Capítulo 12
Y vi un nuevo cielo y una nueva tierra; porque el cielo anterior y la tierra anterior habían pasado, y el mar ya no existe. Vi también la Santa Ciudad.
Revelación 21: 1-2
El sexo tenía un olor particular, para Taehyung era algo con lo que estaba familiarizado y hasta cierto nivel le resultaba encantador, ya que le parecía fascinante la persistencia que tenía aquel acto de hacerse notar, en todo sentido, como el aroma del café en una habitación, dando el inicio de un ciclo, pero claro, la intimidad con una taza de cerámica, era diferente al de estar con otro cuerpo, pero paradógicamente ambas esencias eran simplemente la belleza de la unión.
Minnie había tomado una ducha y yacía en su cuarto placidamente dormida. Mientras tanto, Tae, había esperado a que eso ocurra para así ir para el sanitario a prepararse una ducha. Una vez ahí sus ojos viajan por su propio cuerpo, él conocía y percibía el aroma con facilidad, pero en ese momento no quería que ese fuese su carta de buenos días, así que con cuidado se desprende de sus escasas prendas, relajando su cuerpo a medida que veía como lo liquido caía en aquella tina. Quedaba poco para las cuatro de la mañana, así que opto por tomar aquellos minutos para una larga y revitalizante ducha.
No había pensamientos, pero aun así a Tier se le hizo tarde, no había dormido ni un solo minuto, mas no contaba con tiempo para hacerlo en ese momento. Y aunque sabía que sería difícil y que odiaba preparar la tina el mismo, resultado de lo malacostumbrado que lo tenían los hombres de su vida en los últimos meses, lo había hecho aún con pesar y entre esos momentos tomó su móvil, ya todos estaban durmiendo y si no podía hacer lo mismo, se recostaría en esa taza ovalada de porcelana, para dejar en reposo su cuerpo y así buscar que sus huesos aguanten un poco más despiertos, dejando que el agua se llevase el cansancio, mientras masajeaba su dermis tan fina, cuidada, pero llena de pequeñas e invisibles líneas de un pasado ya muerto.
Tan diminuto era su tiempo para sí mismo, que su celular no era un instrumento para ocio, sino para asuntos importantes, cortos mensajes, pero con basta información, y los mismos fueron enviados a JaeBeom, los cuales tuvieron respuestas al momento, Tier negó con la cabeza, él, Luxus debería estar durmiendo, más Tae sabía que su móvil contaba con un sonido distintivo en relación con su número y la preocupación dio un paso al costado cuando en su pantalla brillo el nombre del mayor en una llamada entrante.
— Mi bebé...— escuchó del otro lado y sintió felicidad en su pecho, la tina, aquel tono tan suave, casi cosquilleante en su mente, le dio el toque perfecto a su tan agotado cuerpo en estado de relajación, aquel hombre siempre lograba con poco, hacer que el mundo pareciera nada, incluso con la distancia, le daba tranquilidad y ser un escape a su movida realidad.
La llamada se extendió por los cortos minutos que Tae tenía a su favor y se dio por finalizada cuando decidió que era suficiente del tiempo en la tina, el olor había desaparecido de su piel y estaba listo para incluirse en su realidad.
Con blancas ropas holgadas camino por el lugar, solo era acompañado por el silencio y estaba cómodo con aquello. Llamó a servicio a la habitación, pidió que tuvieran listo todo para las cinco de la mañana y envuelto en silencio ingresó a la habitación de Hoseok.
La puerta estaba entreabierta, a pedido del menor, por lo que no fue difícil hacerlo y se subió a la cama con cuidado, una luz de lámpara alumbraba la habitación y a ellos.
Hoseok tenía el cabello oscuro, despeinado y se veía tan bonito, parecería estar fingiendo, pues las personas no solían verse bien durmiendo tan frecuentemente, más contando con la suave y lenta respiración del contrario se podía saber que no era así, estaba plenamente dormido.
Las sábanas pulcras, blancas en las que reposaba, daban una amplia posibilidad de verlo. A Tae le dolió el corazón ver sus manos, casi resguardadas entre su cuello, en una tierna posición de dormir, más su piel no era sino lo opuesto.
Sus manos habían sido presas por el fuego tiempo atrás, las cicatrices se plasmaron en la que seguramente alguna vez fue una fina y bella piel, haciendo que verlo resultase doloroso, a Tae le causaba dolor. De imaginarlo, su estómago se sentía extraño y tuvo que desviar la vista para que no llegase a hacer arder sus ojos por las lágrimas.
Sufrió, Hoseok sufrió y ese pensamiento hizo que Taehyung sufriera.
Levantó la mano para apartar el cabello que tenía cubriendo su rostro y Hoseok se movió un poco.
—Hoss— murmuró y unos ojos desorbitados se abrieron con tanta rapidez que Tae, aun habiéndolo previsto, tuvo que contener el susto — está bien, está bien, estás bien, no pasa nada- se apresuró a decir, tomó sus manos para poder ayudar a que saliera del ensoñamiento.
Le tomó un poco de tiempo, más lo logró, Hoseok recuperó su respiración lenta y su mirada se volvió tranquila.
—Tier ¿Qué hora es? ¿Qué pasó?— Hoseok hablaba en susurros y se aclaró la garganta por lo bajo mientras se removía bajo las mantas, acomodándose —Creo que estaba muy dormido.
—No pasa nada, es muy temprano, la verdad, aún no son las cinco siquiera, pero quería hablar contigo, pues pronto volveremos a viajar y quería decirte algo antes de eso— murmuro a su vez Tier, acoplándose a los susurros.
Hoseok se frotó los ojos y se cubrió la cara para cubrir un bostezo.
—Eso está bien, pero ¿puedo ir al sanitario primero?- lo miro con unos ojitos de perrito y Tae sonrió mientras asentía.
Vio a Hoseok retirarse por unos minutos, volviendo con el rostro lavado y los cabellos un poco más peinados, subió a la cama una vez más y como si fueran dos niños compartiendo un secreto, se acomodaron uno junto al otro, ambas miradas contrastando.
—Dime ¿Qué paso?— cuestionó Hoseok una vez que estuvo acomodado. Tae acerco una vez más sus manos a los suyos, pero el menor los apartó con cuidado de no resultar evidente u ofensivo y los puso bajo la almohada, viéndose avergonzado.
Tae pensó que quizás no le gustaba que los mirasen y no se equivocaba, Hoseok realmente pensaba aquello, no le gustaba que lo vieran o lo tocasen, pues no deseaba ver ojos con asco, por su lastimada dermis.
—Hoy nos reuniremos con los que serán algunos de tus compañeros, ambos son chicos de aquí, de España, e irán con nosotros en el vuelo a casa, como te había dicho antes— el rubio tenía la voz suave mientras trataba de aclararse y Hoseok lo ayudaba asintiendo para saber que iba comprendiendo—. Pero hay algo en ellos que quizás podrás notar, es tan evidente y confuso que quiero aclararlo contigo antes de ir y que te lleves un susto.
—Entiendo, ¿ellos son raros? Es decir, ¿se ven así cómo?—Hoseok pregunta con el ceño fruncido por la confusión, más no había miedo en su rostro.
—Ellos,— Tier duda sobre como podría explicarlo —son similares a personas que tú conocías— el panorama cambio a uno más serio para Hoseok y aun teniendo la predisposición de no hacerlo, su cuerpo se tensó.
—Se ven y se llaman como personas que tú conocías cuando eras más joven, pero no son esas personas, quiero que lo tengas en mente, ellos no son los mismos, tiene una explicación más técnica, más detallada y concisa, de la cual podremos hablar cuando estemos en casa, pero lo que quiero ahora es que comprendas que aun siendo técnicamente idénticos, no lo son, son personas distintas, uno de ellos es hermano gemelo de alguien a quien conociste y el otro es algo más complicado de explicarlo, te lo contaré todo luego para que puedas entenderlo, pero no son esas personas.
La mirada de confusión con la que Hoseok miro a Taehyung era evidente, incluso para alguien en las condiciones de Tae, el cual no era muy bueno en ello.
—Uno de ellos, que es tu mayor, se llama Kim SeinJin— ambos se miraban muy concentrados el uno al otro mientras iba hablando.
Hoseok frunció aún más su expresión y puso cara de estar pensando.
—Kim Seokjin era mi profesor en el instituto, él era agradable— comento Hoseok, mirando a Tier buscando alguna señal de que iba por esa parte, el rubio asintió y Hoseok puso cara de aceptación.
—SeinJin es su hermano gemelo— aclaro, y Hoseok formo una pequeña ''o'' con sus labios —el otro chico que está con nosotros lleva por apellido Perxie, él es Perxie Jimin, tienen casi la misma edad —Tae se mordió el labio esperando la reacción.
Tier había notado más cosas de las que había hecho notar, él tenía el rostro similar a alguien que Hoseok conocía también, más el menor no lo había siquiera llevado en cuenta, tenía la esperanza de que al igual que con él tampoco recordase a los demás, se había preguntado en cuanto daño mental le habían inducido para que no recordase del todo su pasado, más aquella esperanza se desvaneció al ver su reacción. El miedo volvió al rostro del chico.
Hoseok sentía como si sus quemaduras volvían a arder. Giro el cuerpo para mirar el techo y Tae sin saber muy bien que hacer puso la mano sobre su pecho, Hoseok se quedó inmóvil ante el contacto y Tae subió la mano, pasando por su cuello hasta tomar la parte opuesta de su rostro, haciendo que lo mire, una pequeña lágrima se escapó de sus orbes cuando lo miro y Tae se lo seco con mucho cuidado.
—No es él Hoss, te lo aseguro, no son la misma persona, Jimin no te hará daño, te lo he dicho, ninguna otra persona te podrá hacer daño como antes, yo no permitiría que otros te hagan daño ¿Sí?
Hoseok, para quien días, meses y años atrás se había vestido de temor, de miedo, pánico y desesperación en muchas ocasiones en su vida, lloraba ya sin lágrimas, no recordaba del todo, su pasado eran como una película vieja, no estaban las imágenes, pero sí lo que sentía, ese nombre lo volvió a vestir como si sus noches fuesen galas de tortura para él. Así que con el pasar de sus días podía enlistar las cosas dolorosas, Jimin, quien había formado parte de él, aún tan profundo ya para ese punto, aun estando en la lista, no formaba ya parte de los primeros puestos en cuanto a miedo o escozor.
Si Hoseok abandono a los rusos por la mera promesa de un desconocido, podía aceptar que el mismo le dijera que aquel chico no era la persona que lo lastimaba en su juventud. Le creía.
Fue de esa forma que se dejó acompañar, Hoseok unos minutos después tomo una ducha y se vistió con Taehyung aún en la habitación, con la promesa de que no lo mirase. Tae cumplió, tapándose el rostro con las manos y aun con ganas de entreabrir los ojos no lo hizo.
Una vez que el menor estuvo listo, Tae paso a su habitación, a su vez acompañado con el mismo.
Eran los únicos despiertos en ese momento, por lo que había notado.
Se vistió y abriendo una de sus cajas tomo un par de prendas, casi imperceptibles, pero de un tamaño pequeño, las cuales extendió en dirección al contrario cuando se acercó.
—Son para ti— alcanzo a decir Tier cuando el contrario los tomo. Vio como inspeccionaba la suave y lisa tela de color negro de aquellos guantes, antes de levantar la mirada en su dirección —no te lo había dado antes porque no sabía si tus marcas eran sinónimo de vergüenza o de orgullo para ti, por lo que vi no te gustan que sean visibles, así que úsalos si quieres, haremos todas las que necesites y del estilo que quieras en casa— el rostro de Hoseok se llenó de pena, agachando la misma para ocultar sus lágrimas — no comparto tu opinión, sin embargo, ya que sanaste, lo hiciste solo y con mucho esfuerzo, pero sí tú no estás listo para ello, lo acepto.
—Gracias— fue todo lo que recibió de respuesta de parte de Hoseok, siéndole un gesto demasiado bello, porque se había tomado incluso el tiempo de mandarlos hacer y lo sabía por las costuras, estaban reforzadas, como sabiendo que las movería mucho. Realmente estaba siendo una realidad muy bonita, como un sueño de los que lo mantenían vivo entre tanta penumbra.
—Iré a despertarlos— aviso Tier y dejo solo a Hoseok en su habitación.
Al primero que fue a despertar, fue a Sein, ingresó al cuarto lentamente, no deseaba hacer ruidos fuertes, al estar ya ahí ve como el mismo estaba dormido sobre el sofá que se encontraba en su dormitorio, sin siquiera haber tocado la cama, por lo que noto el rubio —''Qué infantil''— pensó Tier, mas no dijo nada.
Golpea la puerta por dentro para despertarlo, la distancia le parecía prudente y el hombre casi dio un salto por el susto, pero trato de disimular, de la misma forma lo hizo Tier en cuanto a su risa.
—El desayuno estará listo en minutos y tienes ropa lista en tu armario, hecho a medida, puedes tomar una ducha y prepararte, si es que aceptas ir conmigo— su voz fue lo más amigable que podía.
—Está bien— fue la respuesta que tuvo y si Taehyung se hubiese podido dar el lujo de dar una sonrisa mostrando los dientes de felicidad, lo hubiera hecho.
Más solo se marchó a la siguiente habitación, quedaba a pocos metros, los cuales atravesó en busca de Jimin, repitió el proceso de ser sumamente cuidadoso con los sonidos fuertes.
—Jimin, es hora de despertar, debemos irnos pronto- el muchacho se removió, pero no se enderezó ni dio indicios de despertarse, así que se acercó— vamos Jimin, de seguro quieres ver a Yoongi, tenemos que marcharnos.
Aquello había dado mejores resultados. El chico se despertó y aún un poco desorientado asintió ante él.
—Tienes lo necesario en los armarios, prepárate, estaré esperándote en el comedor.
Sin nada más que decir, se retiró dándole espacio.
Pensando en que probablemente la noche anterior sería algo de lo que hablar con sus mayores, pues, puede que se haya dejado llevar y que eso afectase algo de alguna forma, no pudo evitar la mueca en su rostro al pensar en ambos hombres y en como lo mirarían al contarle lo ocurrido.
Volvió a por Hoseok y ambos fueron hasta el comedor, como había programado, el desayuno estaba listo.
—¿Alimentaras a un batallón?—pregunto Hoseok, mientras tomaba asiento luego de que Tier lo hiciera.
—No, somos cuatro personas en total, un batallón requeriría aproximadamente mil personas, este departamento solo da para cinco— respondió Tier distraído mientras buscaba algo que le apeteciese.
A Hoseok la respuesta le genero confusión, más no dijo nada, suprimió la expresión de curiosidad y tomo un par de cosas, no se había percatado del hambre que tenía hasta ese momento. Trato de ser discreto, comió como pudo, quizás sin darse cuenta de que probablemente lo hacía por temor a que la comida volviese a faltarle, no recordaba cuando fue la última vez que había comido algo más que sobras, solo se calmó al recibir con la mirada de Tier una invitación a continuar.
—Te quedan bien—dijo el rubio al ver que traía puesto los guantes.
El comentario quedo al aire y Hoseok bajo el tenedor con el que había pinchado una de las frutas al ver entrar a los otros dos hombres, uno tras otro.
Hoseok sintió que la tierra temblaba. Jimin estaba ahí, distinto, pero era él, con un peinado y color distinto en el pelo, eso no quitaba que sea él.
Le dieron ganas de vomitar.
Más sintió la presión sobre una de sus manos, desvío la vista y vio a Tae negando un poco, probablemente solo él lo entendería. Lo vio sonreír y él se obligó a respirar.
—Buenos días, lamento haberlos despertado tan temprano, tengo varias cosas que hacer y probablemente ustedes también desean terminar todo el asunto pendiente en la brevedad posible, así que el jet nos espera, en cuanto terminen con el desayuno podremos irnos— comentó el joven mientras que con una mano los invitaba a tomar asiento.
Ambos lo hicieron en silencio, Jimin le dio una sonrisa a Hoseok y este dio un pequeño y casi desapercibido respingo en su asiento, el cual trato de ocultar con un gesto como saludo.
El desayuno fue incómodo para todos, menos para Tier, el cual se centró en comer, él tampoco lo había hecho con cuidado en los últimos días y de esa forma y tras unos minutos todos estaban listos para partir.
—Todo está listo, señor— fue lo que los hombres habían escuchado al llegar a la entrada luego de cepillar sus dientes y terminar por ordenarse.
No tenían nada que llevar. Sein se había preguntado si al muchacho no le interesaba sus respectivas documentaciones, considerando que saldrían del país, se negó a preguntar por temor. Mientras que Jimin y Hoseok, que también tuvieron aquello en mente, se habían dado cuenta individualmente que realmente no contaban siquiera con lo mínimo en documentos. Tier les había dicho que no necesitaban nada, que todo lo necesario lo encontraron en donde iban, así que fueron cortos los minutos hasta que ya dentro de la camioneta se trasladaron a donde el anfitrión tenía un Jet listo.
Hoseok ya lo había visto, aun así lo sorprendía, junto a sus demás compañero que en silencio subieron, tenían en el brillar de sus ojos la sorpresa.
Dentro, se encontraba un piloto, un copiloto, una azafata y ellos. La mujer ofreció refrigerios y bebidas a los que todos se negaron menos Tier, el cual gustoso tomo una copa y se lo bebió en sorbos pequeños, fiel creyente de que el alcohol no tenía un horario específico.
Les habían comentado que el viaje duraría cuatro horas, las cuales no fueron cortas, más no fueron igualmente tan largas como se esperaba que fuese.
—Descenso a Finlandia en progreso— se oyó y el jet descendió, todos podían verlo desde las ventanas, pues habían ocupado un asiento individualmente.
La vista era digna de retener el aliento, dentro del jet era templado, cómodo, pero fuera podían ver como todo era el manto de la inocencia gélida, poco se veía con color, casi todo era blanco, libre, duro y celestial, como esos lugares que solo se veían en las fotos en internet, pero que de solo observarlo se te subía por los huesos, creciendo como trepadoras entre la sangre, eso que muchos rehuían, el frío.
Sein, Hoseok y Jimin estaban perdidos en los copos de nieve que chocaban contra los vidrios del Jet, ese sitio era la promesa de un mundo sin manchas, se sentía tan adverso a todos ellos, que estaban con las manos llenas de sangre, de dolor, errores, vergüenza y pesares, pero ahí todo corría sin pecado aparente.
Como un abrir y cerrar de ojos, cuál llevado por la marea, los hombres descendieron y lo primero que los recibió fue el golpe de la naturaleza agría pero certera, ninguno pudo mediar sus reacciones, el frío estaba corriendo por sus cuerpos de forma presurosa, como un veneno de efecto instantáneo, para cuándo pudieron notarlo ya iban ingresando a una de las cinco camionetas que se encontraban esperando tras su descenso.
Dos de los cuales se abrían paso sobre el camino de tierra, luego, en la tercera, estaban ellos y por detrás los dos restantes que guardaban sus espaldas.
Tier iba de copiloto esta vez, mientras que sus invitados fueron distribuidos en los asientos traseros.
Para ese punto, todos ellos iban considerando que la muerte era lo más seguro al final de aquel trayecto, pero ninguno tuvo valor de pronunciar palabra alguna. Solo el rubio conversaba por lo bajo con quién conducía, en una lengua que no reconocían.
—Namjoon, Iangguk y Yoongi están instalados— iba informando Jackson, el chófer personal y de confianza de Tae, el joven tenía un perfil varonil, su ceño estaba levemente fruncido, con sus filosos ojos marrones divisando su camino, su voz era sumamente suave y cómoda, sus palabras bailaban en un perfecto sueco, idioma natal de aquel país y una alternativa para mantener un poco de privacidad —me han informado que el señor Luxus estaría saliendo de Londres esta tarde y lo demás está listo.
—Eso es bueno, gracias— respondió el Tier un poco más cabizbajo, al menos todo iba bien en lo que cabía, cosa que le daba un poco más de tranquilidad —temo que no todo salga como esperaba al fin y al cabo. No me gustaría que alguno no acepte— comentaba mientras su mirada blanca con tonos celestes recorrían el nevado espacio, por lo menos ya estaba en su tierra y ahí era él quien gobernaba.
—No pueden decir que no—Jackson levanto la vista al espejo retrovisor viendo a los hombres que se encontraban sentados a sus espaldas, divisando cada rostro, descifrando pequeños destellos de cada personalidad sin mucho esfuerzo, podía leer sus cuerpos —. No a ti.
Tier le respondió con una sonrisa, deseaba confiar en aquellas palabras.
Los hombres que estaban en ese automóvil, observaban el exterior, siendo maravillados por todo lo que aquella naturaleza les ofrecía, la vegetación, árboles de increíbles alturas iban cubriéndolos las laterales, entre los cuales se podía observar la nieve que se extendía por el suelo, siempre mirando a los costados, ignorando que lo mejor estaba frente, ante todos ellos se encontraba un imponente y monumental castillo, haciendo acto de presencia, marcando su inicio y fin, era inimaginable, imposible de describir, las sensaciones que provoca tan imponente y ancestral construcción.
—Hemos llegado. Este es el castillo Albihart, mi hogar— dijo Tier, haciendo que todos los hombres se fijaran a su dirección, a Hoseok y Jimin se le fue imposible mantener la boca cerrada, sorprendidos por lo que veían.
Todos los vehículos se estacionaron y ellos pudieron descender al fin.
—Esto no puede ser posible, estas cosas no ...— dijo Jimin, sin siquiera saber como continuar, que se hizo de un espacio junto a Tier cuando había terminado por bajar.
Tier le dio una mirada que duro solo por unos segundos y sonrió casi con arrogancia, aun sin ser esa su intención.
—Para mí lo es— respondió mientras entraban.
En el interior, personas que trabajaban allí se encargaron de sus abrigos y luego todos caminaron detrás del hombre.
El lugar era frío, sin que se estuviera hablando de la gélida temperatura, era frío, del tipo que te mantenía con miedo y en alerta, por no saber que esperar de ese glacial, sabiendo que aun si buscaras un espacio, no encontrarás nada de calor, pues era lo que se podía ver, aun siendo iluminado parecía oscuro, el pasillo se alargaba frente de ellos hasta que llegaron a lo que parecía en lo que comúnmente se diría una sala.
El salón estaba acomodado de una forma que parecía sacado de un cuento de niños. Con los colores marrones en su mayoría. Varios lugares en donde sentarse y otros muebles que lo acompañaban a la perfección para recibir a al menos cincuenta personas sin que estos estuvieran ni un poco apretados, o siquiera cerca.
No pudieron tomar más información, pues el rubio no se había detenido, mantenía su paso y lo acompañaron sin dudar. Las grandes puertas de otro salón los recibió ya abiertos y se podía percibir que se trataba de un despacho. Las paredes estaban repletos de libros y un gran escritorio se encontraba frente a ellos.
Un hombre trajeado ya se encontraba parado al pie de la misma, se mantenía del lado de los que eran recibidos al igual que ellos.
Tier fue el que giro a través del mueble, con apenas una mirada hacia el hombre, para poder observarlos, con el escritorio entre ellos.
—Bienvenidos, este será su nuevo hogar si deciden permanecer aquí- su voz era tranquila y su mirada recorrió a todos en la habitación —. Él es Kim Namjoon, mi hombre de confianza, podrá ayudarlos en lo que necesiten, les indicará todo lo que requieren saber por el momento. Más por lo que puedo ver— se da un momento en mirar su reloj antes de continuar—. Estamos a poco tiempo del almuerzo, quizás prefieran ir a sus habitaciones para que podamos hablar, el viaje no fue muy corto, despertaron muy temprano, de seguro están agotados.
De ser sinceros, todos hubieran puesto objeción a lo que había dicho, sus ansias estaban por arriba de cualquier tipo de cansancio, pero cuando Namjoon se movió todos los siguieron igualmente.
Subieron varios pisos y pasaron por muchos pasillos para que cada uno tomase su propia habitación. Las mismas estaban equipadas como si ya los estuviesen habitando. Ropa, elementos de higiene, libros e incluso joyas estaban en cada uno con base en su personalidad y preferencias.
Nam no se detuvo al momento en el que dejo a los huéspedes, retorno con un paso más veloz en dirección al despacho del rubio, así tuvo oportunidad.
Tier mantenía los ojos cerrados, cubriéndose el rostro con la mano mientras estaba casi acostado en su silla, tras el escritorio. Él apartó la mano al oírlo acercarse y Nam cerro las puertas a sus espaldas para ir junto a él.
Tier había girado en esos momentos, encontrándose recostado por el mueble para cuando Nam lo alcanzo. No media palabra, con una mano lo tomo de la nuca y la otra la poso en su cintura para acercar su rostro. El beso transmitía lo mucho que había extrañado al menor.
—Nam...— alcanzó a decir entre sus labios, pero el contrario no se detuvo — espera.
Él no lo hizo, por lo que Taehyung dejo de interrumpir y cedió a su beso, correspondiéndolo en intensidad. Pronto su cuerpo estaba sentado por sobre el escritorio, con el mayor rodeado entre sus piernas. Bajo los besos por el cuello del mayor, aflojando su corbata y desprendiendo algunos bonotes para poder alcanzar mas piel.
Sentía el cálido respirar de Nam y como su cuerpo tan agradable correspondía. Descendió la mano por su ropa y dio una risa al sentir su erección.
—No tenemos mucho tiempo— le dijo cortando el beso.
—Pueden esperar— respondió para volver a acorralar sus labios.
Tae sabía que podían, pero no haría que eso pase. Por lo que giro y logro su cometido, Nam se recostaba por el mueble en ese momento y no le tomo mucho más el descender para desabrochar su cinturón y aparto las prendas en su camino.
Quería a Namjoon tan feliz como a todos los demás, por lo que al sentir sus dedos del contrario entre sus mechones espero que aquello le fuese suficiente.
Se tomó el tiempo que considero necesario, presionando, tirando y succionando como él sabía. Para que no pensara que estaba apurando aquella situación hasta que Nam termino por correrse entre su boca y su rostro. Tae sentía su erección presionar sus prendas, pero él podía contenerse el tiempo necesario.
Apenas se levantó, Nam vio el rastro que había dejado en él, sonrió casi como si estuviese orgulloso y tomo el pañuelo que traía en el bolsillo para deshacerse de la misma.
—Te extrañaba— dijo al ver la sonrisa de Tier y volvió a por un poco más de sus besos, pero no logro retenerlo mucho más, podía saber cuando el menor daba por acabado algo. Se acomodó la ropa, seguido de su cabello rubio y sedoso, para cuando este volvió a su asiento.
Nam fue en dirección a las botellas y preparo dos vasos, el whisky no era la bebida favorita del menor, más lo recibió con agrado igualmente.
—¿Cómo han ido las cosas por tu lado?— pregunto Tier mientras que Nam tomaba asiento frente suyo.
—Yoongi despertó, estaba inquieto por lo que optamos por mantenerle lo suficientemente dopado hasta que ustedes puedan hablar con él. Iangguk, por otro lado, no ha sido fácil mantenerlo a racha, quizá puedas hablar con él antes que con los demás, es más rudo de lo que esperaba al considerar que lo tratamos de la forma más pacíficamente posible, no saber de la niña lo está teniendo un poco chocante— informaba mientras que terminaba de reacomodar su corbata.
—No es posible, hablaré primero con Sein, él está a minutos de salir corriendo, es increíble que esté aquí, de verdad lo dudaba— ingirió de a sorbitos el whisky tratando de no pensar en el calor que le provoca y se despidió del sabor de lo último que había tenido sobre la lengua.
—¿Cómo lo convenciste?— pregunta curioso el mayor, más solo obtiene de respuesta un encogimiento de hombros, notando que no lo sabía —Al menos tenemos la oportunidad, las carpetas están listas y como habíamos dicho, contienen todos los detalles que podrían necesitar. Quizás deberíamos esperar a Luxus— Nam observo su reloj, a Tier le parecía que era más por costumbre que otra cosa— saldrá de Londres a las tres de la tarde, aproximadamente.
—Para entonces estaría esperando que algunos al menos ya me pudieran dar su respuesta, llegaría en un par de horas y la verdad estoy muy agotado para prolongar la situación— a Tier le molestaban los hombros por el agotamiento y la tensión de los últimos días.
—Puedo yo hablar con ellos si lo prefieres, podrías ir y descansar mientras termino con ello—se ofreció, amable y considerado como siempre.
—Ellos serán míos, eso quiere decir que seré quien se encargue de ello, ya habíamos hablado sobre eso— fue lo único que dijo para luego inclinarse, estirando el brazo para poder tomar las carpetas.
A Namjoon no le gustaba el tono con el que lo decía, quizás debería indagar en cuanto a lo que el rubio consideraba como el significado de ''mío'' pero podía saber que ese momento no era el mejor, por lo que junto a un trago de whisky bajo su molestia atreves de su garganta.
Iangguk, Yoongi, Jimin, Sein, Hoseok. Sus nombres encabezaban las carpetas, abrió uno de ellos, siendo este la de Iangguk y vio su foto, pasando las hojas vio la de una niña y una mujer, para levantar el rostro en dirección al contrario.
—¿Ellas?— preguntó volviendo la vista a la carpeta.
— Estarán aquí poco después de medio día, están en el vuelo ahora mismo— informó para que el menor proceda a cerrar la carpeta nuevamente, los guardó y luego termino su copa.
—¿Ya esta puesta la mesa?— cuestionó Tae, para cuando se levantó el mayor ya estaba de pie.
— Deben de estar terminando algunos detalles ¿Quisieras cambiarte o ...— la pregunta quedo respondida con la negación que dio el rubio con la cabeza —está bien, iré por ellos y nos encontraremos en el comedor principal en ese caso.
Taehyung no se detuvo a despedidas, mientras que uno giraba por la izquierda, el otro lo hacía por la derecha alejándose.
El espacio estaba puesto como a Tier le gustaba, no faltaba nada, como él esperaba y se dedicó a ver los narcisos que adornaban las mesas antes de tomar asiento en la cabeza de la mesa.
Había pedido que la mesa fuera cambiada para que estuvieran las cantidades específicas. A sus mayores no le habían hecho gracia el notar que a Tier le gustaba comprar las mesas siempre con esa especificación. Si eran tres, debía ser para tres, de ser quince las personas, debían de ser esa misma cantidad, pero nadie le reprocho nada, Namjoon los ordenaba y él lo disfrutaba. Tenía un salón que anteriormente estaba vacío repleto de ellos.
En esa ocasión, serían seis personas, por lo que no era tan larga, se lo imaginaba.
Pronto vio a Nam aparecer, detrás de él estaban ellos casi formando una fila y tomaron sus lugares a elección en cuanto llegaron. Nam quedó a su derecha mientras Jimin a su izquierda, Hoseok estaba de lado de Nam y Sein a la par de Jimin, en el medio, todos a pesar de no conocerse en todo el lujo de la palabra ya se habían visto, reconocían sus rostros, pero al memento en que Sein levanta la mirada ve a alguien completamente opuesto y no solo hablando de lo desencajado que se veía en el lugar, sino que dedujo que era otro de los hombres que escuchó que el chofer nombró, solo que le picaba la curiosidad de cuál era y porque iba al otro extremo de la mesa, tomando asiento, arrastrando la silla como si estuviera tan molesto que deseaba rayar el suelo.
Su mirada lo confirmó cuando lo vio observar con demasiada ira contenida en esas penumbras de ojos, que chocaban con lo claro de Tier, cosa que lo intrigó, creía ser el único que tenía cierto recelo por esa situación, pero al ver al contrario lo dudó.
Para ese momento ya la atención de Tae lo mantenía bajo su tutela, aquellos ojos oscuros, contrastaban con los remolinos de noche que caían a medio de su hombro y su piel tostada, Tier ciertamente no los había visto en persona, pero podía decir que las imágenes no le hacían justicia a aquellos pectorales, brazos y altura. No desvío la mirada y el contrario tampoco lo hizo.
Era una guerra de la noche contra el día, porque Tier estaba bañado por el beso del sol, blancura que daba crédito a ese lugar tan gélido e impasible, que solo contenía una belleza impactante, ojos que no podías negar que poseían una galaxia dentro, una que bailaba confundida por una aurora boreal, para luego darle cabida a él, siendo hijo directo de una noche, salvaje, apasionada, que lo llenó de esas facciones tan marcadas, pupilas que tenían directamente en ellos la firmeza de la luna, con la piel bronceada, besada por el mar, el calor.
Nadie se había atrevido a hacer nada, por lo que Namjoon suelta leve, ligero, intentando cortar la tensión que se había creado.
—Él es Iangguk— proporcionó Kim a modo de información, más para los demás que para Tae.
Mientras Tier lo miraba con curiosidad, Iangguk lo miraba con rabia pura y palparte. El contacto solo se rompió cuando las personas del servicio se acercaron a servir los platos, hechos específicamente para cada uno, su plato favorito, como una bienvenida.
El silencio volvió a ser incómodo, pero como si Dios hubiese oído sus plegarias, Jimin, abrió la boca.
—¿Entonces, cuanto tiempo les tomo aprenderse todo este lugar? Es demasiado grande— pregu6nto, quizás él sintiera el ambiente tenso, pero el primero en romperlo fue el pelimiel.
—Namjoon vive aquí desde hace un par de años, yo me crie aquí, así que tuve más tiempo para conocer el lugar— la respuesta de Tier fue dada con entusiasmo, más manteniéndolo a raya —podrás conocer todo el lugar más rápido de lo que esperas.
— Me tomará algunos años como a Namjoon, de seguro— Jimin desvío su mirada en su dirección y a Tae se le quitó un peso al ver que le daba una sonrisa amistosa.
—Esperemos que no. Podría guiarlos cuando gusten, hay sitios muy bellos, me gustaría decir que más cálidos; sin embargo, eso solo es así en las habitaciones —este volvió a su cena entre sus conversaciones— ¿Tienen todo lo necesario para cada uno?— preguntó Nam y los invitados levantaron su cabeza.
— Lo dices como si fuéramos a quedarnos— dijo Iangguk, con una voz baja, pero aun así el enfado se hacía notar, así como ese tono rasposo, casi cosquilleando en los oídos de todos.
Tier se contuvo de girar los ojos. Aquellas actitudes lo molestaban tanto como lo calentaban, pero como no ocurriría nada que saciara aquello, como el picor de mano al pensar en dar una cachetada por lo grosero que sonaba, más aún considerando que Namjoon estaba dando de su parte para que todo sea agradable.
—Lo dice de esa forma porque esperamos que se queden— respondió esa vez Tier, no lo miró, se concentró en el plato que tenía en frente, poniéndose a cortar la carne- pero tú hablas como si no existiera la posibilidad de que así sea ¿A qué se debe?
Iangguk da una amarga, sin gracia y corta risa, Taehyung no había levantado la vista hasta que escucho como dejo caer el utensilio sobre el plato.
—¿Hablas en serio o es una broma?— cuestionó el mayor, levantando las cejas con una expresión molesta.
— Te sorprendería lo mal que se me da las bromas, IanGguk— Tae miró a todos, quiénes seguían la discusión con la mirada, tratando de ser discretos.
Taehyung mantuvo la mirada unos segundos más sobre Hoseok que sobre los demás, él parecía ser el mas asustadizo por lo que al rubio le preocupaba que aquella discusión lo alterase, lo encontró observando fijamente sobre su plato, sus manos estaban escondidos y de alguna manera había logrado hacer que su cuerpo pareciera mas pequeño, quizás con todo lo que paso lo tomo como habilidad, se dejó a sí mismo que debía preguntarle sobre eso más adelante.
Cuando volvió la mirada hacia Iangguk, aquellos ojos oscuros que denotaban desafío seguían de la misma forma, enrabiados y Tier los observo desde su espacio, tan minuciosamente como podía aquellos ojos, buscando algo que, aun siendo difícil para una persona como él, en sus condiciones, le diera la respuesta a lo que se preguntaba.
—Tú no estás obligado a estar aquí— cuando el rubio dio su respuesta estaba un poco mas frío de lo que deseaba. Molesto por tener un excelente plato de chateaubriand frente suyo y no poder probarlo aún— Nadie está obligado, y si tú no puedes comportarte en la mesa como...
—Creo que aquí todos somos adultos, como Tier ya ha dicho, nadie está obligado, todos están aquí para llegar a un acuerdo que quizás le conviene y en caso contrario cada uno volverá en donde residía, sin perjuicio, así que eso dicho, y como adultos que somos, podríamos solo disfrutar el almuerzo para luego tratar todos aquellos temas ¿Podría ser?— Namjoon había interrumpido lo que el menor decía tan pronto como oyó la manera en la que su voz tomaba un tono a más alto de la usual.
Todos en la mesa lo miraron tan pronto abrió la boca y por alguna razón, todos asintieron, incluido y aun con mala gana, el que había encabezado tan tensa conversación. Namjoon observo su plato por unos segundos, sentía como su corbata apretaba un poco mas su garganta solo por lo que había hecho y no se equivocaba al sentirse nervioso. Encontró la fría mirada de Tier sobre si apenas levanto la cabeza, aquellos ojos le daban una advertencia, él lo sabía, deseaba poder disculparse, y su rostro demostraba aquello, mas dudada de si Tae era capaz de percibirlo.
Namjoon movió la mano por sobre la mesa, discretamente tratando de tomar la mano del contrario, pero este, aun sin cortar sus miradas la aparto y lo vio enderezar la espalda, a Namjoon se le ahuecó el pecho, pero no dejo de mirarlo hasta que el otro lo hizo, fijándose en su plato, lo alejo un poco de sí mismo y se acomodó de forma distinta, podía notar que no estaba interesado en comer, se reprochó todo aquello en los minutos que pasaban hasta que escucho que aquel que había comenzado con todo ese disturbio se aclaró la garganta.
Namjoon lo miró casi con ofensa, el contrario había terminado de comer y nuevamente miraba al rubio desde la punta de la mesa, Tier le correspondió la mirada.
—¿Has terminado?— preguntó el menor, aquellos ojos blanquecinos seguían fijos en aquel desconocido cuando asintió —En ese caso, podríamos ir adelantándonos, si no les molesta, iré al despacho con Iangguk mientras terminan el almuerzo, así vamos adelantándonos, luego podrían ir a sus habitaciones, o recorrer a gusto, solo pregunten a quiénes estén cerca, para no perderse, Namjoon también podría indicarles lo que quieran, siéntanse como en casa, cuándo termine pediré que los llamen para que podamos hablar— la voz afable de Tier había vuelto.
Iangguk ya estaba de pie para cuando esté lo había hecho, Namjoon se predispuso a ponerse de pie a su vez, pero con una mirada obtuvo la respuesta ante ello, Tier le dio una mirada que, aun sin el quererlo, lo había dejado congelado sobre el asiento, comprendiendo el mensaje que deseaba que él se quedara en su lugar, o que no lo quería cerca, sin embargo, tuvo la esperanza de que no sea así, tuvo que contener la respiración un segundo cuando lo sintió pasar por detrás de él en dirección a la salida, por el costado vio como el gran y extraño hombre lo acompañaba pasos atrás.
Para Namjoon el plato que tenía frente ya no le apetecía, el reloj parecía no moverse y por un momento espero que Luxus hubiera tomado un vuelto antes de lo previsto y estuviera ya llegando. No podía remediar todo aquello solo y no tenía mas opción que acompañar a los extraños que, aun en silencio, comían tan adentrados en sí mismos, debía esperar y ver como aplacar el enojo que genero en su señor.
Holii, aquí kimi reportandose ¿que les va pareciendo el libro? ¿Ya van teniendo personajes fav? En lo personal el mío es luxus sjdjjs, bueno, gracias por seguir leyendo, comentando y votando, significa mucho para Eris y para mí, dentro de poco tendrán un booktrailer 🫂
Pd: recuerda cariño, la vida es un día a la vez, eres genial! No lo olvides, con amor; kimi.
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