Terrible amor
Y esos días no pasan,
Noches, tardes,
todo es una larga sombra que me ahoga,
como si el tiempo se hubiera olvidado de mí.
Te pienso, te escribo, te siento,
te amo,
y sin embargo, no pasa nada.
Somos, sí, somos,
pero somos solo un eco,
una silueta de lo que nunca llegó a ser.
Estamos juntos, pero jamás sentimos
ese vértigo, ese incendio que debería nacer del "estar"
y convertirse en "ser".
Es como si estuviéramos atrapados
en la promesa de algo
que nunca se atreve a cumplirse.
A veces, en el silencio interminable de mi mente,
me encuentro pensando en nosotros,
en los caminos que elegimos,
en las heridas que cargas sin dejarme entrar,
y en mi soledad desbordante,
en mis pasos solitarios que no llevan a ningún lado,
como si cada camino que sigo me devolviera a ti.
Y lo pienso, lo pienso demasiado,
esperando, con una absurda desesperación,
que algo pase.
Cualquier cosa.
Pero no pasa nada.
Nunca pasa.
Lo que fue ya no vuelve,
no importa cuánto lo desee,
ni los años que pasen,
ni las veces que lo invoque en el silencio de la noche.
Aquí estoy,
con esta necesidad que me consume,
de quererte aunque no pueda tenerte,
de pensarte aunque me duela,
de hablarte aunque sepa que no escuchas,
de amarte aunque me mate.
Es este absurdo, este cruel anhelo,
porque nunca te tengo.
Nunca, nunca, nunca.
Es un vacío que me arranca el aliento,
que se clava en mi pecho como un frío interminable,
esperando, siempre esperando,
que de ti nazca algo,
lo que sea,
pero no nace nada.
Nada.
Y cuando me piden que hable,
cuando me siento ahí, desnudo ante las preguntas,
mi alma escarba en la profundidad de un abismo,
buscando respuestas que no existen.
Entonces respondo,
con la voz quebrada:
"Tengo la teoría de que del amar nace algo,
pero no sé qué es,
porque de ti,
de nosotros,
no nació nada."
—Qué terrible amor —me dice ella,
y me mira como si quisiera entender mi dolor.
—No —le digo—,
nunca lo fue.
Ni siquiera se atrevió a serlo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro