Es normal en el mar

el temor a naufragar,

más con valentía

y buen hacer

ese gran temor

se puede mitigar.

El peligro hay que afrontar

el buen marinero

no se arroja por la borda

cuando la tormenta ve llegar.

No, se pone a maniobrar,

combate a las olas

normalmente a solas,

sin llegar a naufragar.