Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

1. Bloqueo de escritor.

Gavi en serio trataba con todas sus fuerzas entender lo que estaba diciendo la maestra de Literatura Hispanoamericana, en serio trataba pero su mente le fallaba como casi siempre, se odia por ser tan malditamente perfeccionista que literalmente ha reescrito 23 veces aquel maldito trabajo de redacción poética, pero pasaba por el tan conocido y en efecto odiado bloqueo de escritor, simplemente no tenía inspiración para escribir, siquiera la música le daba inspiración, siempre lograba encontrar la dichosa "musa " en las canciones de amor y desamor, sus maestros siempre lo halagaban por ello, pero ahora ni eso lo ayudaba. Y era una verdadera mierda para él, su gran vocación era la escritura, para lo único que se sentía útil y ahora que no podía escribir, para él todo se fue al carajo.

— Señor Paéz —llamó su atención la dulce voz de la maestra — La clase ha acabado hace cinco minutos.

Saliendo del mar de pensamientos negativos y positivos, pestañeo fijándose en que lo que decía aquella docente era verdad, no había ningún alma en aquella clase sólo eran él su maestra.

— Ooh...no lo había notado, señorita Rodriguez —sonrió tímido y de forma torpe comenzó a guardar sus cuadernos.

Se despidió rápidamente de aquella amable mujer y emprendió caminó a los pasillos para llegar hasta la entrada donde una vez estuvo fuera de las instalaciones decidió que se iría caminando a su casa, no quedaba tan lejos ni tan cerca, así que eso le serviría para despejar la mente y quizás también inspirarse un poco. Se colocó los cascos y se inundo en el mundo de la música en busca de paz y quietud...o al menos eso era lo que quería. Un par de manos en sus hombros lo hicieron girar, tomándolo por sorpresa y por lo que sin mirar quién había sido el artífice de que el girase le estampo el puño en la nariz.

Se arrepintió al momento ya que vio a un joven de tez blanquecina, cabello rubio y un par de ojos marrones sosteniéndose la nariz con una mano entre quejidos de dolor.

   —¡Joder Fermín! 

Rápidamente se quitó los cascos y trato de inspeccionar la herida que le había ocasionado al rubio que cogía con fuerza su nariz evitando que saliese aún más sangre de allí, se disculpo una y mil veces con su amigo, en definitiva no era su intención golpear al pobrecito de Fermín. Tras las intensas insistencias del menor fueron a parar a urgencias en un hospital ya que le preocupaba haberle roto la nariz.

—En serio lo lamento tanto —se disculpo nuevamente sentado junto al rubio en la sala de espera.

 — Anda ya hombre que no ha pasado nada —sonrió a medias tratando de tranquilizarlo con la mano aún cubriendo su nariz.

—¡Claro que si! —exclamó asustando al rubio —¡Y si te he roto la nariz! 

— Gavi.

—¡Coño Fermín y si no puedes respirar por mi culpa!

— Gav-

—¡Tu chico me va a matar!

—¡¡GAVI!! —gritó con fuerza llamando la atención de la mayoría de las personas que estaban allí, pero no le tomo importancia sólo deseaba que el menor dejase de hablar.

Antes de que el menor protestara se hizo presente una voz femenina de una enfermera.

— Fermín López el doctor lo espera.

Ambos andaluces ingresaron al consultorio indicado por la enfermera, por lo que a su campo de visión ingreso un chaval sentado del otro lado del escritorio, con la vista fija en el computador apoyado en su escritorio. Pablo lo analizo con la mirada, su tez canela, el cabello azabache bien peinado y arreglado, sus ojos miel acaramelados y sus labios gruesos, hidratados y de color carmesí estirados en una línea recta, junto con su ceño fruncido. 

Aquella vista hizo que el menor se mordiera el labio inferior y no lo va a negar el doctor era guapo. 

Tan guapo como un poema de Mario Benedetti.

Incluso estuvo totalmente de acuerdo con las palabras de Gustavo Adolfo Bécquer "¿Qué es poesía? Poesía eres tú"

 —Creo que ni debo preguntar quien de los dos es Fermín —comentó divertido aquel hombre  de bata blanca con una sonrisa diminuta mirando a ambos chicos.

El menor pudo notar en la voz del ojimiel un acento canario, por lo que sonrió para sus adentros. 

—¿Quiere tomar asiento o...? —cuestionó el canario con tono vacilante con la vista fija en el menor.

Oh mierda...

Se había quedado mirando como idiota al doctor y ahora no solo sentía la mirada de aquel chaval, sino también la de Fermín.

Sintió que sus piernas eran de gelatina ante la mirada tan abrumadora del mayor, por lo que tras murmurar un "lo siento" con los mofletes bastantes rojos y tomo asiento junto a su rubio amigo.

...

—¡Es que te lo digo en serio! ¡Me enamoré! —exclamó el menor siguiendo a Fermín a la cocina.

Si le preguntas a alguien que no conozca al sevillano cuando está en confianza te dirá que es tímido y dulce pero no, es literalmente un niño pequeño atrapado en el cuerpo de un chaval de 19 años, es curioso, bromista, malcriado y bastante parlanchín. Por ende siempre es algo impulsivo, algunas veces su boca va más rápido que su mente y eso le ha causado problemas en varias ocasiones en su vida.

— Joder Gav —se giro con una botella de agua en la mano causando que el menor frenara de golpe su andar — ¡Sólo lo has visto una vez!

Fermín algunas veces se cuestionaba seriamente como es que terminó siendo amigo de Gavira, el menor en serio es un niño muy soñador y a veces le duele ser quién debe pinchar el globo de ilusiones que se creaba Pablo.

Pero que esperaba es un poeta después de todo ¿No?

Siguieron con la misma discusión por al rededor de veinte minutos exactamente, pero dieron por zanjado el tema  cuando por la puerta principal ingreso el novio de Fermín, que ya sabía sobre la situación que se había dado con la nariz de su chico, que gracias a dios no fue una rotura ni una fisura. Como es costumbre el menor se quedó a cenar con ellos ya que era mejor eso que volver a su departamento y sentirse miserable por no ser capaz de escribir un poema en toda su ley. 

A veces odia ser tan perfeccionista, tal vez si no hubiera eliminado completamente unas 23 veces el archivo de Word con sus intentos de crear una poesía no estaría tan estresado, pero no es su culpa es culpa de su TOC que le jode todo literalmente.  

—¿Aún no tienes progresos con tu proyecto? —cuestionó el novio de su mejor amigo.

Meneo la cabeza de un lado a otro negando — No puedo, no tengo inspiración. Y es una mierda.

— Oye no seas tan duro contigo mismo, Gavi —le sonrió amable el moreno — Ya vendrá la inspiración ya veras.

—Ojalá sea así de fácil, João —suspiro.

Y no, no era tan fácil. 

Pudo escoger cualquier tema literalmente cualquiera pero a él se le ocurrió elegir sobre el amor en si, muchos creen que puedes escribir sobre el amor sin sentir nada pero en opinión de Pablo son puras patrañas, él dice que debes sentir eso que estas plasmando en un papel para que las personas que lo leerán sientan la mismas emociones que el escritor.

 —¿Por qué no escribes sobre el doctor guapo que tanto te gusto? —sonrió el rubio.

—¿Doctor guapo?

— Ya sabes esté pequeñajo y su ojialegre —movió la mano restandole importancia.

Y bingo. 

Fermín tenía razón, le podría servir de inspiración aquellos orbes miel.

Joder necesitaba un café, su bolígrafo y su diario.

 —¡Fermín eres un puto genio! —exclamó levantándose de un bote del sofá.







Amarte ha sido una síntesis perfecta entre soñarte en mil vidas y encontrarte justo en ésta   

—Pablo Neruda









No se ustedes pero estoy amando esto.

En fin.

Los leo.

Lai una poeta enamorada <3

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro