A veces es difícil no comprender el  "porqué"  llegas a amar tanto a una mujer. No te enamoras simplemente  de lo que ves, hay algo más allá más profundo de la piel... quizá  en sus adentros en todo su ser.

No escribo para enamorar ya que no sé hacerlo, yo quisiera  encontrar alguien para al fin comprenderlo. Mis intentos fracasados sólo me han dejado; lastimado y desconfiado.

Nadie comprende que es lo que temo, ya que ellos no saborearon la amargura de ese dulce veneno.

Y quizá  esté poema tenga algo de razón, no le entregas a cualquiera las llaves de tu corazón. No sé  cuántas veces la llave se ha extraviado y el problema fue que al no entrar responsable me tocó cambiar muchas veces la cerradura y el candado.

Duele tanto estar del otro lado, queriendo tener  un único lugar y saber que tan fácil te han reemplazado. Quisiera no ser tonto y no dejarme llevar,
por promesas vacías que no se cumplirán.

La creí  tan única y tan especial, resulta que mis ojos enamorados no se daban cuenta de la realidad. Y bueno es posible  que tuviera algo de diferente a su modo, pero igual que el resto me dejó botado en el lodo.

Y no niego que espera más  de su parte, pero siendo sincero sabia que  algo así  podría pasarme y por más  que una pieza te llegue a gustar, a veces crees que contigo encaja pero no te llega a llenar, es solo tu perspectiva la que le daba esa cualidad... La amabas a ciegas y hoy duele ver la claridad.