Cómo pasa el tiempo, ¿no?

Ayer era un niño llorón que buscaba la felicidad. Hoy soy un joven que sigue intentando encontrarla.

Son dieciocho años en esta vida llena de mentiras y verdades ocultas.

He aprendido a decir lo que me dicta el corazón, he aprendido de duras caídas y fuertes recuerdos.

Aprendí que una persona puede cambiar el mundo si se lo propone.

Aprendí que los héroes no usan capas, túnicas o algo que los haga ver geniales.

He aprendido que la naturaleza, es la única que puede destruir el mundo, pero las personas la destruimos a ella y con ella al mundo.

He creado una dura coraza en mi corazón. Capaz, todos piensan que están dentro de él, pero créanme eso es solo la primer puerta de miles.

Muchos llegaron a la meta, pocos se quedaron...

De las miles de persona que conocí, a las que se quedaron nunca las dejaré ir.

Han pasado dieciocho años, mírame he cruzado por hospitales, salas de urgencias, miles de veces. He pasado por situaciones que no le desearía ni a mi propio enemigo, mírame, he perdido cientos de personas, he visto morir a muchos frente mío, me he despedido de millones, solo decenas han vuelto, me han golpeado docenas de veces.

He llorado muchas veces por muchas personas, he entregado mi corazón tantas veces que siempre vuelve peor.

Ten algo en cuenta: si tengo que destruir, cortar, romper mi corazón para reparar el de alguien más, lo haría sin dudarlo.

En estos años sería un milagro que esté de pie, pero prefiero pensar que en vez de que el mundo nos lastima, nos hace más fuerte.

Soy fuerte con todos, porque si te muestro mi debilidad vas a llorar conmigo como si te estuviera lastimando sin piedad.

Ya tengo dieciocho años a meses de cumplir otro año más, dieciocho años sobreviviendo en la vida, luchando, aprendiendo.

No estuve listo para lo que ya viví y no estoy listo para lo que viviré, pero lograré sobrevivir.

No olviden votar y comentar que les pareció... Les deseo siempre buenas vibras.