No me queda más que recordar que algún día existimos, que en algún momento fuimos más que dos simples desconocidos, quizá en cierto punto hubo amor, pero ahora resulta que todo se arruinó y todo terminó cada quién por su camino. Quizá cuando todo empezó se marcó en el destino que solo aquí llegaríamos tu y yo y no podría ser distinto.

Recordar vaya tortura autoimpuesta, quisiera saber que responder pero para la pregunta del adiós no hay una buena respuesta, es como si perder todo es la única consolación para está maldita apuesta, le aposté a amarte para siempre y el siempre nunca llegó ni a la vuelta, porque llamé al número de tú corazón y nadie atendió se cerró para siempre esa puerta.

Recordar con amor recordar con tristeza recordar que alguna vez amé demasiado a quien me amo con pobreza, pobreza de sentimientos pobreza de empatía nunca se detuvo a pensar en el dolor que su recuerdo conllevaría, solo se marchó y se llevó tanto, me arranco el corazón y esa pieza me sigue faltando.

Mis pies están cansados de correr detrás de ella, de esperar que la luna se recuerde de su estrella, la que más brillaba a su lado, la que más segura se sentía en su regazo, la que sigue extrañando lo tierno de un abrazo, la que la amo demasiado, le brindo su luz cuando su brillo se le había acabado, se extinguió en un recuerdo que no se borró con el tiempo se quedó susurrando en el viento hasta morir en cada intento, hasta desaparecer en la memoria que la sigue destruyendo.

Rony Santos...