XII. demasiadas emociones
El aire faltaba, era tan escaso que le dolía el pecho, las pequeñas lágrimas comenzaban a inundar sus ojos, ya no veía con claridad, el líquido se derramaba por sus mejillas de porcelana, manchando de tristeza en forma cristalina, y su labio temblaba, como si no bastara con el temblor de sus manos.
¿Cómo podría siquiera competir contra Bambi?
Vio por el rabillo del ojo la computadora, podía ver las notificaciones de los poemas, podía ver que en borradores tenía un par, podía ver y quería arrancarse los ojos, pero a la vez quería tatuarse lo que veía.
¿Por qué...?
¿Por qué tenía que ser él?
Lágrimas cayeron sobre sus manos, las cuales extendió para poder ver sus palmas, tenía sus uñas marcadas y pequeñas gotas de sangre por las heridas, y, aún con el temblor, tapó su rostro con ambas manos.
¿Por qué?, repetía en su cabeza, con dolor, con rabia.
Vio como la pantalla de la computadora se apagaba dado que no estaba haciendo uso de ella, y pudo ver su reflejo, ver lo mierda que se encontraba, como se veía tan destrozado y se levantó con rabia a cerrar la computadora.
Se quedó apoyado en el escritorio con ambas manos, observando con rencor el objeto inerte, al cual quería destruir, porque él estaba feliz sin saber la identidad de Vante, sin saber la otra identidad de Taehyung; Jungkook podía vivir sabiendo que alguien allá afuera amaba con cada fibra de su ser a otro, que este alguien le profesaba su amor en poemas, que deseaba fueran para él, a ese otro, Jungkook jodidamente podía con ello, pero...
Saber que Taehyung amaba de esa puta forma a alguien, a alguien que veía como una deidad divina, su maldito Dios, que su mejor amigo se arrodillaría y hasta comería piedras por esa puta persona... era algo que no podía tolerar.
Jungkook se sentía extraño, por una parte no podía tolerar que Taehyung amara de esa forma a alguien, sentía celos de ese amor soñado, ira porque su Hyung mirara a alguien de aquella forma y hasta cierto rechazo a Taehyung por considerar que la existencia de Bambi era una traición a su persona.
Pero por otro lado, sentía pena, ¿acaso él no era suficiente para Taehyung?, ¿por qué tenía que amar a alguien más?, ¿por qué a él no?, ¿por qué no podía amarlo así su Hyung?, ¿no era digno de ese amor tan devoto?, además, ¿por qué no le contó que amaba a alguien?, ¿es que ya no confiaba en él?
Levantó la mirada de la computadora y se enfocó en las fotos que había en el cuarto del mayor, en casi todas aparecía él, en algunas fotos estaban abrazados, en otras disfrazados y en otras hasta durmiendo; pero siempre cerca, siempre juntos, siempre ellos dos.
Él amaba a Taehyung y Taehyung lo amaba a él.
Jungkook lo sabía, pero saber que había otro amor, del cual él no era conocedor, que era tan fuerte y que iba dirigido a otra persona que no era él, le dolía y se sentía traicionado.
Suspiró abatido mientras se limpiaba con fuerza las últimas lágrimas, y es que también la situación le frustraba, porque él no tenía ningún derecho a sentir aquel dolor, Taehyung era libre de amar como se le diera la gana a la persona que quisiera.
¡Pero le dolía!, le dolía demasiado, pensar que Taehyung ya no era solo suyo, que había otra persona a la que su mejor amigo le daría todo, que él defendiera, cuidara, mimara, que Taehyung amara a otra persona le dolía.
Él. Solo él debía recibir ese amor. Jeon Jungkook. Nadie más.
Y ahora se ponía a dudar, ¿él merecía el amor de Taehyung?, ¿él, realmente, es digno del amor que expresa Vante en sus poemas?
Cerró los ojos y comenzó a contar a la vez que respiraba con calma, porque si dejaba que sus pensamientos tomaran ese rumbo, lloraría más, mucho más.
—¡Jungkook! —se escuchó el grito del mayor desde la planta baja—, ¡No me digas que te pusiste a ordenar mi ropa!
—¡T-Tenías un desastre Taehyung! —gritó una respuesta rápida, forzó una sonrisa y tomó la computadora en su mano izquierda junto al cargador que tomó con su diestra—, ¡Debería darte vergüenza, Hyung!
—¡Yo tengo orden en ese desorden!
Jungkook abandonó la habitación con los ánimos más bajos que un gnomo y cerró con fuerza la puerta, sin importarle mucho el ruido, aunque Taehyung le gritó que tuviera cuidado que las puertas estaban caras, para él eso era lo de menos, podía comprarle veinte puertas si el castaño quería.
Bajó las escaleras con molestia, ahora estaba molesto con él mismo por sentirse traicionado y dolido con la nueva información, pero también estaba molesto con Taehyung, ¿por qué no le contó sobre su patético amor por Bambi?
Llegó a la primera planta con ganas de irse directo a su casa e ignorar a Taehyung por lo menos una semana, qué se creía ese hombre al guardarle secretos, ahora estaba sobrepensando lo que le dijo la zanahoria esa, ojala Bambi siga con el novio de mierda y Taehyung llore y llore.
Dejó la computadora de mierda sobre la mesa sin mucho cuidado, si la rompía él podría comprarle la que Taehyung quisiera, hasta treinta computadoras le podría comprar para que el cabeza de coco le siga escribiendo al siervo patas flácidas.
Se sentó en el sofá y sacó su celular, Taehyung tendría que aparecer con las galletas porque él no iría ni siquiera a verlas, que ese hombre se digne a traerle la comida al menos, algo bueno que haga.
Mientras observaba el perfil de Vante, comenzó a cuestionarse quién era la o el ciervo sin mamá, más encima no decía género el hijo de su bella madre, eso solo confundía sus posibles teorías y el condenado le daba a todos los lados, le gustaba todo... Hombre tenía que ser.
Suspiró frustrado, porque ahora no solo tenía una guerra con la cabeza de Fanta, sino que también tenía que descubrir para quién eran los poemas de su Hyung, de la nada se volvió Jungkook Holmes en guerra contra Mary Jane.
—Ush, mientras más pienso, más rabia me da —comentó entre dientes.
—¿Qué dijiste, Kook? —preguntó el mayor mientras se sentaba a su lado—, ya traje las galletas, espero te gusten, según yo, no están malas.
Jungkook lo vio de pies a cabeza, juzgando con la mirada al ser traidor frente a sus ojos, y luego observó las galletas que estaban en plato sobre la mesa, se quedó unos segundos analizando las galletas, las cuales tenían forma de corazón medio deforme.
Luego de al menos cinco minutos de evaluación, Jungkook abrió la boca y la apuntó con su diestra, Taehyung confundido observó al azabache que veía al frente, después de captar un poco la indirecta, tomó una galleta y se la ofreció, pero solo se ganó una ceja alzada y una mirada disconforme; al parecer Jungkook no quería tomar la galleta, quería que se la diera en la boca.
Resignado, Taehyung suspiró con una sonrisa tierna y le acercó la galleta a la boca, Jeon le dio una mordida y se quedó analizando unos segundos, a lo que el castaño lo esperó ansioso por el veredicto final.
—Decente —respondió para luego abrir la boca otra vez.
Taehyung sonrió en grande y casi se pone a dar brincos, pero la boca abierta de Jungkook le indicaba que quería recibir más comida, así que se concentró en ello, ofreciéndole más de su creación.
—Me alegra que te gusten, ahora tengo una receta para hacerte cuando tú quieras —dijo con una sonrisa de cajita que a Jungkook casi lo hizo flaquear—. Cuando tengas antojo yo te las haré, tu Hyung va a consentirte las veces que quieras.
Y Jungkook maldijo en los tres idiomas que sabía a su mejor amigo, porqué tenía que ser así el condenando, porqué tenía que sonreír bonito, amarlo bonito y ser tan bonito.
Maldito Taehyung.
Malditos hombres, y él estaba doblemente jodido por ser hombre y gay, malditos todos.
Después de que Taehyung le diera la comida en la boca y se acabara el poco de galletas que él había traído, Kim tomó su computadora, así que Jungkook hizo como si estuviera leyendo sus apuntes, pero veía discretamente la pantalla.
Taehyung colocó la contraseña y, de forma veloz, cerró la aplicación, lo único que podía pensar Jungkook era en que su mejor amigo era un desgraciado que no quería que él se enterará de que andaba de enamorado.
Taehyung estaba sumando puntos de rencor indiscreto.
—Ujum —carraspeó un poco, llamando la atención del mayor—. Hyung, tú... ¿te has enamorado alguna vez?
Taehyung frunció el ceño confundido y vio por unos largos segundos a Jungkook, el cual estaba organizando sus lápices y plumones de colores sobre la mesa ratona.
—Uhm, ¿desde cuándo preguntas por mis amores? —cuestionó volviendo su vista al aparato eléctrico, a Jungkook le tembló el ojo derecho al escuchar "amores", el maldito no solo había tenido a Bambi—, eso es raro.
—Yo hice primero la pregunta, es de mala educación responder una pregunta con otra, Hyung —respondió tajante.
—Ehm, sí —respondió a la ligera—. Así como tú estás enamorado de Jimin —comentó viéndolo de reojo.
Jungkook lo admitía, fue punto para Taehyung, una majestuosa jugada, nada que decir.
Pero él no estaba enamorado de Jimin y ese asunto estaba demasiado complejo en esos momentos, pero no podía decirle a su Hyung porque el hombre iría a la casa del rubio a golpearlo, lo cual no estaría tan mal, pero no necesitaba a su mejor amigo en la cárcel.
—¿Y desde cuándo ha despertado tu interés sobre mis romances? —preguntó mientras buscaba un archivo en la computadora—, te toca responder, Estrellita.
—B-bueno, porque nunca me has dicho que te guste alguien —dijo mientras comenzaba a escribir el título—. Solo me he enterado de tus sucios revolcones...
—Y yo del uso de ese jugue-
—Ya hablamos de eso, Taehyung —le cortó de forma veloz a la vez que dejaba el plumón morado a un lado—. Ya hablamos de que no pienso en Jimin cuando...
—Te metes el plug.
—Oh, Dios santo, Kim Taehyung —se tapó la cara con vergüenza—. No debí mostrarte eso.
—Creí que teníamos esas confianzas, Jeon Jungkook —respondió con una sonrisa de oreja a oreja.
—¿Cuándo superarás el hecho de que-?
—¿Te metas un objeto de 15cm de alto, color rosado y con forma de pe-?
—¡Ya! —gritó mientras se lanzaba encima del otro para taparle la boca—, ¡Cállate, por favor, cállate!
El rostro del menor estaba completamente rojo por la vergüenza, sus mejillas parecían dos cerezas y Taehyung las quería morder, saber a qué sabía probar la piel de su mejor amigo, comprobar lo exquisita que debía de ser.
Jungkook estaba sobre Taehyung, el mayor recostado boca arriba sobre el sofá y el azabache con el torso encima del cuerpo ajeno.
La respiración de Jeon era descontrolada, él no sabía si por la vergüenza, por el grito, por el movimiento veloz o por todas las anteriores, pero de igual forma no podía lograr calmarla, como si estar cerca de su Hyung lo alterara más.
Taehyung deslizó con su mano derecha las manos contrarias que apresaban su boca, Jungkook no puso ninguna resistencia y los ojos estrellados del azabache no dejaban de ver los iris caramelo del mayor, como si no pudiera despegar la vista de ellos.
Magnetismo.
Adicción.
¿Atracción?
Taehyung sonrió ladino cuando posicionó las manos de su mejor amigo sobre su pecho y Jungkook se sentía débil, se sentía como simple arcilla y deseaba que su Hyung lo moldeara como él quisiera, que lo controlara a su antojo, que lo formara en lo que más amaba.
Los ojos de Taehyung siempre le habían parecido bellos, eran de otoño, eran hojas con destellos naranjas cayendo desde lo alto de los árboles, eran café, café que te daba abrigo y energía, pero también eran caramelo, caramelo que te endulzaba hasta tener las mejillas rosas y generaba una pequeña adicción a ese tener ese dulce entre tus labios.
Y cuando Taehyung ladeó su cabeza hacia la izquierda, por alguna razón quiso esconderse en el hueco de su cuello, quería oler la esencia de su mejor amigo.
Así que lo hizo, se acercó a hundir su nariz en la fuente de su olor favorito, cuando Taehyung alzó el hombro derecho para que no hurgara en aquel lugar, él sonrió malicioso y con su izquierda se ayudó para llegar a su lugar seguro.
Arrugó la nariz oliendo el aroma característico de su Hyung y hasta restregó su nariz allí para darle cosquillas al otro, el cual rio un poco y terminó posando sus manos en la cintura ajena.
—Me gusta como hueles —dijo aún en aquel hueco.
—Creeme que lo sé, Estrellita —respondió acariciando la espalda baja del otro—. Siento que te drogas o algo.
Jungkook mordió al otro justo entre el cuello y el hombro, haciendo que el mayor liberará un pequeño quejido y se sonrojara hasta las orejas.
—¿Y eso por qué fue? —preguntó el mayor mientras tocaba la nuca ajena—. ¿Uhm?
—Por decir que me drogo —contestó mientras se alejaba del cuello ajeno, dejándose ver con un sonrojo leve y el cabello desordenado—. Me gusta tu olor, nada más.
Taehyung quería deslizar su mano que tenía en la nuca ajena hacia la mejilla de Jungkook y acercarlo hacia él, besarlo, quería besarlo, se moría por besarlo.
Quería besar esos labios tono coral, iniciar con un beso tranquilo y que subiera en pasión, que pudiera comer a Jungkook, lamer esos labios, morderlos, chuparlos, quería caer en esa tentación. Quería tomar el mentón del otro mientras ingresaba la lengua en la cavidad bucal de este, pasearse como tanto ha anhelado, recorrer la zona para proclamarla suya y adueñarse del respiro de su mejor amigo.
Taehyung quería devorarlo, ansiaba volverlo suyo, amarlo, adorarlo.
Jungkook se desplomó en el pecho ajeno, quería sentir a Taehyung, sus mimos, sus caricias, su amor tan tierno y dulce, quería empalagarse de Kim Taehyung hasta que le doliera el estómago y tuviera caries.
Se recostó en el pecho de su mejor amigo y tomó la mano de este, que descansaba en su nuca, para posarla en sus cabellos, el castaño entendió la orden y comenzó a repartir caricias en la cabellera del menor.
No había ruido, no había bulla, solo latidos y respiraciones.
Latidos y respiraciones que danzaban en paz, en calma y sincronía, en amor.
Jungkook podía escuchar los latidos de su mejor amigo, eran rápidos, igual que los suyos, y se sintió completo cuando sus respiraciones concordaron, se sintió tan bien que le regaló un pequeño beso al pecho del mayor y bajó sus manos a la cintura de este, abrazando con algo de fuerza.
Cerró los ojos y no pudo evitar pensarlo, amaba a Taehyung, amaba a su mejor amigo y sabía que su amor era recíproco, porque Taehyung siempre le demostró que su amistad era lo más importante; realmente lo amaba, pero tenía miedo de que si Bambi le daba el pase, pudiera perder para siempre a su Hyung.
Apretó más el abrazo a Taehyung.
Tenía miedo de que ese amor tan devoto hacia Bambi lo dejara de lado; él quería entender que Taehyung también podía amar, que podía tener pareja y esas cosas, realmente trataba de entenderlo, él estaba haciendo el esfuerzo de imaginarse a su Hyung, a su Taehyung, con alguien más, pero le resultaba difícil, auque aún así tenía que hacerse esa idea.
Pero realmente esperaba que el momento en el que Taehyung se enamorara, fuera mucho más lejano, y admitía que era un egoísta y posesivo de mierda, eso no se podía negar, pero él estaba acostumbrado a tener su Hyung solo para él, y fue así por tanto tiempo que ya lo llegaba a dar por sentado.
Quizá ese fue su error, confiarse tanto de algo que era una mera ilusión, una utopía en la que Taehyung siempre lo elegiría a él.
De algo que estaba seguro, es de que Lenna no podía ser Bambi, según él esa chica no caía en las descripciones que daba Vante en sus poemas, aunque todos los poemas son ambiguos, ni siquiera sabía el género de Bambi con certeza, pero sentía que Bambi debía ser mucho más cercano e íntimo para Taehyung.
Quizá era una amistad por internet, Vante tenía varios amigos por allí con los que compartía memes y se etiquetaban, porque no había visto a nadie más junto a Taehyung en el colegio, tendría que ponerse más atento.
Apretó el suéter del mayor con fuerza, hasta que sus nudillos se tiñeron de blanco.
No quería que Taehyung lo reemplazará, no quería que su Taehyung tuviera a alguien a quien amar que no sea él, ¿por qué no podía bastarle su amistad?, ¿por qué tuvo que ver hacia otro lado?
Pero quién era él para exigir aquello si estaba de novio con Jimin.
Varias noches se preguntó qué hubiera pasado si, en vez de refugiarse en Jimin, él hubiese ido en busca de su Hyung; qué sería de él ahora si no hubiera tratado de reemplazar la ausencia que dejó Taehyung en ese tiempo y hubiese ido a su encuentro con los brazos abiertos.
Qué habría pasado si, por una vez en su vida, no se quedaba esperando a Taehyung y él hubiese ido a buscarlo.
¿Estaría en esa relación con maltrato?, ¿Realmente estaría interesado en Jimin?
¿Acaso no tendría miedo de que Taehyung lo dejara solo?, ¿Sentiría que sin Taehyung nada era relevante, que nada valía la pena?
Sintió sus ojos lagrimear, por lo que escondió su rostro en el pecho del mayor, ahora estaba completamente boca abajo. Él no quería pensar en una vida sin su Hyung, no, él no podía ver una vida sin Taehyung.
La mano derecha de Taehyung, que estaba en sus cabellos, bajó a su hombro y lo alejó con suavidad, y Jungkook se dejó hacer, porque él quería que Taehyung hiciera lo quisiese consigo, porque su Hyung lo único que hacía era amarlo y, aunque a veces ese amor dolía por lo cálido que era, era adicto.
El mayor lo vio a los ojos mientras él se acomodaba sobre su pecho, pero dejaba que el mayor lo viera, que lo apreciara, que viera una pequeña parte de cómo se sentía al amarlo.
Taehyung subió la mano izquierda desde su cadera y acunó su rostro con ambas manos, acarició con su pulgar derecho su mejilla y luego limpió con pequeños besos su lágrimas, besó la esquina de sus ojos, su nariz, su mejilla y su mentón.
Realmente le dolía que Taehyung lo amara tanto.
El castaño acarició sus cabellos hacia atrás, lo peinó un poco e hizo ondas al enredar su dedo en la cabellera azabache, Jungkook se recargó en la palma izquierda de su mejor amigo.
—¿Qué pasa, mi estrellita? —susurró perdido en los ojos cristalizados del menor, el cual evitaba su mirada—, ¿Qué sucede, Jungkookie?, dime, ¿estás triste?, ¿algo duele?, dime, por favor —rogó mientras dibujaba círculos en las mejillas de porcelana.
Jungkook no sabía qué decir, ¿había palabras para describir todo lo que sentía?, ¿podía decirle que quería abrir su pecho para que el mayor tomara su corazón, ya que solo confiaba en él para que pudiera amarlo bien, para que pudiera cuidarlo con esmero, para que viese lo frágil que es con él y para que se diera cuenta de que su corazón dolía de tanto amor porque no sabía si realmente lo merecía?
Pero que también su corazón se sentía herido porque él, Taehyung, amaba a alguien tan fuerte que sentía celos de no estar en ese primer lugar, en el primer lugar en el corazón de su Hyung.
El azabache hizo el amago de hablar, pero de su boca no salió nada, y Taehyung lo calmó al acariciar sus labios con su pulgar, dándole mimos en el mentón y con la otra mano en la mejilla.
El amor de Taehyung dolía, pero no porque fuese confuso, no porque fuese una farsa que en realidad era maltrato; el amor de Taehyung dolía por ser tan real, tan puro, tan genuino, tan bonito.
—¿Por qué? —susurró con lágrimas en los ojos y ver a Taehyung preocupado solo lo hizo sentir un dolor bonito—, ¿Por qué me amas tan lindo, Hyung?
La lágrima que cayó de su ojo izquierdo desató una cascada de estas, y él no entendía muy bien porqué lloraba, pero no podía parar y no podía evitar sonreír con cariño.
Taehyung acomodó ambas manos en su rostro, ambas acunándolo, y limpió con sus pulgares las lágrimas que caían una y otra vez. El castaño sonreía con compresión, con cariño, con amor, y se acercó a besar cada lugar en el que terminaban sus lágrimas.
—Porque tú mereces el amor más lindo de todos, Jungkook, el más bonito —el mencionado sonrió dejando ver sus dientes perlados y achino los ojos—. Mi Jungkookie merece el amor más bello, el más puro, y yo siempre lo voy a amar así, yo siempre te voy a amar, Jungkook —besó la punta de la nariz ajena y sonrió, haciendo sonrojar al menor—. Eres mi Estrellita, no hay nada en esta vida que yo no haría por ti, lo sabes, ¿no?
—Lo sé —respondió algo cohibido mientras veía su café favorito en los ojos de su Taehyung—. En serio lo sé.
Ambos sonrieron con las mejillas coloradas.
Jungkook estaba sonrojado por el dulzor de su Hyung, por el amor tan bonito que le profesaba, por el alboroto que sus palabras causaron en su corazón.
Y Taehyung mantenía sus mejillas de color rosa por su atrevimiento, porque le había dicho la verdad a Jungkook, a pesar de que este lo tomara como amor de amistad, Taehyung le había confesado su amor, una pequeña parte de su amor.
Te amo
Tus ojos estrellados son toda mi galaxia, todo mi universo
y tus pestañas largas son el velo de cada uno de mis sueños,
tu piel de porcelana enfrasca mis pensamientos más impuros
y tus labios son un sello que jamás he probado, uno que es prohibido.
Te amo tanto que desborda, te amo tanto que me enloquece.
Te amo, te amo y te vuelvo a amar,
pero te amo tanto que ya no es amor,
es algo mucho más grande, Bambi,
entiendeme, por favor.
Eres mi todo y eres mi nada,
puedes hacerme con tus manos blancas y cortarme en pedazos con tu nariz arrugada,
eres capaz de moldear mi felicidad en segundos y dejarme vacío con tu adiós,
eres y eres, y vuelves a ser, cariño mío.
Eres tanto que desbordas, eres tanto que enloqueces.
Oh, Bambi, dejame amarte, te ruego porque me dejes adorarte.
Cuidaré tu corazón con mi cuerpo y alma,
porque amo amarte aunque me hagas un desastre,
y ya no sé si rimo, ya no sé si mis versos se explican,
ni siquiera sé si el poema es mío o de mi corazón sangrante por tanto amor que quiero darte.
Te amo, pero no te amo, porque te amo tanto que no es amor,
pero no hay palabras que definan lo que siento, así que se queda en un te amo.
Te amo, Bambi, te amo, me muero por darte todo mi arte,
vivo para algún día contarte lo angustiante que es amarte.
Y joder, cómo te amo.
Mi amor por ti desborda, mi amor por ti enloquece.
Y, aún así, siento que eso no es suficiente para ti,
porque eres digno de alabanza, de oraciones y de adoración.
Mereces todo, amor mío, y yo solo puedo amarte en la lejanía,
en el silencio, en mis versos y en mis sueños.
Te amo, Bambi, pero, si soy sincero, dejó de ser amor hace bastante tiempo y se transformó en algo mucho más grande.
—Vante
"VIERON LO MISMO QUE YOOO???"
"OH DIOS MIOOO"
"Bambi es hombre?!!!"
"Ere dignO de alabanza, OMG!!"
"VANTE ESTÁ ENAMORADO DE UN MACHO"
"será descuido o realmente quiso dar esa señal?"
"ME VOY A VOLVER LOCAAAAAA"
"Saquen teorías con lo de la publicación que borró"
"Soy hombre y tengo mejor amigo, seré Bambi?"
MookieNota: Buenas, buenas, llego con el cap un día atrasado, pero tecnicamente ya pasaron las 12, así que serían dos días de atraso ¿?, ai ron nou, pero next.
Mañana tengo ensayo PAES de matematica e historia, deseenme suerte, aunque igual me va a ir mal en mate...
Pero, en cosas más importantes, este cap estuvo cortito, ¿no?, quizá se sienta más largo porque son parrafotes y así, pero es cortito, muy cortito.
Yo quería que Tae le diera el beso, ¿y ustedes?, es que lo tenía enfrente wnnnnn, un besito de compas, si igual le diste besos en la cara, no hay diferencia, hombre.
Y aquí inicia la verdadera trama de este fic, porque si se dan cuenta hay muchas subtramas... demasiadas, pero aquí inicia la busqueda de Bambi por parte de Jungkook... se tiene que ver al espejo y ya, no está tan complicado.
Por otro lado, el poema fue bien express, así que no me lo miren feo, ¿ya?, además de que el poema se escribió solo, las manos tecleaban solas.
Y ultima cosita, vieron cómo son de pegotes y cursis?, imaginenlos de pareja.
BYEEEEEEE, muah muahhhhh, cuidenseeeee.
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