minutos antes. Sprigatito no soltaba el ala de Fletchling, pero en un momento de descuido, este logra safarse de su agarre dando un giro y tirando a Sprigatito al suelo, o bueno, estuvo a punto de ser impactar contra el suelo, de no ser por qué Damian logro atraparla con ambas manos.

-¿Te encuentras bien?- Pregunta Damian un poco preocupado.

El Pokémon indica que se encuentra bien, y salta de las manos de Damian para seguir luchando, Damian, al ver esto, recuerda los innumerables combates que a presenciado en el pasado.

-Muy bien, espero que esto funcione. ¡Sprigatito! ¡Usa arañazo!-.

Esta sigue las órdenes, y aprovechando que Fletchling se dirije volando hacia ella, dio un gran salto, y le acertó un fuerte arañazo justo en la cara, el cual desorienta bastante al Fletchling, Damian, aprovechando la situación, saca una Pokébola de su mochila, y sin perder tiempo, la lanza,, y este entra en la Pokebola, Damian se pone nervioso, ya que esté aún necesita dar los 3 toques, o de lo contrario, esto se pondría peligroso.

1...

2...

...3

-¡SIIII, JAJA! ¡Lo logramos! ¡Esto es increíble!-.

Damian abraza a Sprigatito a modo de celebración. Después, toma la Pokebola y la pone en su mochila.

-Vaya, si que me salvaste, creo que vas más haya de ser un simple Pokémon adorable-.

Damian piensa un poco, y sabe que subestimo al Pokémon, así que, toma una desición, pero para eso, primero necesita la aprobación de Sprigatito.

-Sprigatito, e tomado una desición, pero, necesito tu respuesta. Sprigatito, ¿Te gustaría ser mi compañera en mi aventura por toda Paldea?

Sprigatito se pone bastante feliz, y inmediatamente salta a la cabeza de Damian.

-Entonces ¿Eso significa un si?

Sprigatito maulla felizmente, indicando un rotundo SI

-Jaja, Me alegra escuchar eso- Dice Damian para mirar hacia enfrente, y ver una majestuosa puesta de sol.

-*Suspiro* Grandes aventuras y lugares nos esperan, y queiro que mientras los recorramos todos, formemos un fuerte lazo, más grande, que el que cualquier entrenador y Pokémon hayan tenido nunca. Aquí incia, nuestra aventura.

Mensaje del escritor: Hola, se que este capítulo puede que se sienta un tanto simple, o que la captura de Sprigatito se haya sentido un tanto apresurada, pero quiero dejar en claro que este primer capítulo sirve más como para dar la introducción del protagonista, más adelante se vendrán muchas cosas, esten atentos, chao.