XIII. el descaro olvidó a SU ROSA
Era una mañana helada, la fémina lo supo en el segundo que sonó su alarma a las seis con veinte y tuvo que salir de la comodidad y abrigo de su cama, y no se equivocó, porque cuando revisó el clima pudo ver que había 2°C.
Con flojera, se dirigió a su baño, lugar en donde se desvistió para tomar una ducha caliente, así entraba un poco más en calor y se relajaba un poco, estaba algo nerviosa, era el día en el que sería público su puesto como presidenta del imperio Jeon.
Jiae se vistió sin prisa, no iba tarde y la junta oficial con los medios era a las nueve con treinta. Se vistió con un suéter gris ajustado, el cual hacia resaltar su silueta, con cuello alto, unas panties translucidas color negro, una falda de tubo color negro mate, que le llegaba un poco más arriba de la rodilla junto a unas botas de tacon del mismo color, las cuales le cubrian hasta las pantorrillas.
Ella sabía que su apariencia era exquisita, sabía que su aspecto le servía bastante para tener el apoyo de los medios, pero también sabía que le podía jugar en contra también.
Toda su vida fue vestida con prendas caras que la hicieran resaltar entre el resto, pero no por colores llamativos, sino porque daban a marcar aún más su belleza natural y con el tiempo también dejó de ver a sus lentes como un impedimento o algo que la hiciera fea; porque se convirtieron en sus aliados y en un gran accesorio.
Además, sus lentes contrastaba con su personalidad callada y casi siempre seria.
Jiae no tenía una personalidad extremadamente dulce o melosa, la mayor parte del tiempo estaba en silencio, solo observaba al resto y hablaba cuando debía o le nacía, ella era más de actos de servicio que de palabras de afirmación.
Si se ponía a pensar, su más grande muestra de amor era un acto de servicio, uno que había estado llevando a cabo desde Alemania y aquí, en Corea, lograba tomar más sentido. Después de todo, ver esos ojos caramelo la motivaron aún más.
Suspiró mientras se veía en el gran espejo del tocador.
Que Jungkook se pareciera a ella, ¿era una bendición o su peor condena?
Con sus delgados dedos delineó su rostro, tocó sus cejas finas y luego bajó a sus pómulos, estiró un poco e incluso picó con su dedo, se acercó un poco más al espejo para ver sus ojos. Si ella era sincera, en la mirada era en lo que más se parecía a Jungkook, aunque sus ojos eran más marrones que los de él.
¿Taehyung la habría visto, realmente, alguna vez?
Un puchero inconsciente nació en sus labios y, en cuanto los vio, suspiró abatida. Recordaba como sus gemidos eran dedicados a su nombre, como sus plegarias siempre fueron para él y como todas sus palabras eran de amor cuando hablaba de Taehyung.
Taehyung, su chico guapo.
Bajó la vista al anillo de fantasía, era plateado, su color favorito, y tenía pequeñas mariposas talladas, aunque estaban mal hechas y algunas algo deformes; pero no podía alegar ante ello, después de todo, Taehyung las había tallado con un clavo.
Observó con cariño el anillo, el cual estaba en su dedo índice, y con su pulgar lo acarició.
Se lo había ganado Taehyung, o algo así, fue un día que hubo una feria y él quiso asistir para distraerse un rato, ambos fueron al lugar después de salir de una pelea del castaño, así que lo había curado, y también tuvieron relaciones, en un motel, pero ambos tenían demasiada energía acumulada.
Caminaron tomados de la mano por todo el lugar, se subieron a varias atracciones, comieron unas hamburguesas y hasta bebieron los dos de una bebida gigante. Cada vez que recordaba aquel momento sentía mariposas en su estómago, se sentía como colegiala en una primera cita, y hasta llegaba a considerar aquella salida como su primera cita con Taehyung, aunque para él solo fue una salida normal.
Se divirtieron bastante, juguetearon entre ellos y los besos no faltaron.
Cuando pasaron por un puesto, el cual era para niños, ella se detuvo para ver un anillo con mariposas que había de recompensa por realizar una pesca con cañas y peces de juguete, Taehyung la vio y enseguida trató de comprar una entrada, pero como era un puesto de niños, el señor no lo dejó.
Pero, vamos, era Taehyung, ¿acaso se rendiría así nada más?, claro que no, es un rebelde sin remedio, un apasionado que dejaba la vara sobre el cielo y te hacía pinturas con las nubes del atardecer.
Cuando Jiae lo jaló para poder ir a otro puesto o irse, Taehyung tomó una cajita de terciopelo en la que estaba guardado uno de los anillos, entrelazó su mano con la de ella y se echó a correr.
Corrieron del señor que buscaba recuperar el anillo, corrieron del miedo de ser atrapados, corrieron de la realidad que les pisaba los pies.
Corrieron de todos los problemas que estaban fuera de su burbuja del por siempre.
Salieron de la feria con la respiración errática, con sonrisas de oreja a oreja y sellaron el camino con un beso de labios con algo de saliva.
Taehyung se sentó en una roca grafiteada y la sentó en sus piernas, debido a que no había otro lugar para que se sentara, ella rodeó su cuello y él abrazó su cintura mientras sacaba con la otra mano la caja de terciopelo.
Abrió el objeto y, cuando lo sacó, se dio cuenta de que no era el mismo que Jiae había visto con tanto interés, por lo que frunció el ceño.
—Esta mierda no es como las otras —dijo sin censura mientras levantaba el anillo para poder verlo con la luz de la farola—. No tiene mariposas.
—Está bien, aún así me gusta —respondió tratando de quitarselo, pero Taehyung lo impidió.
—Tú querías uno con mariposas, yo te daré uno con mariposas, princesa —dijo con una sonrisa de lado y ella besó la esquina de su labio.
Con su pie atrajó un clavo que estaba oxidado y tirado en la tierra, luego lo tomó con su diestra y comenzó a tallar las mariposas con suma concentración y demasiada paciencia. Por otro lado, Jiae peinaba los cabellos ajenos, los cuales debía cortarle ya que los tenía muy largos.
Al cabo de una hora y algo, cuando el frío comenzaba a aumentar y se acurrucaron más, Taehyung terminó de tallar el anillo y besó el cuello ajeno para llamar la atención.
—Terminé, princesa —dijo en un suspiró que a Jiae la hizo estremecer—. Dame tu mano, por favor.
Ella se la dio sin decir nada, pero viéndolo a él como su todo.
—Este anillo ha sido robado y tallado solamente para ti —dijo mientras lo encajaba en el índice de la mayor—. Solo para mi princesa, solo para mi bella Jiae —sonrió como cajita y ella se grabó esa escena como el momento favorito de su vida—. Te prometo que estaremos siempre juntos en esta mierda, que puedes usarme todo lo que quieras, porque me da igual si eres tú, confío en ti a ciegas —ella vio el anillo con los ojos brillantes y Taehyung peinó los cabellos largos de Jiae detrás de su oreja—. Quizá nos estemos rompiendo, pero me encanta hacerlo contigo, princesa.
—Te amo —susurró tímida.
—Y yo te adoro —le respondió y luego besó su mejilla.
Ella lo abrazó con fuerza mientras olía el cuello ajeno, olía un poco a sudor, también un poco a sangre por una herida que le había curado en el hombro y olía a su más grande sueño.
Ese anillo significaba mucho para ella, porque allí estaba plasmada toda la aventura, la montaña rusa de emociones y todo el caos que vivió con Taehyung.
Perderse en los recuerdos junto a Taehyung conllevaba un precio, el cual se manifestaba en forma de una pregunta: ¿Taehyung, en todo el tiempo que estuvieron juntos, solo la vio como la sustituta de Jungkook o también la vio como Jiae?
Ella no sabía si quería saber la respuesta.
Sacudió su cabeza para quitarse la angustia de encima y peinó sus cabellos hacia atrás, para luego maquillar un poco sus labios con un tinte color vino y hacerse las pestañas, ella no era tan amante del maquillaje, aunque eso era porque le estresaba que no le quedara como a ella le gustaba y desistía de ello.
Se vio en el espejo, haciendo caras raras, dejando en libertad su enjaulada rebeldía y torpeza. Frunció las cejas e hizo como si estuviera enojada, guiñó un ojo y se dio cuenta de que eso la hacía ver más ridícula que coqueta, hizo un puchero y terminó con una mueca de asco ante la horrible escena que presenció.
Jiae casi nunca demostraba sus emociones de forma física, ella lo tenía muy bien controlado, o más bien muy bien retenido.
Cuando comenzó en terapia, las emociones fueron algo complejo para ella, y es que comprenderlas era muy difícil para Jiae, las combinaciones y significados eran tan ajenos a su conocimiento que la mareaban.
Cuando descubrió que cuando le entregaba su total confianza a una persona y luego cometía una acción que le generaba miedo a perderla, eso generaba sumisión de su parte, y hasta cierto modo dependencia; su perspectiva de la vida tuvo un cambio de 180°C.
Saber que la ira era también un ataque de defensa, la hizo sentir menos culpable.
Comprender que las emociones no son enemigas, son aliadas que buscan protegerte a toda costa, le costó bastante, y mucho más al pasar tanto tiempo reprimiendo sus emociones, minimizandolas y creyendo que solo la hacían sentirse mal.
Porque las emociones fluctúan demasiado, no siempre se va a estar feliz, pero tampoco estarás siempre triste.
Jiae reprimió demasiado sus emociones, lo cual lo había estado haciendo desde pequeña, porque siempre había tratado de ser perfecta, de complacer al resto, de entender y modificar en ella lo que el resto creía o decía que estaba mal.
En cierto punto, se volvió un robot, porque no podía expresar que estaba triste y no ir a una junta de negocios cuando su gata murió porque debía cumplir con su agenda, tampoco podía expresar su enojo cuando le decían comentarios machistas porque no era de una dama decir aquello, mucho menos podía demostrar que estaba sumamente feliz por sus regalos de cumpleaños porque la hacía ver como una niña pequeña, una loca o hasta poco humilde dado lo costoso de los objetos.
Un rostro serio, lo suficientemente amable para que no crean que los repudiaba y lo suficientemente frío que imponga respeto.
Tenía cuatro años y ya estaba practicando ese rostro en el espejo con su madre detrás mientras le peinaba los cabellos azabaches y le decía que repitiera las reglas de etiqueta.
Tenía siete años cuando se dio cuenta que sus hermanos no vivían bajo las mismas reglas, aún viviendo en la misma casa, aún viviendo en el mismo mundo.
Tenía doce años y ya estaba recibiendo clases de defensa personal por si alguien la intentaba abusar, porque ya le había llegado su primer periodo.
Tenía quince años cuando tuvo que enfrentarse a los primeros acosos callejeros, a las insinuaciones asquerosas de hombres de negocios y el ser vista como un objeto cuando a su padre le ofrecían un matrimonio arreglado.
Pero qué podía decir ella en contra de todo eso, la ira, la rabia, el asco, la tristeza, la pena, la cólera, la culpabilidad, la envidia, el miedo, el terror, la ansiedad, el sentimiento de injusticia y cientos de otras emociones que había sentido a través de los años; debieron ser suprimidas, fueron obligadas a estar en una celda, a estar escondidas...
Porque ella, Jiae, era una señorita que debía comportarse, debía ser correcta, debía complacer y debía ser perfecta.
¿Cómo podía ser todo aquello?, si cuando actuaba de "forma correcta" la tachaban de falsa, cuando complacía a algunos descontentaba a otros, y cuando trataba de ser perfecta, ese ideal se le escapaba de las manos.
¿Se podría ser perfecta en un mundo de variables infinitas?
Guardar sus emociones fue lo que había hecho desde siempre, se le inculcó que eso debía hacer y sus expresiones fueron disminuyendo, sus sonrisas genuinas, que dejaban ver sus dientes y sus hoyuelos, eran contadas y las lágrimas se derramaron en su alma, ahogandola hasta ser un tsunami imposible de detener.
Reconocer sus emociones aún le costaba, pero saber un poco más de cómo manejarlas, redirigirlas y potenciarlas, además de ser un gran logro, la había hecho más difícil de quebrar.
Conocerse a sí misma, conocer la función de las emociones y conocer el porqué nacen, era su mejor arma.
Sí sabes qué es lo que te hiere, puedes reforzarlo hasta que sea impenetrable, o al menos casi intocable; si reconoces la espina que le duele al otro, ya sabes donde enterrar la daga para poder desangrarlo.
Después de todo, para sobrevivir se necesita hacer caer a otros, a sus 23 años lo tenía muy claro.
Revisó la hora en su reloj digital, eran las siete con diez, aún tenía tiempo, así que salió de su habitación, debía revisar sus datos.
Caminó por el pasillo del penthouse a paso calmado mientras tarareaba Mess It Up de Gracie Abrams, bajó por las escaleras que llegaban al living que tenía unos sofás blancos, una mesa ratona rectangular con su computadora de trabajo y varios papeles con gráficos y datos. Pero a ella no le interesaba eso.
Siguió de largo mientras se rascaba la nuca con la mano izquierda, y se dirigió al cuarto de limpieza que estaba al lado de la cocina, entre los libros viejos que tenía guardados desde hace años, buscó uno de tapa verde y lo abrió, dejando ver una llave plateada.
Tomó la llave y salió de allí, cuando caminó por el pasillo que llevaba al baño de la planta, se detuvo frente a un gran cuadro de dos metros de alto y cinco de largo, el cual tenía unas ruedas detrás del marco, le quitó el seguro a las ruedas y deslizó el cuadro.
Una delgada puerta del mismo color de la pared y casi imperceptible, estaba detrás de la pintura, Jiae introdujo la llave en la cerradura y abrió la puerta.
La habitación estaba empapelada de fotos de cámaras de seguridad y otras que fueron captadas con cámaras profesionales, había papeles con anotaciones de direcciones, números, nombres, apellidos y lugares, había un mapa de Seúl con varios puntos rojos marcados y una lana que dejaba ver un recorrido.
—¿En dónde había quedado? —se preguntó mientras mordisqueaba su pulgar—. Uhm, Rosie.
Taehyung hizo crujir los huesos de su espalda mientras veía a Minho ajustar y acomodar la corbata azul de Jihoon mientras Yuna le daba ánimos y a la vez trataba de calmarlo.
Era la primera Olimpiada académica en la que el joven Jihoon participaba, era comprensible que estuviera nervioso, después de todo estaban en una competencia que era de importancia nacional, las competiciones eran hasta televisadas e, incluso, la mayoría de las escuelas que no participaban, dejaban a sus estudiantes presenciar el evento colocando grandes plasmas en las cafeterías.
Las Olimpiadas de los cinco grandes, o como realmente se llamaban, las Olimpiadas de las estrellas.
Kim ya estaba acostumbrado a esto, incluso fue el primer miembro de las olimpiadas en participar con trece años, la cual era edad mínima, pero la mayoría participaba desde los quince; Taehyung rompió ese récord, además de que recuperó la copa académica que la escuela había perdido una década atrás.
Golden Seoul School lo extrañaría bastante el próximo año, pero ya debía volar e ir a una universidad.
Mientras aquel trío estaba en lo suyo, Lenna estaba conversando con Haewon, la que era su mejor amiga en la escuela y parecían disfrutar la charla; así que él se concentró en ver la lista con detenimiento.
Había hecho cálculos exhaustivos para poder organizar el orden en el que irían para responder las preguntas matemáticas, examinó las calificaciones de todos los integrantes del equipo y colocó todo en gráfico.
Lenna cometía pequeños errores cuando se trataba de signos, la mayoría del tiempo era eso en lo que se equivocaba y tenía el método de responder los ejercicios más fáciles primero, luego ir por los más complejos y luego hacía una revisión de toda la prueba de forma detenida; en lo que más se destacaba era en los porcentajes, la chica calculaba eso de una manera tan rápida y eficaz que era impresionante, al igual que en asuntos de funciones era muy eficiente.
Jihoon y Yuna eran más de física, les iba mejor en calcular masas y velocidades, eran majestuosos en ecuaciones diferenciales y geometría; pero tenían falencias en el tiempo, se tardaban más ya que hacían todo dos veces para comprobar el resultado.
Minho era un amante de las multiplicaciones, divisiones, fracciones, potencias y sacar raíces, era un as de aquello, pero flaqueaba en geometría y ecuaciones.
Y, por último, Haewon era mucho mejor en calcular multiplicación y divisiones de números excesivamente altos, mezclados con sumas y restas, la chica lo resolvía de forma rápida, pero las operaciones en las que había enunciados que interpretar, fallaba bastante, ella necesitaba tener el problema explícito para poder resolverlo.
—¡Chicos! —gritó mientras aplaudía un par de veces y el resto del equipo se acercó—, Miren, estuve analizando sus calificaciones, graficando en qué áreas resaltan más y en cuales tienen falencias —Jihoon lo vio sorprendido abriendo en grande sus ojos—. Y estuve analizando las primeras rondas de las olimpiadas de hace quince años-
—¿De hace quince años? —preguntó el chico de lentes y Taehyung sonrió por la ternura que le generó.
—Exacto, Jihoon —respondió mientras le echaba una ojeada a su libreta—. Analicé aquello para tratar de encontrar un patrón de orden sobre las preguntas, así podría ordenarnos en base a ello.
—¿Cuál fue el resultado? —preguntó Lenna con una sonrisa coqueta.
—Tenemos un posible patrón, princesita —contestó viéndola con picardía—. Por lo cálculos que hice, es muy probable que inicien con temas de física y geometría —Yuna asintió al comprender aquello—. Primero irá Yuna, luego Jihoon —decretó mientras los observaba—. Se que Jihoon está nervioso, por eso irá segundo, así podrá ver cómo es el ambiente y cómo funciona esta mierda que nos hace ver como nerds sin vida —todos rieron ante lo último y Jihoon asintió con un leve sonrojo en las mejillas—. Después irá Lenna, de seguro quedaran algunos ejercicios sin resolver, así que la princesita nos ayudará a remontar el ritmo y es muy probable que comiencen los cálculos de porcentaje y está mujer desayuna calculando los porcentajes de calorías y esas mierdas.
Haewon la codeó y el resto se rio algo bajo, Taehyung trataba de relajar también un poco el ambiente.
—Después irá Minho, porque esa gente se vuelve loca con las fracciones y en partir en mil partes un pastel o una barra de chocolate —varios asintieron ante aquello—. Y después viene Haewon, nuestra querida Woni tratará de calcular lo que queda, ya que dejan las sumas de números estratosféricos al final. Si terminaste todos los ejercicios de esa área, no bajes, ponte a tratar de resolver los pequeños cálculos que dejó alguien arriba, ese 3580 dividido en 2742 que alguien dejó botado, trata de resolverlo, ¿sí?
—De acuerdo —respondió alzando el pulgar.
—Solo si es que te sobra tiempo, puedes bajar —la fémina levantó el otro dedo pulgar con una sonrisa—. Quedarán los ejercicios más complejos abajo, los que tienen enunciados pendejos que te mezclan el cerebro, y de eso me encargo yo —habló firme mientras se detenía a ver los ojos del resto del equipo—. Toda la mierda asquerosa de números estúpidos que mareó sus cabezas y les dieron ganas de vomitar, me lo dejan a mí, que todo eso corra por mi cuenta, que si van a hundir a alguien sea a mí.
Todos asintieron, menos Lenna, que lo veía con las cejas semi fruncidas, así que Taehyung le dirigió una mirada directa a los ojos, demostrando que no estaba bromeando y que debía obedecer.
—Por otro lado, la mayoría sabe cómo son los hijos de puta de las otras escuelas —siguió hablando mientras guardaba la libreta en su mochila—. Pero Jihoon no, además de que es nuevo... Niño, tendrás que hacer oídos sordos si quieres sobrevivir en este mundo de cerebritos con plata.
—Puede que te amenacen por lo bajo con un negocio familiar —tomó el habla Nakamura—. Toda esa mierda no vale nada, ¿de acuerdo?
—¿Cómo?¨—preguntó el chico confundido.
—Los chicos de College Rose Bianche son bastante agresivos con algunas amenazas —siguió hablando Lenna mientras posaba su mano sobre el hombro del menor—. De seguro ya saben de ti, el anuncio de televisión ya te dejo ver como participante, así que de seguro querrán darte miedo, no dejes que entren en tu mente.
—Han Taesun de seguro se te acercará para decirte cosas —habló Kim mientras se sentaba sobre una mesa—. Ese chico como que le falla un tornillo, pero tiene una memoria bastante buena, lo más probable es que se te acerque a decir algo como "cachorrito" o "pobreton" —viró los ojos y siguió hablando—. Aquí entre nosotros, el chico va en picada con respecto a futuros socios, así que si dice que hará caer el negocio de tu familia, es una mentira muy mediocre.
Jihoon asintió mientras jugaba con sus manos, haciendo tronar algunos de su dedos.
—Supongo que Ming Zhang será el líder del equipo y su melliza será la segunda al mando —comentó Haewon—. Esos chicos de por sí dan miedo, trata de alejarte de ellos, son bastante agresivos cuando tratan de bajar a un miembro de otro equipo —el resto suspiró al recordar aquello—. En las olimpiadas pasadas, Ming hizo caer a un chico del Honor and culture por las escaleras, pero nadie vio nada y las cámaras no captaron algo sospechoso, así que no pudieron descalificarlos.
El pequeño Jihoon de quince años se estaba arrepintiendo de participar.
—Por eso irás en medio —le aseguró Taehyung mientras posaba ambas manos en los hombros ajenos—. Voy a cuidarte, te lo prometo, esos hijos de perra no te tocaran ni un pelo, Jihoon, te doy mi palabra —el mencionado asintió con las mejillas sonrojadas hasta más no poder—. Confía en mí, si alguno se te acerca, me llamas, da igual si estoy en otro asunto, tú grita en ese instante y yo iré enseguida. Eres mi prioridad en este equipo, Hoonie.
Jihoon creía que se iba a desmayar en esos momentos, tenía a Kim Taehyung frente a él, a centímetros de su rostro y es que él no se consideraba gay, pero ahora se estaba replanteando su sexualidad al ver cómo Taehyung le sonreía mientras le aseguraba que lo cuidaría y que era su prioridad.
—D-de acuerdo —dijo en un suspiró y el mayor le acarició la mejilla para luego alejarse.
Jihoon se hizo para atrás y por suerte Minho lo recibió en su brazos.
—Ese es el efecto Kim Taehyung, querido —le dijo en voz baja mientras lo ayudaba a enderezarse—. Sí ya caíste, puedo integrarte al club, si gustas, claro.
—¿Así de maravilloso se debe sentir Jeon? —preguntó el menor mirando a la nada y con la mano en el pecho.
Minho suspiró con los ojos cerrados y su mano derecha en el pecho mientras asentía dándole la razón.
—Así de maravilloso, Jihoon.
A los segundos se escucharon las campanas, lo que significaba que debían salir del salón para presentarse junto a los otros equipos, debían dar la cara y el líder presentar al equipo con un par de palabras, además de dirigirse al público para que apostaran por ellos e invirtieran dinero en su equipo.
Si lo pensaba, era como en los juegos del hambre, Taehyung siempre relacionó las olimpiadas con esos libros. Ellos eran un producto a fin de cuentas, representaban a sus escuelas y debían ganar para obtener el gran premio; todos los equipos lo hacían, los de fútbol, ajedrez, natación, etc. pero el equipo académico se llevaba toda la atención del público, después de todo eran escuelas y estaban para enseñar, no para practicar deportes.
La formación consistía con Lenna de cabecera junto a Minho, luego le seguían Haewon a la izquierda, Jihoon en medio y Yuna a la derecha, al final estaba Taehyung, lugar en el que podría observar todo el parametro y asegurarse de que nadie se acercara a molestar a Hoonie.
El equipo entró al mismo tiempo que los otros cuatro, cada uno ingresando por una entrada diferente que daba como lugar final el centro del gran anfiteatro, donde estaba toda la prensa, los fans, alumnos, los jueces y los directores académicos de las escuelas participantes.
Lenna entró haciendo lo suyo, luciendose con su sonrisa que embelesaba al público, deslumbrando con su sonrisa encantadora y maravillando a todos con su cabello cobrizo, mientras que Minho sonreía un poco y se arreglaba los lentes con su dedo índice, dejando ver ese lado misterioso y atractivo de él.
Haewon y Yuna destellaron con sus sonrisas a las cámaras, saludando a algunos alumnos que gritaron al recibir esa atención. Jihoon llamó la atención del público femenino al verse adorable cuando veía con sus grandes ojos todo con curiosidad y totalmente maravillado.
Taehyung sabía que la única reacción real fue de Jihoon, sabía que el resto estaba tratando de buscar patrocinadores y ganar algo más de fama.
La verdad es que a Kim no le interesaba ganar aquello, después de todo la escuela ya era de gente rica y ya era famoso entre esa gente, incluso había visto en internet que varias universidades querían tenerlo consigo y que iban a tomar su último juego como determinante para hacer o no las ofertas.
Taehyung caminó con la mirada fija al frente, no miró a ninguna cámara, su rostro era ambiguo, no se podía leer nada a través de él y no giró ante los llamados del público, mucho menos para responder preguntas que no le interesaban.
Cuando todos los equipos estuvieron en el escenario, los líderes tuvieron que ponerse al frente, por lo que Taehyung le indicó a los chicos con una seña de mano que cambiaran posición. Taehyung quedó al frente, Lenna detrás suyo pero inclinada a la izquierda y detrás de ella Haewon, inclinada hacia el lado derecho estaba Yuna y detrás de ella se posicionó Minho, dejando en el centro de todo a Jihoon.
Porque no era broma de que los otros equipos buscarían al más débil, incluso Taehyung dejó a Minho a la derecha porque a ese lado estaría el equipo de College Rose Bianche, y esos chicos eran demasiado agresivos.
Cuando los líderes estuvieron al frente, Taehyung no volteó a ver a nadie, después de todo ya sabía quienes serían, y sabía la charla que le darían en susurros.
—Así que el becado se atrevió a ser líder —comentó Zhang con cizaña—. ¿Acaso la zanahoria ya no toleraba ser la líder de unos idiotas?
Taehyung no cayó en esas estupideces del peligris, pero escuchó a los otros líderes reírse bajo, lo cual le importaba tres rábanos y medio, porque él ahí no iba a charlar, él iba a ganar.
Los presentadores se acercaron para comenzar el acto, la aclamada modelo Min Haesoo se acercó junto al actor de momento Hwang Daehyun, ambos vestidos de gala y con tarjetas en mano.
—Buenos días para todo el público presente para todos los que ven estas olimpiadas desde casa —habló la fémina y los aplausos se escucharon a los segundos—. Yo soy Min Haesoo, quien les acompañará en el área académica junto a mi compañero Hwang Daehyun —los aplausos otra vez resonaron.
—Así como la dulce Haesoo les ha dicho, también los acompañaré en esta aventura —sonrió en grande dejando ver su dentadura perfecta—. El día de hoy damos inicio a la competencia académica, en donde los alumnos de Golden Seoul High School, College Rose Bianchi, Honor and Culture, Diamond High School y Agust Winter, competirán por obtener obtener la mayoría de puntos en cada reto, para así declarar un ganador.
—Ganador que obtendrá cien mil dólares para beneficio de su escuela y, además, viajes todo pago por dos semanas y media por Alemania, Bélgica, Francia e Italia —varios de los participantes se sorprendieron al escuchar aquello, porque se suponía que sería solo a Londres—. Viajes para dos personas además de ellos, ¿no les parece increíble este premio?
Gente en el público gritó que sí, los aplausos también resonaron y en una pantalla gigante, que era especial para poder ver los comentarios del directo, se podían ver mensajes de apoyo, emojis y reacciones del público.
—Es un gran premio, a decir verdad —siguió hablando Hwang—. Así que creo que los participantes lucharán con más entusiasmo en las pruebas, pero, ¿por qué no le preguntamos a sus líderes qué opinan al respecto?, ¿qué es lo que piensan sobre la competencia y sus difíciles retos?
Los micrófonos que estaban frente a los líderes se activaron, todos por igual, y comenzaron de esquina en esquina, dejando al equipo de enmedio como último para poder hablar, quienes eran el equipo Golden, el equipo de Taehyung.
La mayoría dijo lo mismo, que se sentían honrados de participar en algo tan grande, que lucharán con todas sus fuerzas por el primer lugar y esperaban ganar aquel premio que les motivaba a darlo todo.
Taehyung se sabía de memoria esos discursos, siempre decían la misma mierda.
—La verdad, no me gustaría desmeritar a nadie —comenzó a hablar Ming actuando como el chico guapo que no rompe ni un plato—. Pero mi equipo está decidido a ganar este año, sobre todo a quitarle la copa a Golden Seoul High School, queremos recuperar la copa que perdimos con anterioridad —declaró, asombrando a varios del público, pero Taehyung se lo veía venir—. Como saben, este es mi último año escolar, así que mi deseo es ganar la copa y que permanezca en las siguientes generaciones de mi amada escuela. Haremos hasta lo imposible para ganar, irnos de viaje por Europa y darle el dinero a nuestra institución, la cual se merece este gran premio.
Los aplausos no tardaron en en aclamar al peligris, dejando ver una sonrisa socarrona en su rostro y varios comentarios de sus fans en el directo. Cuando el bullicio cesó, Taehyung se acercó al micrófono con las manos en la espalda y miró directo a la cámara.
—La copa tocó por primera vez Golden Seoul High School gracias a mí —comenzó su discurso con la voz segura y sin parpadear—. Tenía trece años en ese entonces, ¿realmente creen que la dejaré escapar ahora? —sonrió burlón—. Yo estoy presente aquí porque vamos a ganar, mi equipo y yo ganaremos la copa, como lo hemos hecho desde hace seis años —su mirada se volvió oscura mientras relamía con lentitud su labio inferior—. Ustedes me han visto trabajar, me han visto remontar en los últimos minutos de forma espectacular y han visto a mis amigos calcular, debatir, responder en segundos, traducir y cerrar bocas... ¿De verdad se preguntan sobre quién ganará?
El silencio fue casi absoluto y eso era lo que Taehyung buscaba, quería causar impacto, marcar diferencia, sabía que al público le atraía la rebeldía, la osadía, el drama y las personas atractivas; él podía darles todo.
—El equipo Golden va a ganar el premio y, de paso, iremos de paseo por Europa —sonrió de labios—. Espero disfruten el espectáculo, mi amado público —dijo cerrando el discurso con una despedida teatral.
Cuando levantó la vista, las reacciones de gritos, corazones, apoyo y elogios inundó la transmisión en vivo, el público presente aplaudió con fuerza totalmente encantado con su declaración.
Taehyung sabía lo que hacía, él conocía el terreno, sabía qué piezas mover para generar cierta reacción y jamás dudaría en usar aquello para ganar patrocinios y apoyo externo.
MookieNota: WEEEEEENAS MIS VIAJERITOOOOOOOS, bueno, yo aquí valiendo popo de perro, en la tarde me quería arrancar el útero para no sentir ese maldito dolor, ¿por qué chucha tengo que aguantar esa madre?, yo no quiero hijos, cuerpo pendejerreke.
Aviso que me fue mejor en el ensayo mate, no tengo ni idea de cómo pasó, pero le achunté como a una más que la vez anterior, pa mí es un logro, dejenme ser feli.
También quería contarles, por si no sabían, que soy madre soltera de dos crías, es que siempre hablo del amor de mi vida que es la Pinina, pero quiero que sepan que tengo una poodle esterotipica que ladra por todo llamada Sulli (no me tiren hate, a mí me gustó lo que significaba el nombre y respeto a la chica) y tengo un caganeitor 3000 llamado Theo, es un hamster Sirio hipertinetico y esquizo.
AHORA A LO QUE SI IMPORTA.
No estoy del todo contenta con el resultado del cap, sí plasmé lo que quería escribir y eso, pero ya me da TOC escribir menos de 7mil palabras, como que me acostumbré a darles capitulos enteros que parecen biblia,(de 7mil palabras en adelante), pero es que no quería añadirle la otra escena, decidí dejarla mejor para el prox cap.
Y bueno, hay nueva información... Por ejemplo, ahora sabemos un poco más del casi algo que fue Tae para Jiae, además de que les dí algo de terapia gratis, jeje, y qué teoría tienen con lo último que dijo???, realmente no creo que haya material para que le acierten al 100%, pero ajá, yo leo.
Y creo que es obvio, qué es Minho de forma secreta, lit lo que le dijo a Jihoon es muy claro. RECUERDEN que cada personaje que tiene nombre, importa en la trama, yo no escribo porque sí, y hay varios nombres por ahí.
¿Qué opinan del discursote que se dio el Tae?, yo me lo imagino y se me hace re hot, yo estaría comentando que me re puede...
Weno, eso, y voy a dar un anuncio con respecto a mis fics, pero no lo haré en este apartado, será en mi tablero.
Besooooooteees, muah muah.
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