Sabía que me despedía para ya no volver,
ese adiós sellaría lo que ella fue...

Lo hice despierto,
lo hice consciente,
estaba hablando de retroceder para que tenga la felicidad que merece.

Esta vez no habría retorno alguno,
era la forma de arreglar algo de lo que se arruinó.

Tomaría la fuerza necesaria para aguantar la respiración,
necesitaba mucho aire para no romperme frente a sus ojos en esta ocasión.

Estaba dejando con ella una gran parte de mí que quizá nunca recuperaré,
me estoy haciendo pedazos pero no sé lo demostraré,
tendré que ser fuerte por amarle,
el daño que le hice no puedo repararle,
por eso debo alejarme.

Una enorme sonrisa en mi rostro se dibuja,
mientras por dentro siento que estalla todo como una burbuja,
una dirección que perdió su brújula.

Ya no puedo brindar la felicidad que necesita,
ella merece tanto amor y que nunca se apague su sonrisa...

Yo fuí un error de los peores cometidos,
soy un jugador que reconoce que ha perdido.

Trate de ser su mundo y no logré mi cometido,
ahora dejarla tranquila es algo que me he prometido;
aunque eso sea un golpe invertido, que me deja el corazón partido.

Desde que la he querido amar solo la he dañado,
ahora todo lo que provoqué no puede ser remediado.
Ella está sufriendo queriendo forzar, algo que no le nace tan solo por no querer verme llorar.

Yo la amo tanto pero nunca la supe apreciar de la manera correcta,
a la hora que debía pasar.
No fue hasta que la perdí que pude entenderlo...

Nos amamos en diferentes tiempos, creo que hubiera sido mejor nunca conocernos;
así no la lastimaría de una forma tan idiota,
soy un soldado que acepta su derrota. Y si en esta vida no se pudo,
espero puedas perdóname en la otra.

-Rony Santos-