Soy un ser raro y difícil de explicar, por el lapso de los tiempos, era alguien en un mundo trágico sin rumbo como un gato callejero.

Soy o era como un gato negro, lleno de mala suerte, tragedia, caos, para el mundo y todo aquel que estuviera cerca mío.

Soy y seguiré siendo un ser misterioso como el gato, aparezco de la nada desde las sombras.

Un día me encontré con la mejor persona que pudo mandar el destino, eras tú.

Eras como lo que siempre estuve buscando, una dueña para este pobre inocente animal.

Pasa el tiempo como si fuera la brisa o el viento, rápido en silencio, capaz que de algo me perdí en esos momentos.

Que ya no sé porque otra vez volví a cambiar,
volví a creer en mí,
volví a intentar sonreír,
volví a pensar en los demás.

Era como que un gato negro de la calle fuese recogido por una alma muy linda, una chica fuerte, pero con algo que le faltaba.

Como un gato que no creía en nada ni nadie, pero comenzó a creer, confiar, a esperar algo de alguien.

Pero para qué, simplemente era ese gatito, que solo quería un abrazo de esa persona.

Ese gatito que se convirtió en un ser indefenso, no sé por qué, ni cómo, pero sentía que tú me podías proteger.

Que me podías curar todo, que con una sola palabra me sentía bien, aunque oculté muchas cosas, desearía no hacerlo.

Un gatito nada normal, un gatito triste, capaz muerto en vida, que comienza a vivir.

Soy un gatito algo tonto, algo estúpido, capaz sea el gatito que ella nunca podrá abrazar, pero este gatito lo único que desea es un abrazo suyo.

Soy un gato, que solo le hace sentir mal con su presencia, este gato le pide disculpas por no ser como esperaba.

Pase de ser un gato frío, a un gato lleno de cariño, un gato que daría su vida por verte feliz una y otra vez.

Aunque dice que sería feliz si yo lo soy, ¿cómo quiere que lo sea si ella no lo es?

Da igual, en el paso del tiempo las cosas, el caos, la soledad, los problemas, cada vez nos consumen.

Sin esperanzas cada vez, sin sentido porque seguir, ambos con diferentes problemas, mismo sentimiento.

Sé que solo quiere nadar en las aguas claras, sentirse libre como un pez, relajarse en las lágrimas de la naturaleza.

Sentirse en paz y nostalgia, olvidar lo que recuerda a diario, a lo contrario de su gatito que no puede nadar por el miedo.

Que tu gatito solo quisiera sacarte de ese lugar, pero no puede porque ve que es lo único que te hace feliz.

Pase lo que pase, ahí estaré transformado en un animal sencillo, tranquilo, esperando que salga para volver y cuidarla desde lo lejos.

La distancia nos puede separar, pero nuestro cariño nos une más de lo que te puedes imaginar.

Porque siempre, solo soy un gatito que quiere estar a su lado feliz.

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