Necedad viva
La mujer abastecía
de los perfumes que disponía,
amaba su fragancia
tanto así que no dormía;
"Tonta, tonta, tonta" se repetía,
una más del montón que vivía.
La muerte la buscaba
cansada y vívida,
una cosa absurda
que en la noche se sumía.
"Mañana amanecerá".
No pierdas más,
la muerte le aconsejaba
en su necedad.
(The Writer)
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro