Poema 17 (Tormenta)
Soy la tormenta que cambió tu rutina, que no dejó que el sol quemara tu bello ser.
No pienses que mi oscuridad es siempre mala.
Solo te dejé en las sombras para que pudieras ver, que la luz se aprecia más cuando estás a oscuras.
Yo te guío, mírame a mí no a tus pies.
Los demonios también fuimos Ángeles.
Yo también fui parte del bien, tal vez hoy no lo veas así, pero mi forma de amarte es mi forma más común de querer.
Otros guían con una luz brillante, yo solo te muestro el camino con un rayo al caer.
Unos te dedican sinfonías de los pájaros al amanecer, pero tu escuchas los truenos y sonreíste al entender, mi te amo sin estremecer.
No esperes un amor delicado, tampoco esperes ternura o dulzura sin perecer.
Espera un amor como fuego... Con una furia insaciable.
No temas ¿Qué tienes que perder?
En amarme ganas, solo pierde el miedo a lo improbable.
No huyas, no corras, porque allí estaré, allí te encontraré.
Se que quieres saltar conmigo, si la luz es inalcanzable... Recuerda que en el océano también se reflejan las estrellas. Abajo también están las piezas.
Soy el huracán, que movió un poco las aguas de tu calma.
Ya sabes lo que pasa cuando te encuentras a la persona correcta en el momento incorrecto.
Tu corazón casi se salva.
Pero me miraste, y cambié tus horarios prefectos, por un mundo sin control guíado por la locura en su mejor momento.
Mira en mí, más allá que mi cabello despeinado y mi humor petulante.
Quédate con los amores que ganan a los errores y las sonrisas que te regalo, que mis respuestas tajantes.
Con mis sueños pequeños y no con mis pesadillas vacías.
Sé que el amor es más que un romance vacilante atrapado en el infinito cliché de la vida.
Son como… pequeños flashes de felicidad que llegan a momentos. Mis insultos son por parte de mi vanidad, pero mis te quiero son más que eternos. Son los destellos de luz que te dije que me cobijan desde adentro.
Algo se apagó en el mundo y yo me apagué con él.
Entonces la compañía me afectaba y me quemaba causándome fobia al afecto.
Yo quiero ganar, nunca quise perder, pero vi esos ojos miel y me perdí sin un poco de querer.
Una pálida alma volvió a ser blanca queriendo volver ser gris. Un triste, silencioso y desolado ser volvió a ser libre y aprendió a crecer. Se enamoró de un humano y se entregó sin miedo a quemarse como era en el infierno.
Su corazón latió y no paro hasta que el amor lo llenara logrando vencer.
Porque dicen…
Dicen del amor que es lágrimas; entonces miré al cielo y lloré con el mientras llovía.
Dicen del amor que es alegría; así que sonreí y alguien más me sonrió de vuelta.
Dicen del amor que es dolor, y me pregunté nuevamente: ¿Dolor? Y me senté con mis penas, medité unos minutos con ellas, las sacudí suavemente y me fui. Se sufre por amor, pero no mueres por él.
Dicen que el amor es paz; y entonces el sol se ocultó, pero quedó el calor que teníamos por dentro y buscamos refugio en otro cuerpo.
Dicen que el amor es dulce y a la vez amargo. Así que viví y saboreé, disfruté y sonreí.
Dicen que amor puede con todo, así que dejemos que todo pueda con el amor
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro