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Las manecillas del reloj avanzan sin dejar rastro, al igual que este efímero amor.

La química de sentimientos; huye como un preso del silencio abrumador.

Qué difícil es crear una nube de secretos invisibles, para ocultar el vacío irreparable de promesas mentirosas y falibles verdades.

Quisimos viajar a la senda de un ignoto mundo, fortalecimos los misterios del engaño, navegando entre una avalancha de embustes.

Sin previo aviso, lo nuestro se perdió en un abismal laberinto, regalándonos recuerdos tímidos y pensamientos tenues.

Creímos que lo que teníamos, duraría una eternidad, deseábamos disimular la realidad.

Sin embargo lo nuestro no fue más que una aventura errónea, en respuesta a la soledad recíproca, entre dos almas protegidas; por un infame corazón de piedra.

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Besos para todos.

Hasta pronto🍁

—Verónica Núñez.