Capitulo 3:El primer entrenamiento y un nuevo amigo
Al día siguiente.
Había llegado por fin el día en que José entrenaria a ellas en su primer entrenamiento en la playa de la Ciudad Hauoli, allí es donde José sabiendo de sus movimientos que tiene cada una gracias a la información de la pokedex, comenzaron con el entrenamiento para ir usando sus movimientos en combates pokemon.
–¡¡Bien Sunny usa ahora triturar y tu Lila esquiva!! –decía José hacia Sunny y Lila durante el entrenamiento.
–¡¡Aqui vamos!! –decía ambas.
Sunny uso triturar hacia Lila mientras que Lila rápidamente esquivo el ataque aunque tuvo un poco de dificultad en esquivar el ataque de Sunny pero, por suerte Lila pudo esquivar con suerte, ahora les tocaba el turno a Luna y Serfine, que como ya saben, José entrenaba a las cuatro dándoles mucho ánimo a ellas así que se puso ahora con Luna y Serfine en el entrenamiento.
–¡Luna usa ahora tumba rocas y Serfine usa ahora concha filo! –decía José.
–¿Lista Serfine? –pregunto Luna a ella mientras que preparaba su ataque.
–Estoy lista amiga –respondió Serfine para después desenvainar uno de los sables delanteros que ella tenía mostrando que la sable era una katana que usaban de su especie los Samurotts.
Luna uso su ataque tumba rocas sobre Serfine y Serfine uso su katana evitando el ataque de la Lycanroc nocturna, cada pokemon desarrollaba sus movimientos en el entrenamiento para volverse cada vez más fuertes en el primer entrenamiento, lo que no se habían percatado es que había un chico junto con un Gallade y un pequeño Pikachu que se encontraban paseando por la playa de la ciudad hasta que ven a José y sus pokemons.
–Parece que aquí hay otro entrenador entrenando a sus pokemons, ¿no crees Kevin? –pregunto el Gallade al entrenador ya mencionado.
(Este es Kevin).
–Tienes razón Gallade, desde que hemos empezado ayer con este viaje por primera vez, ya parece que hay otros nuevos como yo empezando su primera vez –respondió Kevin a su pokemon Gallade.
–Y a parte está entrenando a ellas sin que nadie los ayude, ¿que tal si nos acercamos y podamos ayudarlos? –decía el Pikachu mirando a Kevin.
–Suena una buena idea Pikachu, vamos –decía Kevin con una sonrisa.
Kevin y sus dos pokemons decidieron acercarse a José y sus pokemons mientras que este andaba aún entrenandolas todavía, Lila usaba ascuas hacia Sunny mientras que Sunny usaba mordisco hacia Lila, Luna usaba avalancha hacia Serfine mientras que Serfine usaba acua cola hacia Luna, José estaba más que atento en el entrenamiento.
–¡Bien chicas, con este primer entrenamiento los harán más fuertes, mucho ánimo! –decía José con una sonrisa hacia ellas.
–G-gracias por los ánimos José –las cuatro pokemons se sonrojaron al oír los animos que José les daba a ellas para después decir en su mente –. «José nos anda animando en este entrenamiento, ¡¡eso me pone muy feliz!!».
–Jejejejejejeje no hay de que chicas –decía José aún con su sonrisa.
–Perdona, ¿eres también un nuevo entrenador pokemon?
–¿Um? –José se había dado la vuelta para ver qué era Kevin con sus dos pokemons –. Si, soy nuevo jejejejejeje ¿y tu eres?
–Mi nombre es Kevin encantado de conocerte, ¿cual es el tuyo? –decía Kevin con una sonrisa.
–Yo soy José, encantado de conocerte también Kevin –decía José también con su sonrisa –. ¿También eres nuevo como yo?
–Si jejejejejeje, estos dos son mis primeros pokemons Pikachu y Gallade.
–Encantados de conocerte José –decía Gallade y Pikachu con una pequeña sonrisa.
–Igualmente jejejjejejeje, ¿vuestra primera vez cierto?
–Como dije si, una pregunta, ¿esas pokemons son tu equipo Pokémon? –pregunto Kevin.
–Si jejejjejejeje ellas son mis cuatro primeras pokemons que tengo en el equipo, a parte las estoy entrenando por primera vez que digamos que este es mi primer viaje pokemon después de todo –respondió José a Kevin.
–Vaya jejejejejeje y además son hembras las que has capturado, parece que eres el único entrenador pokemon que tiene cuatro pokemones hembras en tu equipo.
–Bueno, por ahora tengo cuatro pokemones en mi equipo pokemon jejejejejeje –José bastante sonrojado empieza a jugar con sus dedos.
–«Hay que lindo cuando se sonroja~» –decían las cuatro pokemons de José en su mente mientras miraban su reacción y su sonrojo.
–Oye yo también iba a entrenar mis pokemons , ¿te gustaría que yo y mis pokemons te ayudemos con tu primer entrenamiento? –decía Kevin.
–Claro, me gustaría mucho de tu ayuda Kevin –decía José aceptando lo que dijo Kevin con otra sonrisa.
Kevin y José entrenaron juntos a sus pokemons, los cuales se ayudaron del uno al otro con el entrenamiento que le estaba dando a sus pokemons, ahora tenía un nuevo amigo que también es el nuevo entrenador pokemon, un amigo que se unirá también a la aventura de nuestro protagonista José.
Mientras tanto en otro lugar.
En un lugar bastante oculto se encontraban nada más ni menos que los mismos tipos quienes estuvieron persiguiendo a Delphox y a su hermana pequeña Braixen, estos mismos se encontraban a donde estaría nada más ni menos que el líder de estos, el líder aunque en la oscuridad no se le veía su verdadero rostro, este mismo estaba bastante molesto con ellos por no conseguir atrapar a las dos pokemons mencionadas.
–¡¡Son un par de idiotas!!, ¡¡nisiquiera fueron capaces de atrapar a las dos pokemons de mi hija que se han escapado de nosotros!! –fueron las palabras que dijo el líder molesto hacia ellos.
–¡Señor hemos tratado de atraparlas pero, el maldito guardia de seguridad nos impidio el paso diciendo que sin tickets no podíamos pasar y tuve que amenazarlo con el arma señor! –decía el mismo hombre que atacó al guardia.
–¡¡¡SILENCIO!!! –fue el grito que el líder dio hacia la respuesta del hombre –. ¡¡¡HUBIERAN USADO A SUS MALDITOS POKÉMONS PARA ATRAPARLAS PERO, NISIQUIERA LO HICIERON POR ESO USTEDES SON UNOS MALDITOS IDIOTAS!!!, ¡¡¡AHORA VAN A PRENDER LA LECCIÓN PARA QUE NO VUELVAN A FALLAR!!!
–Yo quiero darles la lección padre –dijo una voz femenina entre lo que era la oscuridad de la oficina.
Una chica había salido totalmente de la oscuridad, era una chica de cabello largo color café, llevaba una ropa algo negra y morderna con unas cadenas que rodeaban una parte de su pantalón, llevaba incluso unas botas también negras con púas falsas de adorno rodeando ambas botas, aquella chica tenía una mirada y una sonrisa bastante que ac*jonaria a cualquiera con tan solo mirar esa sonrisa maliciosa, una sonrisa bastante que daría miedo a cualquiera, esa chica....era la hija del líder y su nombre es....Lizabeth.
(Como está imagen pero, imaginen qué los dientes son normales).
–Si me lo permites padre, quiero patearles en los cataplines a estos idiotas por no atrapar a mis dos pokemons que escaparon –decía Lizabeth hacia su padre mientras no dejaba tener aquella sonrisa maliciosa en su rostro.
–Adelante hija, hazlo –fue lo que dijo el líder a su hija Lizabeth.
Lizabeth con el permiso aceptado de su padre, ella comenzó a darles una patada bien fuerte a cada uno de los hombres del líder en los hu*vos, cada uno al recibir la patada se habían retorcido del dolor en el suelo y con sus manos cubriéndose su zona privada, hasta que le había llegado el momento en que el hombre que amenazó al guardia de seguridad con el arma le tocará el turno de recibir lo mismo como sus compañeros.
–¡¡Y esto también para ti!! –decía Lizabeth apunto de darle una patada a la zona privada del hombre.
–¡¡No espe- –no pudo terminar ya que recibió la enorme patada y se cubrió con sus manos retorciendose en el suelo el cual grita del dolor a lo Dross –. ¡¡¡¡C*ÑOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!
–¡¡Para que aprendan ustedes par de inútiles!! –decia Lizabeth para después irse dejando a su padre el líder con los hombres aún retorciendose del dolor por las patadas que ella les dio.
–¡¡Ya oyeron ustedes a mi hija, no lo vuelvan a fallar la próxima vez!!, ¿¡¿¡entendido?!?! –decía el líder más molesto hacia ellos.
–Si-si-si señor –decía uno de ellos que estaban aún en el suelo con pequeñas lágrimas por aún el dolor que recibió.
–Bien –decía el líder para ahora volverse muy calmado y levantarse de su silla para irse de allí.
El líder fue directamente a otro sitio del lugar donde había una puerta de metal, que al abrirla había un pasillo largo con varias celdas que se abrían con alguna tarjeta, al acercarse a una de las celdas se encontraba un pokemon que estaba encadenado mientras era golpeado por dos hombres con bates, aquel pokemon era un Chesnaught que trataba de usar sus movimientos para defenderse pero, nisiquiera podía, el líder con la tarjeta abrió la celda y entró.
–Ya dejen de golpearlo, es suficiente –ordenó el líder a los dos hombres que golpeaban al Chesnaught.
–Como usted lo ordena señor –dijo uno de ambos hombres para después irse con su compañero dejando solo al líder y al Chesnaught lastimado.
–Esto es por lo que tu has hecho, miserable traidor, dejaste que esas dos pokemons de mi hija se escaparan, por eso ahora sufrirás estas consecuencias –decía el líder seriamente hacia el Chesnaught.
–Tu...y todos ustedes....nos convierten simplemente en pokemons asesinos...pense desde que era un chespin que usted fuera amable conmigo pero, ahora me equivoque al que usted nos obligó a mi y a los demás, incluyendo ellas dos a lastimar a la gente, secuestrar pokemons de otros entrenadores entre otros crímenes que nos han obligado a hacer incluso querían atrapar a los pokemons legendarios para vuestro maldito y oscuro poder.....¡¡¡¡por eso las ayude a que escaparan para que sean libres de ustedes y que algún día de esto vuestro maldita organización criminal llegase a vuestro maldito fin por lo que nos hicisteis que hiciéramos!!!! –gritaba el Chesnaught herido muy molesto hacia el líder mientras estaba encadenado.
–Ni creas que te funcionará eso, por que nadie puede encontrar este lugar secreto, y un así algún día si llegamos a ver a ambas, las tendremos de vuelta a la fuerza bruta, así que por tu traición vas a estar aquí en esta celda, encadenado y que mis hombres se encarguen de castigarte mucho, disfruta del castigo jejejjejejeje –acto seguido el líder salió de la celda del Chesnaught y con la tarjeta cerró la puerta de la celda y se va mientras empieza a reír malvadamente –. ¡¡¡AJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!!!
–.... –Chesnaught empezó a permanecer en silencio con una mirada sería y vacía mientras ahora decía en su mente –. «Chicas espero que estén llegando a la ciudad sanas y salvas...espero que seáis libres ahora, no se preocupen por mi como los dije antes de que pudieran escapar, se que algún día estos malditos tendrán su final, estoy seguro de eso....».
Mientras tanto en el tren Braixen y Delphox estaban esperando con mucho la llegada a la Ciudad Hauoli sentadas en los asientos que habían tomado, hasta que finalmente el piloto del tren aviso a los pasajeros de que ya habían llegado por fin a la ciudad por lo que el tren al llegar a la estación de la Ciudad Hauoli Delphox y su hermanita Braixen bajaron por fin de uno de los vagones del tren donde ambas se habían sentado, ellas dos por fin tendría una vida bastante mejor al lograr de escapar de ellos gracias a Chesnaught, ahora ellas se encontraban saliendo recién de la estación.
–Por fin estamos aquí hermanita –decía Delphox con una sonrisa mirando la ciudad a su alrededor.
–Ahora si que podremos hacer nuestras vidas mucho mejor –decía Braixen con una sonrisa.
–Si jejejjejejeje, esta es la ciudad del que tanto queríamos ver y disfrutar de esta nueva vida para nosotras –Delphox con una gran sonrisa toma de la mano a Braixen.
Delphox y Braixen caminaban por la ciudad tomadas de la mano explorando y mirando lo que había en la ciudad Hauoli, mientras tanto con nuestro protagonista José y su nuevo amigo Kevin estaban aún con el primer entrenamiento juntos junto con sus pokemons, llevaron como tres horas con el primer entrenamiento que ambos le daban a sus pokemons.
–¡¡Gallade usa ahora cuchillada!! –decía Kevin ordenando a su Gallade el siguiente ataque.
–¡¡Lila usa ahora arañazo!! –decía José ordenando a Lila el siguiente ataque.
Ambos usaron sus ataques, Gallade uso cuchillada sobre Lila y Lila uso arañazo sobre Gallade, aunque tuvieron unos pequeños daños ya que es parte del entrenamiento, una vez que ambos ya habían usado sus movimientos del uno al otro, el primer entrenamiento se había dado por finalizado ya que ahora Kevin y José les había dado descanso por el día.
–¡Lo han hecho excelentes chicas, con esto iremos poco a poco! –decía José a sus pokemons.
–G-gracias por el halago José –decían las cuatro pokemones de nuevo sonrojandose y con una sonrisa por lo que José les dijo.
–De nada chicas jejejejejeje, ¿les apetece que vayamos a comer ahora?
–Pues todos José jejejejejeje, además nuestros pokemons se lo merecen por que han hecho muy bien en este primer entrenamiento –decía Kevin.
–Bastante cierto jejejejejeje, ¿vamos?
–Si –decían todos a José.
José y Kevin junto con sus pokemons se fueron de la playa de la ciudad para ir algún restaurante donde podrían comer, caminaban tranquilamente juntos hasta que por un momento a medio camino José se detuvo al ver a un lado, Kevin y los pokemons se detuvieron al ver que José se había detenido, y lo que vieron de donde miraba eran la misma Delphoxs y Braixens siendo rodeadas por tres pokemons macho que son en verdad tres Machamp.
–Oh vamos ustedes dos~, ¿que acaso no les gustan los machos con músculos~? –decía uno de los Machamps con una mirada de coqueto.
–Ya les dijimos que no nos interesan para nada los musculosos –decía Braixen muy seria hacia el Machamp.
–Las señoritas les gustan los musculosos como nosotros, así que por que no se juntan con nosotros y les impresionamos con estos sensuales músculos~ –decía el otro Machamp mostrando sus músculos a Delphox y Braixen también mirándola con la mirada coqueta.
–¡Ya les dijimos que no!, ¡así que apartense o les dejaré vuestros culos ardiendo en llamas! –decía Delphox muy molesta para después sacar su vara apuntando hacia los tres.
–Oh vamos~ no sean malas y vengan con nosotras para pasar el buen rato~ –decía el tercer Marchamp también con la misma mirada hacia ambas.
–¡Oigan dejarlas en paz! –decía José serio acercándose hacia ellos.
–¡Lárgate de aquí humano debilucho esto no es asunto tuyo! –decía el Machamp mirando con desprecio a José.
–¡Ellas os han dicho que no quieren estar con ustedes!, ¡dejarlas ya en paz de una vez! –decía José aún serio y sin hacerle caso al Machamp.
–¿Acaso quieres que te dejemos la cara estúpida debilucho?, o espera –decía el Machamp viendo a las pokemons de José –. Parece que tendremos más nenas con impresionar~
–No las toques, o te acabaría con un puñetazo por m*rrano sin sentimientos –decía José aún con la mirada sería.
–José no deberías... –decía Kevin preocupado por lo que podría pasar.
–Oh que ¿eh?, ¿me vas a acusar con tu mami? –decía el Machamp comenzando a burlarse de José junto con los otros dos Machamps.
–Puedes decir lo que quieras pero, sabes que eso es un mal chiste sin gracia ¿verdad? –decía José con una sonrisa seria.
–¿De qué mal chiste hablas? –pregunto el Machamp con una mirada intimidante y desafiante.
–En el que tu mama es agarrada por el alien de dame tu cosita –decía José con burla y sarcasmo.
Kevin y los demas pokemons estaban claramente sorprendidos incluyendo Delphox y Braixen por lo que acabo de decir José, lo cual esto le llegó a enfuerecer demasiado al Machamp que sus ojos se le hinchaban las venas por la ira que hasta se le hinchó tanto el sentimiento de la ira.
–¿¡¿¡QUE DIJISTE?!?! –grito enojado y molesto el Machamp.
–Lo que oíste, ¿o acaso quieres que te haga otro chiste?, ¡¡Scooby doo por el culo te lo hinco!! –decía José más desafiante y serio.
–Troncos....¡¡¡vayamos a partirle el culo a este humano debilucho!!! –el Machamp que seguía aún lleno de ira chasqueo totalmente los puños de sus cuatro brazos.
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CONTINUARÁ.
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