Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

20. Libros

 Se dirigieron juntos a la habitación de Gavi y se acomodaron en la cama. Pedri se recostó, apoyando su cabeza en las piernas de Gavi, mientras el sevillano abría el libro y comenzaba a leer. Mientras Gavi leía en voz alta, acariciaba suavemente la cabeza de Pedri con sus dedos.

Pedri cerró los ojos, dejándose llevar por la voz de Gavi y las caricias en su cabello. Sentía una calidez reconfortante en el ambiente, una intimidad que lo envolvía por completo.

—"Jo se paró junto a la ventana, mirando las hojas caer lentamente. Sus pensamientos vagaban hacia sus hermanas, y cómo el tiempo había cambiado tanto..." —Gavi leía con voz suave y cadenciosa, creando una atmósfera mágica en la habitación.

Pedri abrió los ojos y miró a Gavi con ternura, observando la concentración en su rostro mientras leía. Cada palabra parecía cobrar vida en sus labios, y Pedri se sentía más cercano a él que nunca.

—Me encanta escucharte leer —murmuró Pedri, sin interrumpir demasiado.

Gavi sonrió levemente, sin dejar de leer. Continuó con la historia, creando un puente entre la realidad y la ficción que compartían en ese momento. Sus dedos seguían acariciando el cabello de Pedri, y el tiempo parecía detenerse para ellos.

Finalmente, Gavi cerró el libro, marcando la página con un separador.

—Es un libro hermoso —dijo Gavi, mirando a Pedri con una mezcla de cariño y timidez.

—Lo es —respondió Pedri, incorporándose un poco para quedar más cerca de Gavi—. Pero lo que más me gusta es que tú me lo leas.

Gavi se sonrojó, su corazón latiendo con fuerza. Pedri tomó su mano y la llevó a sus labios, dejando un beso suave en ella.

—Gracias, Gav —murmuró Pedri, sus ojos brillando con sinceridad—. Por todo.

Gavi solo pudo sonreír, sintiéndose más conectado a Pedri que nunca. Acarició una vez más la cabeza del canario, deseando que ese momento durara para siempre.

Gavi se recostó de nuevo, apoyando su cabeza en el pecho de Pedri mientras este acariciaba su cabello con ternura. Ambos se quedaron en silencio, disfrutando de la tranquilidad y la cercanía.

—Pedri, ¿cómo haces para no matarte con tantas guardias en el hospital? —preguntó Gavi, rompiendo el silencio.

Pedri soltó una pequeña risa, sus dedos jugando distraídamente con los mechones de cabello de Gavi.

—Bueno, no es fácil, eso seguro. Pero a veces, vale la pena —respondió Pedri.

Gavi levantó la cabeza, mirándolo con curiosidad.

—¿Vale la pena? —repitió, arqueando una ceja—. ¿A qué te refieres?

—A veces, todo el esfuerzo y el cansancio valen la pena por conocer a personas especiales —dijo Pedri suavemente, su mirada fija en los ojos de Gavi.

Gavi parpadeó, sintiendo que su corazón se aceleraba.

—¿Especiales cómo? —preguntó en un susurro.

Pedri sonrió, su mirada llenándose de ternura.

—Especiales como tú —dijo, inclinándose para dejar un beso suave en los labios de Gavi.

El beso fue breve pero cargado de significado, un toque delicado que transmitía todo el afecto y los sentimientos que Pedri había estado guardando. Gavi cerró los ojos, entregándose al momento, sintiendo la calidez y el amor en cada segundo que sus labios estuvieron unidos.

Cuando se separaron, Gavi abrió lentamente los ojos, encontrándose con la mirada intensa de Pedri. Ambos estaban respirando entrecortadamente, pero no había duda en sus ojos, solo una conexión profunda y sincera.

—Pedri... —murmuró Gavi, sintiendo que las palabras se quedaban cortas para expresar lo que sentía.

Pedri sonrió, acariciando la mejilla de Gavi con el pulgar.

—No tienes que decir nada, Gav. Solo quiero que sepas cuánto significas para mí —dijo con suavidad.

Gavi asintió, su corazón desbordándose de emociones. Se inclinó hacia adelante y dejó otro beso suave en los labios de Pedri, agradeciendo en silencio por el amor y la ternura que compartían en ese momento.

Tras unos minutos más de silencio, Gavi volvió a recostarse sobre el pecho de Pedri, sintiendo el ritmo constante de su corazón bajo su oído. Pedri continuó acariciando su cabello, sus dedos trazando patrones suaves y reconfortantes.

—Nunca pensé que podría sentirme así —confesó Gavi en un susurro, su voz apenas audible.

—¿Así cómo? —preguntó Pedri, con curiosidad.

—Tan... completo. Tan feliz —admitió Gavi, cerrando los ojos.

Pedri sonrió, inclinándose para dejar un beso en la frente de Gavi.

—Me alegra escuchar eso, Gav. Porque yo también me siento así contigo —dijo con sinceridad.

Gavi sonrió, sus dedos jugando distraídamente con la tela de la camiseta de Pedri.

—Eres increíble, Pepi. No sé qué haría sin ti —murmuró.

Pedri apretó a Gavi más cerca de él, sintiendo que su corazón se llenaba de felicidad.

—Y tú eres lo mejor que me ha pasado, niño —respondió con ternura—. Ahora, ¿qué te parece si nos levantamos y hacemos algo con nuestro día?

Gavi levantó la cabeza, mirándolo con una sonrisa pícara.

—¿Tal vez podríamos quedarnos aquí un poco más? —sugirió, sus ojos brillando con picardía.

— Solo un poquito más.

Gavi soltó una carcajada, asintiendo.

—Lo que diga el doctor, ¿eh? —dijo, dejando un beso en los labios de pedri.

Gavi rió, feliz de estar en los brazos de la persona que amaba, sabiendo que no importaba lo que trajera el futuro, siempre se tendrían el uno al otro.

Gavi se quedó dormido sobre el pecho de Pedri, su respiración tranquila y regular llenando la habitación con una calma reconfortante. Pedri observó cómo el semblante de Gavi se suavizaba en el sueño, una leve sonrisa aún en sus labios, y sintió una oleada de ternura y amor que casi lo dejó sin aliento.

Mientras miraba a Gavi dormir, Pedri sintió un revoloteo en su pecho, como si miles de mariposas hubieran cobrado vida, batiendo sus alas en un ritmo dulce y armonioso. Cada latido de su corazón era un susurro de amor, una promesa silenciosa de estar siempre allí, de cuidar y proteger a la persona que yacía tan pacíficamente en sus brazos.

Gavi, con su cabello revuelto y su expresión tranquila, era como un poema escrito con los colores del amanecer, cada línea y verso una celebración de la vida y el amor. Pedri se maravillaba de cómo alguien podía ser tan hermoso, tan perfecto en su imperfección. La piel de Gavi, cálida y suave, era como una página en blanco donde Pedri deseaba escribir su propia historia de amor y devoción.

En ese momento, Pedri se sintió invadido por una profunda gratitud. Se dio cuenta de que Gavi no solo era su compañero, sino su inspiración, su musa. Cada respiración, cada gesto, cada sonrisa de Gavi llenaba su mundo de luz y esperanza. Era como si Gavi fuera el sol, y Pedri, un humilde planeta, girando eternamente alrededor de su brillo radiante.

Pedri acarició suavemente el cabello de Gavi, su corazón rebosando de un amor tan puro y profundo que casi dolía. Sentía que cada fibra de su ser estaba conectada a Gavi, que su vida solo tenía sentido en presencia de su amado.

Las mariposas en su pecho seguían revoloteando, cada aleteo una nota en la sinfonía de su amor. Pedri cerró los ojos por un momento, permitiéndose sentir plenamente la intensidad de sus emociones. Era como si el tiempo se hubiera detenido, y en ese instante eterno, solo existían ellos dos, envueltos en un abrazo de amor y ternura.

Gavi se movió ligeramente, murmurando algo ininteligible en sueños, y Pedri sonrió. Se inclinó y dejó un beso suave en la frente de Gavi, un gesto cargado de promesas y cariño.

En su corazón, Pedri sabía que siempre estaría allí para Gavi, que su amor sería el refugio y el hogar donde ambos encontrarían paz y felicidad. Y mientras las mariposas continuaban su danza en su pecho, Pedri comprendió que este amor, tan verdadero y profundo, era el mayor regalo que la vida le había dado.



Looos tenía abandonados por aquiiii pero bueno aquí están mis niños.

Qué les pareció?

Los leo.

Lai una poeta enamorada <3

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro