Llegas a mí, me invade tu perfume,
y el primer beso de ti ya me estremece.
Me miras con deseo y con dulzura,
y el tiempo simplemente se enlentece.

No es preciso el hablar: tú me comprendes,
pues padeces la ausencia que separa,
y con tan solo sentir que tú me abrazas,
ya sé lo que la tarde nos depara...

Llenémonos de besos y olvidemos,
los minutos ausentes, las distancias...
Unos besos que prueben que tenemos,
para amar las más infinitas ansias.

En mi piel mil caricias me dibujas,
y tu abrazo muy pronto me convence.
No sé por qué el temblor ya me ha llegado,
y el deseo de ti, mis fuerzas vence.

Palpas mi cuerpo en busca de detalles,
y me invades con besos que me llegan
con un suspiro ahogado de tus labios,
y esa pasión inmensa que me entregan.

Me susurras tu amor, yo te respondo
que te amo sin límite y medida.
Son tus manos la fuerza que me impulsa,
eres tú la gran dicha de mi vida.

Finalmente ya el tiempo se detiene,
imposible será que de ti huya.
Al fin volví a sentir que has sido mío,
y tú podrás saberme solo tuya...