Intuyo que es dolor lo que encuentro,
siento espinas impuestas en el encuentro;
no, no es un mero sentimiento,
tampoco es más que un triste pensamiento.

Hago las cosas que hago para que no me odies,
y te haré reír para que no te rías de mí;
digo las cosas que digo para que no me vacíes,
y les haré sentir para que no sientan por mí.

Encerrado, así me siento,
en libertad ya nunca pienso,
porque ya nunca lamento
la locura en descenso.

Dime, ¿amas por temporadas?
Dame un motivo.
¿Amor en sentimiento, siempre encerradas?
Dime su sentido.

Mejor dime, ¿yo soy el falso?
¡Pero si todos somos iguales, un infierno!
Nos creemos nuestras mentiras,
servidas para protegernos.

Aún repitiendo en la oscuridad,
habitación vacía y nada más,
y viendo la muerte como deidad,
«¿por qué soy esto y ya?»

Y ahora que lo pienso,
sin llegar a decir lo que siento,
pero ahora que te recuerdo,
que te ves muy familiar, mas años han pasado,
¡aunque supongo que maduré al final! ¿Siquiera esto es cuerdo?
¿Por qué tanto tiempo? ¿Acaso no decías que estabas tan preocupad...?
¡Lo siento, déjalo!