La tripulación de Luffy es tan extraña como podría haberla imaginado, y eso es lo que la hace tan perfecta. Todos son tontos a su manera, siguiéndole la corriente a Luffy en todo momento. Ace los conoce de solo un rato, pero ya se ha encariñado con ellos. Sabe que sus hermanos de barco disfrutarían frente a este grupo de novatos impresionables.

Impresionables, de hecho, y con poca experiencia en una o dos áreas de la vida. El mejor momento de todos es cuando, durante el desayuno del día siguiente, llega un News Coo para él.

Nami es la primera en darse cuenta de la gaviota. Se levanta para tomar el periódico y Ace observa con diversión un tira y afloja entre el animal y la pelirroja hasta que las negociaciones acaban y ella consigue un descuento inaudito. Cuando toma el periódico, otro papel se desliza.

—Dice que está dirigido a Portgas D. Ace —explica el fascinante doctor del barco de Luffy—. Se lo dio un humano con peinado de palmera. Bueno, dice 'con peinado del árbol de los dátiles', que es la palmera del desierto —dice mirando a la princesa de Arabasta (y sí, no va a profundizar en eso porque Luffy es Luffy) para confirmar.

Ace toma la carta y la abre. Nota la curiosidad discreta de Vivi y Sanji, que están sentados cada uno a un lado suyo. Luffy es menos moderado, se para tras él para leer por encima de su hombro.

«¿Llegaste a salvo a Arabasta? Quién fuera el sol del desierto para darte todo el día. Ten cuidado de por dónde se te mete la arena, hay lugares que no comparto con nadie. Te echo de menos en mi cama. Tuyo, Marco.»

Se oye un chillido ahogado del lado en el que está Vivi. Ace mira a la chica y se da cuenta de que su rostro está imposiblemente sonrojado. Mirando a su otro lado, Sanji mira la carta abandonando todo el disimulo. El rubio tiene la mandíbula abierta y los ojos desorbitados. En shock.

Tras él, Luffy siempre ha sido un poco más lento en la comprensión lectora. Se acerca de nuevo a la nota y lee en voz alta.

—Ara... Arabasta... —Lee la palabra viéndola escrita por primera vez—. Quién fuera el sol del dee... ¿desierto? para darte...

De repente Vivi se levanta y empuja un muslo de pollo hacia la boca de Luffy. El azabache se lo traga con hueso y todo, sin parpadear, y mira a la princesa con una sonrisa.

—¡Delicioso! ¡Gracias, Vivi! ¡Quiero más!

—¿Qué es? —Pregunta Usopp con curiosidad mirando las reacciones exageradas de los otros.

Sanji parece recomponerse. Bebe un poco de agua, pero en lugar de continuar comiendo el desayuno, mira a Ace.

—¿Es eso... alguna broma de tus nakama?

Ace sonríe.

—Es una nota de Marco —dice sabiendo que algunos de ellos reconocerían el nombre del infame primer oficial de Barbablanca—. Es mi amante.

Sanji se atraganta con la nada, Usopp chilla y Vivi se tapa la cara. Zoro arquea una ceja y Nami se levanta para mirar el contenido de la carta con un leve asentimiento.

—¿Él te sedujo? —Pregunta la chica desvergonzadamente. En realidad, parece estar pensando en algo que se escapa de la comprensión de Ace.

—No, yo lo hice —admite sonriente.

La navegante lo mira pensativamente y asiente. Camina hacia un botellero y saca una botella de vino y dos copas.

—Cuéntame —es lo único que ella dice mientras le sirve una copa a él y se queda otra para ella.

Ace sonríe de nuevo y mira a su hermano pequeño y a su tripulación. Alguien tiene que abrirle los ojos a estos niños antes de que algún tipo malvado intente aprovecharse de alguno de ellos, ¿verdad?

Después de Arabasta nos iremos directamente al clímax (pero no el tipo de clímax divertido al que quieren llegar Marco y Ace <3)