Hace tanto que no escribo de felicidad,
pareciera que en mi vida las nubes negras nunca se irán.

Todo oscurecido,
nada que se pueda buscar.
Pasos de olvido,
Y nada se puede borrar...
Solo se podía continuar.

Un triste poema me ha definido,
En lo melancólico  de mi pensar.
Pocas palabras surcaron el cielo, con su tétrico volar.

Llenaron de llanto el cielo y empezaron a llover,
por los ojos más  inquietos las  lágrimas se paseaban sin quererse detener.

La neblina tan espesa mantenía la humedad,
el sol en su pereza no quería alumbrar.

La noche con su manto negro, todo lo absorbía.
La luna en protesta,
tampoco  aparecía.

El silencio reinaba con sollozos a escondidas;
en la marea alta los barcos se perdían.

En el cristal replicaban las gotas que caían, pocas se colaban por el agujero que el viento le abría.

Todo tan profundo como el océano inmenso, todo tan dramático como el cuento lleno de suspenso.

Me falta tanto por escuchar y de callar ya estoy cansado,
suelo acumular algo que me sigue  ahogando.

Todo a veces parece inerte,
El buen destino con su suerte.
Estando débil  y deseando ser fuerte.

Una pequeña luz se cuela en la oscuridad a duras penas, es el reflejo del amor que aún  con todo el odio presente,
no me saco de mis venas.

RONY SANTOS.