La batalla contra Mariana la líder de gimnasio de ciudad Satélite ha concluido con una grandiosa victoria y ahora nuestro héroe Marcus ha decidido descansar por un par de días en lo que reponen energías para continuar con su viaje.

El profesor Robinson se encontraba estudiando los pulsos de Solrock y Lunatone

Revisa los resultados mientras apunta en unas hojas – Bien – deja a un lado los apuntes – listo, muchas gracias Lunatone, Solrock, quiero decirles que sus resultados salieron bien, están ya en óptimas condiciones – El profesor Robinson sonríe y ellos le devuelven la sonrisa antes de salir. Cuando salen Darkrai pasaba por ese lugar – hola Darkrai, ¿dando una vuelta? – Darkrai le mira y después de un segundo continúa caminando.

Más adelante se encuentra Mariana con una bata de laboratorio, se mantenía en una computadora escribiendo rápidamente, pocas veces se detenía para darle un sorbo a un café y revisar apuntes en unos cuadernos, Darkrai se pone detrás de ella.

-Hola Darkrai, me tomaste por sorpresa. – Mariana gira en su silla con llantas para ponerse de frente – ¿se te ofrece algo? – Darkrai le mira por unos momentos y da media vuelta para seguir caminando – entiendo... si buscas a Marcus él se encuentra en el área verde. Por la parte de afuera del gimnasio del lado derecho. – Mariana le dio las indicaciones pero Darkrai no se detuvo.

Darkrai se dirige a la salida del gimnasio y se topa con Lunatone y Solrock quienes andaban por todos lados correteándose el uno al otro, ellos al ver a Darkrai le saludan – Sol rock, Lunatone. – Dicen ellos al mismo tiempo con una sonrisa cada uno.

Darkrai les mira pero sin decir nada continúa su camino, al salir del gimnasio se acerca a Marcus quien se encontraba con Frogadier y Talonflame.

-Muy bien, ¿cómo se sienten muchachos? – ambos pokemon contestan llenos de entusiasmo se les mira llenos de energía. –Me alegro por ustedes – Marcus les da una sonrisa y mira por la orilla de sus ojos al sentir una presencia - ¿oh? Hola Darkrai, ¿Qué ocurre?

-"me siento extraño, siempre he odiado a los humanos y los pokemon que conviven con ellos pero ese sentimiento no lo siento ni contigo ni con los humanos que habitan este lugar"

Marcus da una gran sonrisa al escuchar eso – eso significa que has cambiado de parecer un poco.

-"no aun no, son solo tres, aun mi odio hacia los humanos permanece."

-bueno, si ese es el caso solo tienes que conocer al resto, ¿Por qué no sales a dar una vuelta a la ciudad? – Marcus le sugiere y Darkrai sin responder da media vuelta. – ¡si sales regresa antes de la comida!

POKEMON FIC "EL CORAZON DE DARKRAI" CAP 5: EL DIA DE DARKRAI

En la ciudad Darkrai avanzaba entre la multitud atento a los movimientos de los humanos y los pokemon que les acompañaban.

-¡paseen! prueben los udones ¡udones calientitos! – un señor vendía en una esquina invitando a los que pasaban

-aquí tiene señor, ¡venga por sus ricos tamales! ¡Llévele, llévele! – una señora vendía en un puesto con tres hoyas de metal

-mamá, mira, mira, cómprame eso vamos mamá. – un niño pequeño jalaba a su mamá del vestido intentando llevarla hacia donde señalaba, la señora cargaba unas cosas mientras miraba en una tienda que comprar.

- Jo jo jo mi pequeño smoochum es una lindura – una señora regordeta se encontraba con otras mujeres sentadas alrededor de una mesa y arriba un pequeño smoochum comía un helado de chocolate de forma muy tierna.

Darkrai no podía relajarse a pesar del ambiente que había notado en algunos humanos.

-¡Disfruten! Oh – un señor frente a Darkrai se detiene, este le mira y el señor le ofrece un algodón de azúcar – vamos tómalo, hoy la tienda de enfrente está regalando a niños y pokemon los algodones de azúcar. – Darkrai lo toma lentamente, el señor se aleja a seguir regalando los algodones. Darkrai mira el algodón y lo prueba un poco poniendo una sonrisa por el dulce sabor, cuando va a dar la segunda probada, bajo sus pies se encuentra un pequeño pichu que le mira detenidamente el algodón. Darkrai le mira y el pichu mira el algodón, Darkrai mira su algodón y después a pichu, Darkrai extiende su algodón para dar una prueba, el picho se acerca lentamente con miedo, poco a poco, olfatea el algodón y retrocede, Darkrai acerca el algodón un poco más y el pichu de un salto le quita el algodón y sale corriendo hacia un callejón. Darkrai solo le mira escapar.

-¡AAA! Que alguien lo detenga, por favor no huyas – El señor de los algodones que le dio uno a Darkrai extiende su mano hacia el lugar donde estaba Darkrai. ¡Un pichu se lleva todos los algodones del señor! Entra en el callejón donde cruzo el anterior pichu y desaparece. Darkrai se eleva al cielo para ver mejor, mira a los lados por los que pudieron irse los pequeños ladrones. Un par de sujetos miraban a Darkrai.

-oye, oye, ¿que ese no es el que ataco el gimnasio? – decía uno de los señores al otro. El primero era un hombre delgado y alto, el segundo hombre era un poco bajo y gordo.

-¡Oh! Lo recuerdo, ¡ese pokemon lo he visto antes! – dice el gordo.

-¿enserio, donde?

-está en los escritos de leyendas pokemon, es un pokemon legendario, se le llama Darkrai, nunca había visto uno tan de cercas.

Oye, vamos a atraparlo, si lo capturamos podemos ser muy famosos. Podríamos hasta venderlo. – el delgado convence a su compañero quien da una sonrisa maliciosa.

Darkrai persigue a los pichu quienes se mueven rápidamente entre callejones y atajos que solo ellos pueden tomar, aunque por la cantidad de algodones que llevan evitan los más estrechos.

Los pichus han llegado hasta las orillas de la ciudad en un terreno baldío con una pequeña casa de madera, los pichus se detienen frente a la puerta y gritan - ¡PICHUU! ¡PI PICHUUU! ¡PICHUU PIII! – Darkrai permanece a distancia, la puerta se abre y sale un grupo variado de ocho pokemones entre ellos dos rattata, un geodude, un wooper, un oddish, un exeggute, un bulbasaur y un cubone, todos salen alegremente a recibir a los pichu, se forman los más pequeños y geodude y cubone se encargan de repartir todos los algodones.

Darkrai baja hasta donde están ellos, todos reaccionan de forma defensiva creyendo ser atrapados, todos defendiendo los algodones, Darkrai se iba a acercar pero al verlos comprendió que los pequeños estaban dispuestos a defender la pequeña comida que tenían. Darkrai se detiene y da un paso atrás, uno de los pichu nota que no tiene malas intenciones y tranquiliza a sus amigos, él se acerca y saluda a Darkrai, ambos se dan la mano

-"me agradece por darle el algodón y no perseguirle ni a él ni a su hermano. ¿Por qué roban los dulces?" – Darkrai les habla y el pichu agacha sus pequeñas orejas, Darkrai mira al resto de los pokemones que se expresan con profunda tristeza – "entiendo, los humanos son malos, solo fijan en sus intereses y desechan a aquellos que no les son útiles"

El segundo Pichu se acerca rápidamente y niega con la cabeza – "¿Por qué defienden a los humanos si ustedes viven así?" – el pichu estaba por contestarle cuando una caja de cristal cae del cielo y encierra a Darkrai.

-jajaja te fijaste, ha entrado en la caja – decía el gordo.

-sí, la has lanzado bien, Darkrai vamos a quedarnos contigo – Darkrai mira a los dos sujetos y los pichu junto a los otros pokemon se esconden. Darkrai levanta sus manos y el rayo negro sale de arriba de él, pero no logra romper la caja. – jajaja no tiene caso Dar~krai – lo pronuncia separando en dos silabas y alargando ambas palabras. – esa caja está hecha especial para capturar pokemon tipo siniestro y fantasma, especial para ti malote.

Los pichus miran a Darkrai que no tiene escapatoria, uno de ellos se dispone a salir pero es detenido por su hermano el cual pide que no salga, pero este le explica que le deben una a Darkrai y que no pueden dejarlo así. Entonces ambos deciden salir.

Salen de su escondite y los otros se le quedan mirando, logran escabullirse detrás de los atacantes, uno de ellos tenía el control remoto de la caja que contenía a Darkrai, ambos se toman de las manos y sueltan una descarga eléctrica a ambos humanos, el control remoto se descompone y deja salir a Darkrai quien se eleva al cielo y junta sus manos al frente creando el rayo de anillos negros y morados que crea una explosión y detiene a los malhechores.

Más tarde la policía se está llevando a los dos esposados. Darkrai, los pichus y demás pokemon miran como la patrulla se aleja con ellos.

-"gracias por salvarme, como siempre he dicho, todos los humanos son malvados, por eso les odio deberían desaparecer" – un pichu se acerca a él y niega con la cabeza.

- pi pi, pichu, pi pichu pi, piichuu, pi, ¡pichu! – Darkrai abre los ojos sorprendido por la respuesta del pequeño pichu.

-"puede que tengas razón, pero entonces ustedes también deberían de intentarlo". – El pichu baja las orejas y mira a un lado evitando el contacto con Darkrai pero para ser firme a sus palabras acepta, Darkrai y los pichus se toman la mano, los pichus se despiden de Darkrai quien vuelve al gimnasio donde se encuentra Marcus.

-oh, Hola Darkrai, llegas un poco tarde, pero te deje comida ¿quieres comer? – Marcus estaba acostado en una habitación leyendo un libro, gira su cabeza para ver al revés a Darkrai - ¿sucedió algo en la ciudad?

-"no" – Darkrai avanza hasta donde está la comida y la mira, después mira a Marcus quien sigue leyendo. Darkrai comienza a comer.

DARKRAI A APRENDIDO ALGO NUEVO, ALGO QUE SOLO EL Y EL PICHU SABEN ¿QUE LE ABRA DICHO? NO LO SABEMOS, PERO DE ALGO ESTAMOS SEGUROS, QUE HA CAMBIADO ALGO EN EL CORAZON DE DARKRAI.

z23N/p