Entonces es todo, no quedó de otra ni modo.
Tocará salir de nuevo del lodo y como siempre, solo, porque solo yo me quedé queriendo
y tengo que desechar todo el sentimiento, alejarme un poco, a ver si recupero algo de lo que se llevó el viento,
y ojalá deje de sentir lo que siento.

Ojalá y se pudieran reciclar las emociones y los sentimientos,
pero no se puede hay que tirarlos y volver a empezar de cero,
pero lo único que es cierto,
es que maduras con lo que vas sufriendo,
el dolor te va tallando espero y sin resentimiento,
porque es un proceso que se destruye fácil pero volver a reconstruir lleva demasiado tiempo,
algunas partes se quedan dañadas eternamente porque lo que sentiste fue tan fuerte que deja huellas en lo que las sostiene.

Todos hablan de reconstruir pero no de lo que pasa si te equivocas y quitas la pieza que no era y se te inunda toda la pradera,
se te destruye todo un proceso y necesitas drenar todo desde el comienzo, llorando, gritando por ratos, morir de vez en cuando, sentir que la vida se te está acabando, pero volverás a brillar solo que no te sabría decir cuándo.

Es el precio de vivir y sentir tanto, es el beso de la vida que te cubre con su manto, amar es un juego de apostar y no siempre se sale ganando,
pero tiene su magia el suspenso de saber si en las cartas tienes buena mano,
quizá y los ases estén de tu lado y no tengas que esforzarte por usarlos, ya que la apuesta la habrás ganado y quizá solo quizá puedas amar hasta que los latidos de tu corazón se hayan acabado.

Rony Santos...