En el corazón nadie manda, él sólo se enamora, no entiende de clase social,
edad o posición, aveces ni siquiera de género.

El corazón se deja llevar,
se entrega sin pensar, en las consecuencias, ni siquiera se cuestiona,
si esa persona va a corresponder,
sus sentimientos.

Él sólo ama, nunca razona, el corazón no piensa, sólo siente.

¿Es malo que el corazón,
no pueda pensar o razonar?

Supongo que sí, pero no me importa,
yo ya decidí, y a pesar de lo que digan,
seguiré a tu lado.

¿Sabes lo que dicen de mí por ahí?

Pobre idiota, pobre iluso enamorado,
dicen que estoy ciego y loco,
perdido por tu amor.

Y es verdad, lo acepto.

Tan sólo soy un simple humano,
ciego y loco de amor.

Siempre me dices,
que no me puedes amar, como merezco, que es mejor tu amistad,
que falsas ilusiones, de un posible amor.

Pero yo elegí, y ya vez,
prefiero el desafío, de lograr enamorarte un día de mí.

Conservo la esperanza,
de vencer al fantasma, de aquel amor,
que hirió tu corazón.

Mantengo la ilusión, de que un día,
puedas olvidar las heridas,
y puedas llegar a quererme,
aún que sea un poco.

Por mientras me basta,
con un poco de tu cariño, ese que guardaste, y olvidaste dar.

Con ese cariño me quedo yo,
yo me enamoré de ti, sabiendo que lo nuestro, no sería fácil,
sabiendo que tenía, que pelear con los fantasmas, del pasado.

Pero mi amor por ti es tan grande,
que prefiero pelear, toda mi vida,
con esos fantasmas, que perderte para siempre.

Sé que con paciencia y amor,
lograré conquistar tu corazón,
mi amor es puro y verdadero,
por eso sé que un día, me amarás tanto,
como yo te amo a ti...