Me juzgan por pasar horas leyendo, dicen que es una estupidez, una pérdida de tiempo. Nadie sabe que leo la vida de otros, para olvidar mi vida.

Me juzgan por pasar horas escribiendo, dicen que es absurdo, que nadie me paga por hacer tal ridiculez. Nadie sabe que escribo historias, para escapar de mi realidad y así poder seguir fingiendo una alegría que no existe.

Me juzgan por pasar horas durmiendo, dicen que soy una vaga, que debería hacer algo productivo, que nadie me mantendrá. Nadie sabe que duermo, sólo para no sucumbir a la tentación de hacer algo peor, la navaja en el cajón de mi ropero cada día se vuelve más tentadora, la idea de dejar de sentir, cada día se vuelve más difícil de evadir.

Me juzgan por ser un antisocial, dicen que por eso ni amigos tengo. Nadie sabe que evitó pasar tiempo con las personas, para no encariñarme, para que así nadie me lastime al rechazarme.

Me juzgan por no tener una pareja, dicen que me haré vieja y me volveré amargada y me quedaré sola. Nadie sabe que deseo con toda mi alma encontrar quien me pueda amar y poder amar, pero nadie a podido saber como llegar a mi corazón.

Nadie puede entender mi silencio, nadie oye el grito de mi corazón, implorando que alguien lo ayude.

Nadie puede entender mi rabia, esa rabia que explota cuando ya no puede aguantar la presión que ejerce el dolor en el alma.

Nadie sabe cómo soy o porque hago las cosas, nadie lo sabe, porque nadie me a preguntado nunca, que hay detrás de mis acciones y actitudes, nadie pregunta, porque a nadie le interesa saber.

Nadie puede comprenderme, porque nadie se ha tomado el tiempo suficiente de conocerme en verdad, sólo se quedan con la imagen superficial que muestro a todos, nadie me comprende, porque nadie busca entenderme.

Siempre estoy entre la espada y la pared, muy débil para romper la pared y muy cobarde para dejaŕme atravesar por la espada, mi vida está condenada a esto, siempre quieta, siempre aguantando todo, viviendo sin vivir, fingiendo sonrisas mientras mi alma solloza.

Me juzgan, pero no saben quien soy,
¿ Por qué me juzgan ? ¿ Acaso ellos son tan perfectos ?.

Me pregunto constantemente. ¿Serán felices si dejo de existir? ¿ Dejaré de sentir, si logró cerrar los ojos para siempre?.

Aveces la persona más feliz y alegre tiene el corazón más triste.
Aveces la sonrisa más hermosa y pura es sólo fingida.

Nadie sabe del dolor del alma, porque nadie ve las lágrimas que se derrama a oscuras y en soledad.