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El reflejo de tu tierna mirada se dibuja en el dorado cielo. La apacible niebla de este muelle, me embriaga del aroma de tu piel.

Me quedé esperando por ti, en el jardín de mis tristezas, en el cielo azul de mis desdichas y en la espera de un «te amo» de tus labios.

Recuerdo aquel día gris en que habías prometido no abandonarme. Ese día en que la nostalgia, parecía haberse perdido en la profundidad de tu verdosa mirada.

Desde que te fuiste en la sombra del apesadumbrado enero, mi corazón se fue contigo y por cada atardecer que avanza malhumorado, mi vida en el silencio se derrumba.

Sin ti, las luces de mi alma permanecen apagadas, las fantasías de mi mente se tornan irreales y el cruel fantasma de tu recuerdo, me atormenta cual estruendo de alas rotas y suspiros congelados.

Suspiros congelados combinados con lágrimas blanquecinas, que se desbordan de mi desprotegido corazón.

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Muchas gracias por la espera, he estado súper ocupada en la universidad y por tal razón se me dificulta actualizar y darles mi apoyo en sus libros. Pero les prometo que lo haré pronto 😊

Los amo ❤

Besos 😘😘