Un triste viernes trece, el calendario marca que es mi cumpleaños.

Esperé con ansias un ramo de delphimiums, este nunca llegó en forma de rosas.

Mi tristeza era tanta hasta que un rayo de sol me cubrió con su calidez.

Por un momento creí que era un rayo de sol maravilloso.

Pero sus labios sabor cereza me hicieron confundir, ella es una princesa.

Tal cual blanca nieves mordí el fruto prohibido.

Tal cual cenicienta huí del mismo.

Una pestaña salió de su lugar, pero no dejé de correr, aun cuando mis pies empezaron a doler.

"Tú eres masoquista" es lo que llegué a escuchar.

Mi respiración se volvió frenética, abrí los ojos en grande.

Solo fue un raro sueño.