Capítulo IV: Tsubasa
Opening: The Day (Boku no Hero Academia Opening 1)
Antes de que nuestros héroes pudieran entrar al museo, Hyuga fue retado por alguien a un combate de Muay Thai, lo que el delgaducho aceptó. Sí, pese a lo pequeño y flaco que está, Hyuga es el único del grupo que practica un arte marcial y, aunque no lo crean, es muy bueno. Tanto que barrió el piso con su oponente en menos de un minuto.
Y Wataru, totalmente impresionado, le dijo— ¡Guao! ¡¿Cómo aprendiste a hacer Muay Thai?!
—Tutoriales de Internet. Prometo enseñarte luego, pero vayamos a ese museo de una vez.
Y, después de esa distracción, entraron al Museo de Ciudad Nibi, un establecimiento donde se exhiben toda clase de artilugios antiguos, obras de arte y fósiles de Pokémon Prehistóricos que cada cuanto, suelen revivir usando una máquina especial.
Eso fue muy impresionante y todo, pero lo que más les asombró fue un retrato de un joven parecido a Hyuga, pero más saludable y en forma, acompañado de Entei.
Mostrándoles el retrato, Hyuga-chan les explicó— ¿Ustedes sabían que los poderes de Pokeántropos se heredan de generación en generación? Bueno, yo obtuve los míos por parte de los antepasados de mi padre y mi madre. El que ven allí es mi tatara-tatara-tatara... No sé cuántos... tataras-tataras-más abuelos paternos: Maui, el Guerrero de Fuego. Hace 500 años, él solía ser un esclavo de la región de Alola, que tenía el misterioso don de transformarse en Pokémon de Tipo Fuego. Con su gran carisma, logró ganarse el apoyo de la Bestia Legendaria Entei y juntos, enfrentaron a un misterioso enemigo que al final, acabó matando al pobre, pero no sin antes de que este le pasara su poder a un descendiente suyo, quien a su vez lo heredó a las nuevas generaciones y aquí estamos.
A Wataru se le grabó toda la información, pero entonces replicó— Pero oye, si seguimos esa lógica, entonces tu hermana, la Profesora Kaede, debería ser una Pokeántropa también, pero no lo es. ¿Así que qué pedo?
A lo que Tsubasa respondió— La verdad, eso tampoco lo entendemos nosotros, ni siquiera Hyuga.
Y justo en ese momento, Shigeru, quien también quería parecer genial, dijo— Y a nuestro amigo realmente le gusta presumir que es descendiente de Maui, pero que sepan que yo también desciendo del Entrenador de una Bestia Legendaria.
Pero Hyuga le reclamó— Ay, no manches, Shigeru. Con tremenda cara de mariposón que tienes, ¿cómo vas a descender de alguien tan importante?
Y como era de esperarse, Shigeru se enfadó bastante al escuchar ese comentario de mal gusto de Hyuga— ¡¿Qué dijiste, Hyuga-chan?!
Ambos estaban por pelearse, pero fueron detenidos por un alboroto que se escuchaba afuera. Cuando salieron a revisar, vieron que se trataba de un joven de piel morena, pelo largo azuloso y ojos grises, quien usaba un traje de color violeta que Satoshi pareció reconocer— Por su forma de vestir, yo diría que es un miembro del Clan Nakh de Tasikkaína, la región más importante del Sudeste Asiático.
—¿Pero qué está haciendo él aquí? —preguntó Tsubasa.
El de Tasikkaína miró a Wataru con intenciones de asesinarlo— ¡Tú! ¡¿Pensaste que lograrías escapar de mí por siempre?! ¡No! ¡Finalmente ha llegado el momento de que pagues lo que me hiciste a mí, Charlie Nakh, Maestro Dragón de Tasikkaína!
—¿Pero qué fue lo que le hiciste, Wataru? —le interrogó Tsubasa.
Wataru se vio bastante avergonzado— Errrrr, digamos que le jugué una broma de mal gusto y por eso me agarró bronca.
—Bueno, no importa. Yo mismo me voy a encargar de este viejo.
Tsubasa estaba yendo a enfrentar a Charlie, pero Hyuga trató de detenerlo— ¡No, alto! ¡Los del Clan Nakh son los Entrenadores de Tipo Dragón más fuertes! ¡Este hombre podría aplastarte en segundos y tal vez ni siquiera sepa si lo hizo!
—Hyuga-chan, tú mismo me enseñaste a defender a otros de los abusivos y ya es hora de poner esa lección en práctica —dijo Tsubasa para después ir a pelear.
Ah, es que cuando nuestros héroes tenían 5 años de edad y aún no eran amigos, Tsubasa no era el joven atlético que es hoy. De hecho, era muy pequeño y escuálido y unos matones trataron de aprovecharse de eso para quitarle sus pertenencias, pero Hyuga, por algún motivo que hasta él desconoce, lo defendió y ahuyentó a esos abusivos a base de puros golpes y patadas. Y Tsubasa no pudo agradecerle hasta 4 años después.
Como sea, Tsubasa y Charlie tuvieron un Batalla Pokémon, donde el primero usó a Charmander y el otro usó al N°147: Dratini, Pokémon Dragón, Tipo Dragón.
Charmander atacó a Dratini con Placaje, pero este lo aguantó y golpeó con Tornado, causándole mucho daño. Después, golpeó a Charmander con Pulso Dragón y este apenas sí pudo resistirlo y atacar con un nuevo movimiento llamado Colmillo Ígneo, pero de poco o nada sirvió, ya que Dratini lo resistió y usó Golpe Cabeza, dejando al Pokémon Lagartija fuera de combate.
El victorioso Charlie regresó a su Dratini y dijo— Muy bien. Ya nos deshicimos de ese obstáculo, así que es hora de ir a por ti, Wataru.
Charlie agarró a Wataru y estuvo a punto de partirle todo lo que se llama cara, pero Tsubasa lo defendió y ahuyentó al Entrenador de Tipo Dragón a base de golpes y patadas, así como había hecho Hyuga años atrás.
—¡Y no vuelvas, inmundo animal! —exclamó Hyuga.
Pero en vez de agradecerle a él, Wataru fue con Tsubasa y le dijo— Me defendiste a pesar de no tener más Pokémon contigo. Fue muy impresionante. Gracias.
Tsubasa solo se rio y dijo— Lo aprendí del mejor. Bueno, nosotros ya vimos todo lo que había que ver en Ciudad Nibi, ¿así que quién quiere ir a desafiar el Gimnasio de Ciudad Hanada?
—¡Yo! —dijeron Satoshi y Shigeru al mismo tiempo.
—Menos mal que tienen Pokémon con ventaja de tipos. Porque si no, ay de ustedes —insistió Hyuga.
Sí, a Tsubasa le gusta defender a sus amigos en cualquier situación, aunque eso le cueste la vida. ¿Pero qué fue lo que le hizo Wataru a Charlie para que este quisiese acabar con él? Bueno, solo el tiempo lo dirá. Por ahora, solo hay que ver cómo estos inadaptados reúnen las medallas que les faltan.
Ending: Give it Back (Jujutsu Kaisen Ending 2)
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