XIX. Principios
Sus manos blancas temblaban de la ira que sentía, su cuerpo se agitaba mientras trataba de no mandar todo a la mierda, sus ojos no se despegaban de la computadora y ya no pudo tolerarlo más, así que lanzó el aparato contra la pared, por lo que varias piezas cayeron al piso hechas trizas.
Se levantó de su escritorio y, con su brazo derecho, arrasó con todos los objetos que estaban allí, tomó las tijeras junto a la luz de noche y los lanzó hacia el espejo, quebrándolo, por lo que había restos de espejo en el suelo, repartidos por todos lados dado la brutalidad del lanzamiento.
Estaba enojada, sentía tanta ira que mataría a alguien.
Gritó con furia mientras pateaba los objetos que había tirado, su garganta casi desgarrándose en el proceso y arremetió contra el escritorio, botandolo al segundo, pero no era suficiente, estaba demasiado enojada, así que comenzó a levantar las pequeñas figuras de cerámica y las lanzó contra la pared.
La cerámica, hecha trizas, cayó sobre el piso blanco, pero al rato ella tomó las fotografías que mantenía en su habitación y las tiró sobre todo el desastre que había hecho; el piso estaba repleto de vidrio, espejos rotos y cerámica, además de todo lo que guardaba en el escritorio.
Pequeñas lágrimas escaparon de sus ojos, pero no se dio el tiempo de limpiarlas, porque quería matar a esa perra, quería lanzarse encima de ella y asfixiarla con sus propias manos, o tomar una tijera para cortarle el cuello.
—¡Maldita zorra! —gritó a la vez que se lanzaba sobre un peluche de oso y lo comenzaba a despedazar con sus propias manos—. ¡Haré que te mueras!, ¡Te voy a matar, perra!
Su respiración era agitada, sus ojos estaban desorbitados, sus cabellos se encontraban desordenados y no paraba de gritar mientras le sacaba el relleno al peluche.
Realmente estaba fuera de sí.
En su mente se imaginaba que esa puta era el peluche, por lo que no podía parar de desgarrarlo con sus uñas, de golpearlo, de descuartizarlo y hacerle daño; incluso, tomó un pedazo de vidrio para poder apuñalarlo repetidas veces.
Cuando el oso estuvo irreconocible, quedando solo como relleno o pedazos de tela afelpada, ella se alejó un poco de la escena, pero se mantuvo sentada en el piso, observando todo sin ninguna expresión en su rostro, de a poco regulando su respiración.
Lanzó el pedazo de vidrio que le había servido para desquitarse y, también, le había cortado la palma de su mano, debido a la fuerza con la que lo sostenía, terminó por volver a quebrarse.
La sangre escurría por la palma de su mano, tiñendo el piso blanco de toques rojos, pero a ella no le importaba, es mas, empuñó su mano y golpeó el piso, tratando aún de deshacerse de su ira.
Sus largos cabellos le obstruían un poco la vista, pero ella sabía que su habitación era un desastre, ni siquiera le importaba, tendría que llamar a una sirvienta para que limpiara el desastre, pero ahora tenía que pensar.
Kang Sohee folló con Taehyung en la escuela.
Ya no bastaba con que Jeon y ella estuvieran en una guerra, tampoco bastaba que Yoongi y Jimin trataran de atentar contra Taehyung en cada oportunidad, mucho menos bastaba que perdiera puntos por la estupida de Haewon; porque ahora una zorra de otro equipo se había metido con Taehyung.
Lenna se iba a volver loca de tanta mierda que pasaba a su alrededor.
Necesitaba deshacerse de Kang, pero tampoco era tanta la prioridad, porque Jimin junto a Yoongi ya habían envenenado con un cupcake a Taehyung y ella aún no hacía su movimiento de contraataque.
El tablero se estaba llenando de mucha gente, necesitaba restar a algunos... O usarlos.
Haewon era buena para esparcir rumores, además de que conocía bastantes chismes, su plan inicial era usarla para sacar a la luz un rumor inventado de Jungkook, quería aislarlo, pero que se viera obligado a recurrir a Jimin, así Taehyung se sentiría mal y se refugiara en ella.
Pero habían muchas trabas, como lo era que no sabía si eso resultaría al cien.
Por eso pensó en hacerlo al revés, que Haewon inventara un rumor de Taehyung, así Jimin manipularía a Jungkook para que no se acerque a Tae y este se sentiría solo, en ese momento entraría ella para apoyarlo y demostrar que el rumor era falso; quebrando de a poco la confianza que tenían los dos mejores amigos.
Ese plan era mucho más factible, pero también sabotearía las olimpiadas, ya que, si el rumor se esparce demasiado, llegaría a los oídos de los organizadores del evento y sacarían a Taehyung.
También debía concentrarse en devolver el ataque de Jimin y Yoongi, porque alejar a Jungkook de Taehyung podía esperar, pero lo que le hicieron esos dos debía ser pagado.
Tenía varias alternativas, a decir verdad, como revelar que Jimin no se apellida Park, sino Im, y que solo ha usado ese apellido para entrar en este mundo de ricos, ya que solo era un pobre sacado de los peores lugares de Seúl.
Pero prefería usar esa herramienta más adelante, quería usarla para chantajear a Jimin.
Podía ir contra Yoongi, pero este era más difícil de interceptar, ya que toda su vida había sido un don nadie, aunque el detalle de su madre podría servir.
La madre de Yoongi era mucho más mayor que Cheongsan, la mujer tenía unos cuarenta y algos cuando quedó embarazada, y el señor Min tenía apenas unos veinte, casi, pero casi, era una violación, porque esa mujer comenzó a tener relaciones con Cheongsan cuando cumplió, exactamente, los diecinueve, pero quedó embarazada después.
La madre de Yoongi falleció en el parto, debido a que se complicó la cesárea, pero eso no es lo que usaría contra Yoongi, porque eso era muy banal; quería usar el hecho de que su madre era una prostituta con VIH positivo.
Descubrir esa información le tomó demasiado tiempo, además de que usó al bastardo de espía, en un inicio no quiso averiguar aquello porque quería usarlo en esta batalla campal —porque en aquel tiempo no estaba en esta mierda— lo hizo porque cabía la pequeña posibilidad de que Cheongsan o Yoongi fuera elegido como heredero del imperio Min; y ella, como buena heredera de la competencia, debía buscar los puntos débiles ajenos.
Al final, Yoongi sí fue el heredero, y también un hijo de puta que le gusta pasar desapercibido.
Volviendo al tema, el escándalo de que la madre de Yoongi era una prostituta con VIH positivo, casi se filtra a la prensa, y es por ese "casi" que logró dar con ella, ya que su espía estaba trabajando en un noticiero que recibe varios sobornos de los Min. Debido a ello pudo acceder a los correos más importantes junto a la información clasificada, por eso pudo encontrar la copia de un correo en el que el noticiero se contactó con los Min para pedirles dinero y así no revelar aquella información.
Lo que sí se dio a conocer fue que Yoongi nació de un parto difícil, lo cual no era mentira, pero usaron aquello para justificar el porqué el pelimenta permaneció tanto tiempo en el hospital; claramente le estaban dando el tratamiento para que no se contagiara de VIH.
Según los correos descubiertos, Yoongi se salvó de aquello, pero no es como si a la gente le importara mucho eso, todos hablarían sobre que podía tener VIH, lo verían como la peste y nadie lo querría cerca. Lo último podría darle problemas cuando tuviera que organizar el aniversario de la escuela, que era justo después de las olimpiadas, y Yoongi era el presidente del club de música.
Aunque, si lo pensaba, los Min sacarían pruebas de que Yoongi no tiene nada, así que se limpiaría su nombre, por lo que no debería haber tanta repercusión para el aniversario. Pero la mancha quedaría para siempre, el rumor de que tiene VIH lo perseguiría por toda su vida.
Y tampoco es como que ella quisiera atacar de la forma más dura, porque eso podría revelar su identidad, Lenna quería algo que doliera en el momento y les hiciera ver a Yoongi y Jimin que la persona con la que están jugando es poderosa, porque ella no era una jugadora cualquiera.
Lenna estaba segura de que ganaría la batalla campal que se está jugando en un solo tablero de mierda.
Pero debía mantener la cabeza fría, debía ver qué movimientos hacen en el tablero, debía pensar sobre qué movimientos hacer ella, cómo hablarle a Taehyung, cómo desplazar de a poco a Jungkook, cómo manipular a Jimin para tenerlo comiendo de su mano y cómo haría mierda a Yoongi.
Pieza por pieza.
Cabeza por cabeza.
Suspiró con los ojos cerrados y al mismo tiempo dejó de empuñar sus manos, necesitaba relajarse, necesitaba analizar toda la situación, ya había canalizado toda su ira, así que ahora debía actuar.
Kang Sohee no era prioridad como para mandarla a la mierda, pero claro que podía orillarla a que se fuera.
Sacó su celular del bolsillo izquierdo de su blazer escolar, y llamó a su mejor amiga, era hora de usarla, de algo tenía que servir la estupida con cabello de bacinica.
—Amiga, necesito tu ayuda —habló mientras fingía sollozar y sorbiendo su nariz—. Cuando- cuando te fuiste... la chica del equipo de Honor and Cu-Culture...Ella-
—¿Lennie?, ¿Esa perra te hizo algo? —preguntó preocupada.
—Ella dijo que... Me iba a lanzar de las escaleras —susurró cerca del micrófono del celular, como si le contara un secreto a la otra.
—No te preocupes, Lenn, yo me encargaré de que se hunda esa maldita antes de tocarte —aseguró con voz firme—. Jamás dejaría que algo te pasara, lo sabes, ¿no?
—Gracias, Wonnie —se limpió la lágrima de cocodrilo que cayó de su ojo izquierdo—. Y claro que lo sé, te adoro, por eso eres mi mejor amiga.
—Haré que pague, nadie te hará daño, cari-
Lenna cortó la llamada ya aburrida de tanta basura que hablaba la otra, es que apenas si la soportaba, le daba tanta pereza tener que fingir ser su amiga, pero la tonta creía que ella hasta le bajaría la luna y que aprecia esa amistad carente de cariño.
Jimin lo había dejado botado después de aquella escena, se había ido ya que debía ir a pensar sobre lo que él le había hecho en el partido, ya que seguía dolido; Jungkook lo dejó ir, tampoco es como si estuviera muy cuerdo en esos momentos, tenía la cabeza hecha trizas, todas sus creencias se mezclaban con su gran necesidad de amor.
El azabache se quedó sentado en el piso mientras la sangre de sus labios se secaba, sepultando el momento como algo jodidamente real, los moretones eran la exhibición más clara del maltrato que pintaba con mariposas muertas y flores marchitas, y sus lágrimas estaban secas, pero su alma estaba en un diluvio constante.
Se sentía deshecho.
Se sentía usado.
Se sentía roto, y destruido, y amoldado, y hecho una obra sin nada de arte.
Plano, gris, solo, muy solo.
Su cuello era morado, lila, como un pequeño lirio, pero sin romance, sin pasión ni deseo; él era morado de golpes, de dolor, de sufrimiento, ¿de amor?
La sangre seca ya no era roja, y eso lo hacía sentir muerto, sentía que era un maldito cascarón que estaba a punto de quebrarse para jamás ser el mismo, pero, ¿acaso ya era el mismo después del accidente?, ¿era el mismo después de toda esa mierda?, ¿era el mismo después de despertar con cables en su cuerpo, máquinas alrededor, un silencio doloroso y un blanco que le daba fobia?
Se sentía ido, lejos, fuera, no se sentía presente, no se sentía.
Las goteras de las duchas era lo único que escuchaba y no quería cerrar los ojos porque sabía que aquello lo llevaría a recordar ese despertar, esa soledad, esa nada.
Frío que adormece, frío que entumece y te hace sentir nada.
Pero era demasiado frío, tanto que no sentía su alma, y es que no estaba, era solo un cuerpo tirado en el piso de baldosas blancas, un cuerpo amoratado con sangre, eso era, no era nada más, ¿jamás sería algo más?
No había lágrimas, no había porque no sentía, pero a la vez sentía todo, él no estaba presente, pero estaba consciente.
Era un limbo.
No había nada, pero siempre ha habido todo.
¿No era aquello sumamente irónico?
Cuando escuchó como un conserje se adentraba a los vestidores, trató de levantarse del suelo, estaba adolorido por lo que se resbaló un poco en un mal movimiento y casi se cae de cara, pero al final pudo levantarse; mirando el suelo, para que el conserje no lo viera golpeado, salió de allí.
Ya era bastante tarde, de seguro SeoJun estaría preguntando por él, así que debía llamar a Namjoon para que lo fuera a buscar, pero primero debía arreglar el asunto de su cara, los moretones y heridas.
Caminó cerca del jardín de rosas, el cual estaba iluminado con pequeños faroles de luz cálida, se veía lindo, las rosas son lindas pero tienen espinas que te sacan sangre, belleza que corta, hermosura que hiere.
¿Las espinas eran solo para atacar o también para protegerse?
Suspiró cansado cuando entró al edificio principal, se dirigió al baño sin muchos ánimos y al verse al espejo quiso llorar, quería pedirse perdón, quería abrazarse, quería cuidarse.
Se tenía lástima, esa era la verdad.
Y es que estaba agotado de estar en esa guerra constante para poder amar a Jimin y que Jimin lo amara como a él le gusta, quería tirar la toalla, quería alejarse, quería mandar a la mierda todo y solo estar encerrado en su habitación sin que la humanidad se acerque a él.
Se apoyó sobre el lavamanos y acercó su rostro al espejo, se veía como la mierda, como un saco de box humano o el maltrato en persona, realmente lo era, pero, ¿seguiría siéndolo?, ¿valía la pena ese maltrato con disfraz mediocre de amor?
Pequeñas lágrimas se escaparon de sus ojos opacos, e iba a lanzarse a llorar como nunca, pero una chica entró al baño, como si buscara algo, pero al verlo se quedó estática con una cara de entre sorprendida, incómoda y empatía.
—¿Estás... Bien? —preguntó la chica de cabellos largos.
Jungkook pensó en mentirle, pero vio que su uniforme no era de la escuela, por lo que debía de estar allí por algo de las olimpiadas, quizá apoyando a alguien o ayudando a otro equipo, independiente del porqué estaba allí, creyó que podía desahogarse un poco con ella.
Negó lentamente con la cabeza, viéndola a través del reflejo del espejo, su labio inferior tembló con fuerza y más lágrimas cayeron de sus ojos, incluso un sollozo escapó de su boca mientras temblaba.
La chica se acercó de a poco a él, y con cuidado rodeó su cuerpo con sus brazos, era un abrazo delicado, como si él estuviera a punto de romperse, lo cual era cierto. La chica acarició su espalda cuando él escondió su rostro en el hombro de ella, le dio suaves palmadas para que él llorara todo lo que tenía que llorar.
Jungkook sentía que por fin podía liberarse, podía llorar sin censura ni miedo a dejar de aparentar ser fuerte.
—Llora todo lo que quieras, te prometo que se quedará entre nosotros —le dijo la chica con una voz suave de terciopelo, la cual hizo que Jungkook se relajara.
—Me duele tanto —sollozó con fuerza mientras abrazaba la anatomía ajena—. ¿Por qué el amor duele tanto?
Después de unos minutos de llanto, Jungkook se alejó de a poco de la fémina, a la vez que limpiaba los rastros de lágrimas que permanecían en su rostro.
—Gracias por... Esto —habló luego de un pequeño silencio y sonrió avergonzado.
—No hay de que... —aquella respuesta incitaba a que él le dijera su nombre.
—Jungkook, así me llamo —respondió estirando su mano derecha.
—Yo soy Sohee —la chica estrechó su mano con el azabache mientras le contestaba—. Este, ¿podría saber qué fue lo que pasó, o al menos saber qué te pasó para terminar así?
Jungkook se sentó sobre la barra de los lavamanos, pensando en si era buena idea contarle o no la verdad, era cierto que no la conocía para nada, literalmente era una extraña, pero, a la vez, era eso lo que incitó a que llorara en su hombro.
Y qué más daba ya, a esas alturas nada podía empeorar.
—¿Prometes guardar el secreto? —sus ojos brillaron al preguntarle aquello.
—Prometo guardar el secreto, pero quizá eso no sea suficiente, así que también te contaré algo mío, ambos nos expondremos al otro... ¿Qué dices?
—Suena bien —respondió con una pequeña sonrisa, la cual se borró un poco al seguir hablando—. Fue mi novio, la persona que me dejó así, fue mi novio...
El rostro de Sohee se entristeció tanto como también demostró algo de rabia, y Jungkook podía entenderlo, estaba viendo a un chico maltratado por su novio, tenía sangre seca en sus labios mentón dado que su labio inferior estaba roto por mordidas, tenía el cuello tan morado como si hubieran dibujado arándanos allí, pero era la marca de los dedos de Jimin.
—Es bastante complicado la verdad, pero, en resumen, cuando conocí a mi novio él era todo lo que una vez soñé, así que le dije que sí cuando me pidió ser pareja... Pero después de eso todo fue cuesta abajo —suspiró mientras jugaba con sus manos—. Cuando mi mejor amigo volvió a mi vida, mi novio comenzó a molestarlo e incluso golpearlo, pero después de que mi mejor amigo casi lo... Mata, lo dejó en paz, pero se volvió agresivo conmigo...
Comenzó a usarme diciendo que era presumir, empezó a ser muy brusco, sus agarrones me dejaban adolorido, sus besos ahora me hacían sangrar y su contacto en sí era violento... Al igual que sus palabras, me llama con apodos despectivos, me hace menos y... No sé qué hacer, porque... No sé.
Sohee se sentó al lado suyo a la vez que balanceaba los pies.
—¿Te gusta? —preguntó ella.
Y la pregunta podía abarcar muchas cosas, pero todas eran un claro no, así que eso fue lo que respondió.
—No —respondió con una risa nerviosa—. No me gusta él, no me gusta su trato, mucho menos nuestra relación... No me gusta nada.
—Si no te gusta, ¿Por qué sigues allí? —dijo con cautela—. Cuando no nos gusta algo, lo dejamos, no nos forzamos a que nos guste, o que nos acomode, o que nos quede. Si no nos gusta algo, simplemente buscamos algo que sí, ¿Hay algo que te gusta?
—Mi Hyung —contestó de inmediato—. O sea, digo... Me gusta como me trata mi mejor amigo, me gusta mi amistad con él, me gusta estar con él... Todo lo que significa mi mejor amigo, me gusta.
—Uhm, ¿Y por qué no te quedas con él?
Si bien las preguntas eran demasiado ambiguas, ambos entendían de qué hablaban, era como si se hablaran en clave, o con sutileza, era decir la verdad de forma interpretativa.
—¿Por qué no me quedo con él?... No lo sé, realmente no lo sé —dejó de jugar con sus manos y comenzó a pensar más—. Quizá porque es mi mejor amigo, y estamos cómodos así, o eso creo yo... Me gusta estar así, no me gusta la idea de que las cosas cambien, porque podría alejarse, y no podría soportar eso, realmente no podría.
—¿Crees que tu novio te puede volver a gustar?
—No me puede volver a gustar, porque nunca me gustó... Él es necesidad —confesó lo último y se sintió liberado de alguna forma—. Mi novio está por mi necesidad de encontrar el amor, él dijo que me ama... Pensé que podía amarlo, pero no me gusta lo que él llama "amor".
—¿Qué "amor" te gusta, Jungkook? —la chica lo vio de reojo mientras balanceaba sus piernas de forma lenta.
—El de mi Hyung, mi mejor amigo ama muy bonito, él me ama demasiado bonito —un pequeño sonrojo se adueñó de las mejillas de Jungkook—. Con él me siento amado, muy amado, porque siempre me lo dice, me lo recalca, me lo demuestra y me lo expresa, su amor lo siento incluso cuando no está presente... Y puede que haya mil cosas de las que puedo dudar, pero del amor de mi Hyung, jamás —sonrió al recordar cuando estuvo en la casa de su Hyung recostados sobre el sofá.
—¿Realmente necesitas a tu novio? —la pregunta hizo eco en la cabeza de Jungkook—. Si tienes el amor que te gusta con la persona que te gusta, ¿Para qué "necesitar" a alguien que no te gusta y no te da el amor que te gusta?
—Mi mejor amigo me ama, pero no de la forma en la que lo hace mi novio...
—Quizá porque tu mejor amigo sí te ama, en cambio, tu novio solo te maltrata.
Esa frase le llegó directo al corazón, pero no porque le doliera, sino porque la verdad estaba allí y era tan limpia, tan concisa, tan real que no había forma de refutar aquello, no existía la forma de decir que eso era una mentira.
—Mi mejor amigo me ama... de forma amistosa —dijo tratando de ignorar el calor en su corazón al pensar en que Taehyung lo amara de otra forma—. Y mi novio me... Maltrata ¿de forma romántica? —lo último fue una pregunta porque ni él entendía muy bien lo que teorizaba.
—Jungkook —dijo la chica, por lo que él se giró a verla—. El maltrato jamás será romántico, el maltrato es daño, el maltrato es lo que es. Maltrato es maltrato... Tu novio te violenta de forma física, verbal y psicológica, y eso jamás será amor.
—Él dice que me ama... Por eso estoy con él, Sohee, porque él me ama.
—Si te amara no te haría daño, si te amara sentirías amor y no recibirías maltrato... Te sentirías cómodo, a gusto, no estarías así.
—¿Qué debería hacer si es la única persona que me ha querido para un noviazgo? —sus ojos se cristalizaron—. Tengo miedo de que no haya nadie después de él, además, antes era lindo, estoy esperando que él vuelva a lo de antes...
—¿Realmente crees que volverá a ser el de antes?
—No —susurró a la vez que una lágrima rodó por su mejilla—. No lo creo —sollozó mientras se tapaba el rostro con sus manos—. Pero él estuvo cuando mi Hyung se alejó, él fue el único que me trató como yo quería, me trataba lindo, me mimaba, me daba regalos, me decía cosas... Lindas —limpió con fuerza sus nuevas lágrimas y Sohee lo abrazó por el hombro—. ¿Crees que soy egoísta por haber visto, en un principio, a mi novio como un... Reemplazo de mi mejor amigo?, quizá merezca esto después de todo.
—Creo que al que necesitas y quien te gusta, no es tu novio —acarició la espalda ajena con cariño—. E, independiente de las acciones pasadas o cómo hayas visto a tu novio en un inicio, nada justifica el maltrato que él te hace, nada justifica lo que te hace.
Jungkook recostó su cabeza en el hombro de la chica mientras sonreía un poco y lloraba en silencio, se sentía un remolino de emociones, las cuales no tenían ni pies ni cabezas, solo sentía demasiado.
Sohee acarició con cuidado los cabellos del azabache, dándole consuelo y cariño al mismo tiempo, y Jungkook agradecía que la chica irrumpiera en el baño de hombres, agradecía sus palabras y ese encuentro tan de la nada.
—Tú ya me dijiste algo que yo me llevaré a la tumba —habló la fémina mientras Jeon se reincorporaba—. Yo... Uhm, vomité en una salón de aquí, así que estaba buscando un trapero para poder limpiar —Jungkook la miró y soltó una pequeña risita—. Hey, yo no me reí de lo tuyo.
—Está bien, no me voy a reír más... Pero, ¿Cómo es que vomitaste en un salón de clases?
—E-es que me cayó algo mal, ¿de acuerdo? —se cruzó de brazos y debió la mirada.
—Yo vine al baño para poder arreglar un poco el desastre que es mi cara y cuello, si me ven así en mi casa... Va haber una tercera guerra mundial —admitió haciendo una mueca, aunque era más probable que Taehyung la hiciera.
—Tengo algo de maquillaje...Podría ayudarte un poco.
—¿Me podrías prestar algo de base?
—Claro, parecemos del mismo tono —se bajó de la barra del lavamanos y se limpió la falda—. Pero, a cambio, debes decirme donde hay un trapero y bolsas de basura.
Jungkook se bajó del lavamanos y, antes de comenzar a limpiar la sangre seca de su mentón, le respondió de forma afirmativa, Sohee le dijo que la esperara allí, ya que ella traería su bolso con sus cosas.
La chica salió del baño y corrió por el pasillo, Jungkook fue al clóset que se encontraba al fondo del baño y sacó lo que la fémina dijo necesitar. Sohee volvió corriendo y dejó el bolso en la barra, sacó sus dos cosmetiqueros y se los entregó al azabache, y este le entregó los utensilios de limpieza.
—Quizá tarde un poco en limpiar, pero, si te vas antes, dejame todo aquí mismo, por favor —dijo Sohee mientras se acercaba a la salida.
—Tranquila, te esperaré de todos modos —ambos sonrieron y comenzaron con lo suyo.
Había llegado a tiempo para darle la cena a SeokJin, se tardó un poco porque no encontró un taxi, pero el autobús lo dejó justo enfrente de la tienda de pollo frito de la señora Shin, así que compró la cena y, como siempre, la comida estuvo lista en menos de diez minutos.
Hace tiempo no iba a ese lugar, casi siempre iba cuando Jimin dejaba plantado a Jungkook, pero al parecer no habían tenido más citas desde la última vez, a una parte de él le agradaba aquello, porque no se sentía excesivamente usado.
Pero a él le gustaba ser usado por Jungkook, así que no podía quejarse tanto.
Llegó con el pollo frito y, cuando estaba sirviendo todo, su hermano abrió la puerta de la casa y corrió a lanzarse al sofá, eso significaba que SeokJin tuvo una larga jornada laboral, o sea que había chisme.
—No te quitaste los zapatos, Jin —le reclamó mientras servía la gaseosa.
—Lo siento, es que necesitaba acostarme de una jodida vez —suspiró mientras cerraba los ojos por unos segundos.
Taehyung viró los ojos y se dirigió a quitarle los zapatos al mayor, quien simplemente se dejó hacer a la vez que se estiraba y hacía crujir sus huesos. Taehyung dejó los zapatos en la entrada y se devolvió a ver a su hermano mayor.
—¿Quieres cenar en el sofá? —recibió un "por favor" como respuesta, así que tomó todo y lo llevó a la mesita ratona.
—Oh, Dios, cómo amo el pollo frito —exclamó el azabache que estaba a punto de lanzarse sobre el plato, pero el menor lo detuvo extendiendo un alcohol gel.
—Al menos limpiate con eso antes de comer, sucio —Jin se limpió las manos y tomó una la de pollo para comer.
—Gloria, a esto sabe, a gloria —habló con la boca llena—. Te amo, Tae, gracias por esta delicia.
—Come con la boca cerrada, por Dios.
El mayor rio y acató la órden, por lo que en adelante comió con la boca cerrada.
Mientras comían casi que en silencio, Taehyung se puso a pensar en el gran sacrificio que hacía su hermano para recuperar la empresa familiar, en parte sentía algo de culpa por ese agotamiento, y ese sentimiento es el que más odia.
Sentir culpa es horrible, al menos para él, ya que prefiere arrancarse el corazón antes que sentirla con intensidad.
Cuando se enteró, por parte de Jiae, de que Jungkook preguntó por él cuando despertó, sintió culpa, porque él debía estar allí cuando su mejor amigo despertara del coma, pero, en cambio, estaba drogándose y peleando en los barrios bajos de Seúl.
La culpa despertaba su empatía, eso le pasó cuando se encontró con Lenna.
Normalmente le hubiera valido casi tres hectáreas de repollo si Veneno le hacía algo, pero la culpa era algo que estaba sintiendo en esos momentos por dejar solo a Jungkook, realmente estaba extremadamente sensible, así que no quería sentir más de aquello.
¿Era inhumano que le diera igual aquella situación?, totalmente, él lo sabía, pero no le importaba, él se conocía, y si eso pasara en estos momentos, le daría exactamente igual, quizá le diría a la policía y ya, pero no haría todo lo que hizo en el pasado.
Y es que así era él, nada le importaba lo suficiente, excepto lo que tenga que ver con Jeon Jungkook.
Jungkook era su todo, era su inicio y sería su fin, su mejor amigo fue quien le dio vida, solo él podía quitarsela, estaba en manos de Jeon si él seguía siendo humano y no un robot.
Puede que eso sonara como una responsabilidad de Jeon, como si su empatía y humanidad dependieran netamente de su Bambi, y así era, porque él sabía que si su mejor amigo decidía traicionarlo, herirlo de forma premeditada o solo alejarlo, él olvidaría lo que era pensar en el otro.
Jungkook era la primera persona que le importó, la primera persona a la que le demostró afecto, de quien se interesó, de quien intentó hacer reír, de quien cuidó, de quien defendió; todas sus primeras veces más importantes fueron con su Estrellita.
Quizá le atribuía demasiadas cosas a Jungkook, pero no podía hacerse el loco ante todo lo que el azabache significaba en su vida, ¡porque Jungkook fue quien le cambió la vida!, no podía omitir eso, o quitarle importancia.
Si Jungkook no hubiera llegado a su vida, es muy probable que él solo supiera la teoría de lo que es amar, pero jamás haría la práctica, porque no le interesaría de primera y porque no sería capaz de sentir amor.
Robot, eso era, y eso sería sin Jungkook.
Quizá Jungkook no sabía el poder que tenía sobre él, quizá era mejor así, quizá nunca lo sabría, y quizá eso era lo correcto.
Volviendo al tema de la culpa, Taehyung sabía que Jin no hacía eso por sentir que le debe algo, o algo por el estilo, y sabía que su hermano hacía el sacrificio por él mismo también; pero la culpa se crea cuando tú mismo te juzgas y te sentencias, la mayoría de las veces se hace aquello sin pruebas o que alguien te diga algo al respecto, son básicamente conjeturas, y Taehyung sabía todo eso, pero no podía evitar sentirse un poquito culpable.
Él sabía que no era su culpa, pero aún así sentía un poco de ello, era una pequeña espina en la cabeza que no lo dejaba dejar el asunto.
SeokJin se arriesgaba a varias cosas, entre ellas estaba que los Min tomaran acciones contra él, o contra ambos, también podía caer tras las rejas por poseer una identidad falsa, y allí Jiwoo no podría hacer mucho, después de todo tiene trillizos y una casa que abastecer, por lo que quedar desempleada como jefa de departamento no era una opción, y ya los había ayudado bastante.
Volvió al planeta tierra cuando Jin dejó el vaso vacío sobre la mesa tras un largo suspiro, el vaso había chocado algo fuerte contra la mesa de madera y logró asustarlo.
—¿Te cuento el chisme de lo que pasó hoy? —le dijo con una sonrisa—. Creo que esto te podría beneficiar bastante a ti y a tu cerebro mega desarrollado.
Confundido, Taehyung tomó un trago de su gaseosa y luego habló.
—¿A qué te refieres?
—Me refiero a que Min Yoongi está tratando de infiltrarse en las empresas Jeon —el castaño frunció el ceño—. Pero no lo está haciendo por la empresa —Taehyung sonrió en grande al conectar todo—. Es para un asunto personal que está haciendo junto a su mejor amigo, un chiquillo rubio, dijeron algo sobre que: "Conocer los secretos de los Jeon, hará que caiga Kim".
SeokJin vio directamente los ojos color miel de su hermano, quien sonreía ladino, pero sus mirada era entre divertida, determinada y furiosa, era una mezcla bastante rara y específica, pero Kim Taehyung era capaz de muchas cosas, incluso de varias que escapaban de su sabiduría; Taehyung tiene un jodido cerebro que funciona las malditas veinticuatro horas del día, jamás se le escapaba algo, y, aunque aquello daba miedo, también era la mejor arma que tenía.
El mayor no sabía qué era lo que su hermano había descifrado, pero sabía que, desde ese momento, había despertado a su verdadero jefe, al heredero real del pequeño imperio Kim y chico de casi diecinueve años con una inteligencia que desafiaba límites.
—El plan será el siguiente...
MookieNota: wenas, a alguien se le olvida que los capitulos no se publican ciuando los terminas en Google docs... Ese alguien soy yo, jaja.
¿Cómo andan sus vidas?, la mía anda entre bien y mal, tengo que estudiar para el ensayo pero me da paja y prefiero desordenar mi sueño y escribir (No sean como yo, por favor), incluso el tarot dijo que debía ordenar mi sueño, pero soy mpas floja que un burro.
En fin, oh, también hice voice reveal, que asco de voz, pero igual me gustó recitar el peoma, pero, ¿Saben algo?, no, no saben, yo les digo uwu
Pasa que fue bastante ¿raro? recitar un poema de Vante, porque, o sea, es mi poema, yo lo escribí, todos los poemas de aquí son míos; pero le pertenecen a Vante, a Taehyung. Yo conozco a mi Tae, sé exactamente lo que siente, lo que piensa, incluso cosas que ni él mismo sabe que tiene... Y es por eso que sé que no logré expresar al cien el como Taehyung recitaría ese poema.
Pueden llamarme loca, pero creo que todas las personas que escribimos sabemos que nuestros personajes tienden a manejarse solos, como que toman el control y simplemente explotan, ni siquiera te das cuenta y ya hacen algo que no estaba planeado. Y a qué voy con esto, pues que MI Taehyung tiene una personalidad muy marcada, para mí, y eso se refleja en sus poemas, y es que aunque el poema está bajo mi autoría, fue ESTE Taehyung, el que ustedes leen, el que escribió todos sus poemas, y se nota un poco la diferencia entre MI poesía y la de ESTE Taehyung.
Quizá les valga hongo todo esto esto que les estoy contando, pero, como autora, es bastante grato saber que tu personaje tiene vida, tiene pensamientos propios, tiene creencias, tiene su estilo al escribir, tiene metas y visiones. Es muy satisfactorio sentir que tu personaje no es solo letras, sino que es una persona, una que se siente real.
Y bueno, volviendo a lo que nos convoca... Pasaron varias cosas.
Para empezar, Lenna está como cucú, ¿O no?, ¿qué piensan ustedes?, porque igual la mina está pasando varios límites, y después pasará muchos más... Como spoiler, podría decir que hasta va a traicionar al mismo Taehyung.
También vimos de nuevo a Sohee, Y ESA MINA HIZO LO QUE TODOS QUISIMOS HACER, en serio, esa mina hizo demasiado con UNA sola aparición. Y tuvimos un dialogo interno interesante de Jungkookie, sobre cómo se siente, y unas muuuuy interesantes respuestas.
Y dejé lo último para el final, puede que se les olvide que SeokJin está en el juego, ahora que hablo de eso... ¿Quién creen que manda TODO el juego?, porque podría decirse que hay 4 equipos jugando en el fokin tablero, creanme que aquí todos están conectados de alguna manera, incluso acabo de darles una nueva conexión, mencioné que Jiwoo tiene trillizos, y hay alguien por ahí que también tiene trillizos, obviamente son pareja, ¿alguien lo recuerda?
Weno, rememorando toooodo esto, ¿cómo creen que Taehyung usará a su favor el puesto de Jin?, ¿qué plan creen que hará Kim?
Bueno, con esto me despido, quizá aparezca en un rato con el shot "The window", o el domingo lo subo, no lo sé.
Byeeee, besos de burbuja, muah muah.
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