Pasan las horas del día

Encerrado en alguna oficina

Con cuatro paredes delgadas que te asfixian

En un trabajo que sólo te garantiza el pan al final del día

Sin lujos, ni gastos extras

En un puesto lejos del que has soñado

Totalmente opuesto para la cual te has graduado

Observas constantemente el reloj

Preguntándote si ya ha terminado tu jornada de trabajo

Sonríes cortésmente a todos los clientes

Sonríes a los jefes que te tratan con miseria

Por dentro te ahogas en la máscara hipócrita autoimpuesta

Hasta que termina la jornada laboral y puedes respirar

Vas camino a casa en algún transporte abarrotado de gente

Preguntándote que será de ti

Más allá de esas cuatros paredes

Y te sitúas al frente del televisor

No realmente viendo la programación

Sintiéndote agotado, exhausto

Frustrado ante tu situación

¿Qué tanto puedes resistir?