Ella llovió en mi verano,
Temía correr y tomó mi mano.

Quería que ese sueño fuera eterno,
anhelaba  sanar después de estar de soledad enfermo.

Temía,
que si abría los ojos,
ese sueño acabaría,
y la realidad vino a despertarme, con la luz de un nuevo día...

Ella sonrió con satisfacción,
se burlaba de mí situación.
Ese día no me levantaría,
regadas en mi almohada muchas lágrimas dejaría.

Me sentía  tan débil e impotente;
Irónico  y demente,
estaba destrozado y era evidente.

Ahí  es cuando entendí,
que no todos los sueños se llegan a cumplir.

Dicen que los sueños mueren solo cuando muere el soñador, cuando son cambiados por otro mejor.

Sentado en el borde de la cama mirando al vacío;
viajando al pasado que fue tan tuyo como mío.
Un poco somnoliento,
recordando ese triste momento. Saboreando el fracaso;
Intentando  asimilar un golpe tan violento.

Perdido en memorias y sueños clausurados,
barquitos  de papel que se hundieron por ser tan pesados.
Así ha sido como muchos de mis sueños se quedaron empolvados, se llenaron de polvo por dejarlos guardados o  quizá ya están olvidados.

Rony Santos...