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XI. negocios (Y) secretos

Una vez todos los herederos invitados se adentraron al salón, Hoseok fue a hablar personalmente con el personal de la cocina, ya que necesitaba comprobar que todo estuviera en orden, así que les preguntó si tenían todo lo que se ordenó y si tenían los planes de emergencia preparados por si algún invitado no quería comer lo que se encontraba en el desayuno.

Una vez hecho aquello, lo cual no le tomó más de cinco minutos, volvió a ver a sus invitados, todos estaban sentados en la gran mesa ovalada, algunos conversaban entre ellos y otros guardaban silencio.

—Como ya se esperarán, lo que comerán a continuación es hecho por Hope & Sunshine —dijo con una sonrisa mientras se posiciona en la cabecera de la mesa—. Espero que este desayuno pueda satisfacer sus estómagos y encante sus papilas gustativas —hizo una seña con la izquierda para que el personal entrara con la comida—. Preparé un extenso menú para todos ustedes, si hay algo que gusten modificar o ninguna comida es de su agrado, tenemos un pequeño menú de reserva, así que sientanse en confianza para pedir otra comida.

Los meseros sirvieron en la gran mesa varios platillos, bebestibles y guarniciones, había desde comida extranjera a clásicos platillos coreanos.

Varios invitados sonrieron al ver la comida, algunos comentaron sobre lo apetitoso que se veía todo y otros degustaron en seguida algún bocado, por lo que el pelirrojo sonrió y se terminó por sentar encantado.

—¿Qué es esta cosa? —preguntó Yoongi mientras veía con disgusto un batido color verde—. Sabe a diarrea asegurada.

Unas pequeñas risas se escucharon por parte del heredero de los Han, mientras que el resto omitió aquel comentario innecesario y seguían comiendo, Hoseok quería correr a Min de aquella junta.

—Al parecer el heredero de los Min tiene un gran sentido del humor, podríamos ser amigos —acotó el heredero de los Han—. Yo creo que te convendría, Yoongi.

El mencionado no habló, solo siguió comiendo de su cheesecake y tomando de su malteada de chocolate, Hoseok pudo ver como uno de los mellizos Zhang se fijaba en el pelimenta, como el peligris observaba detenidamente a Yoongi.

—Bueno, si omitimos el batido de kiwi, manzana verde y acelga —comentó el Jung con una sonrisa forzada—. Espero que los otros bebestibles y comidas sean de su agrado.

—Hope & Sunshine tiene una gran variedad de menús, por lo que veo —comentó Lenna Choi mientras veía el menú de reserva—. Nunca decepcionan, Jung.

Hoseok sonrió mientras posicionaba su palma en su pecho y daba una pequeña reverencia de cabeza.

—Muchas gracias, Lenna —respondió—. Me alegra que tengas expectativas altas de nosotros y jamás te hayas decepcionado.

—No es nada, después de todo, las empresas Choi han apoyado a Hope & Sunshine por bastante tiempo, espero podamos seguir el recorrido juntos —sonrió tras decir aquello.

—Lo mismo espero, señorita Choi.

Un carraspeo llamó la atención de todos en la mesa, al parecer Han Taesun tenía algo que decir, el joven dejó su sándwich en el plato y se hizo para atrás en la silla.

—He visto que Hope & Sunshine tuvo problemas en el mercado extranjero, Jung, y esto —dijo señalando con sus manos la mesa y el lugar—. Es un desayuno para comenzar un camino con futuros socios, dejar a algunos atrás y mantener a otros... ¿Por qué las empresas Han deberían seguir colaborando con tu negocio, Jung?, ¿Qué me asegura que tu negocio no va a caer el día de mañana?

La tensión en el ambiente era bastante notable, la mayoría dejó de comer ante aquello, excepto Jiae y Lenna, ambas féminas debían de estar bastante acostumbradas a situaciones como esta y debían saber que Hoseok expondría el porqué Hope & Sunshine no era una perdida de dinero, además de que si estaban allí, era porque confiaban en su negocio y buscaban mantener la colaboración, porque si quisieran cortar lazos, no estarían comiendo en aquella mesa.

—Tuvimos un fallo en el mercado extranjero, específicamente en Francia, pero este fallo fue debido a agentes externos a nosotros —respondió mientras juntaba sus manos sobre la mesa—. Como sabrán, ha habido protestas en este país debido a que el presidente ha estado gastando el dinero del estado en arreglar todo para los juegos olímpicos, debido a este motivo, la gran sucursal que hemos inaugurado el pasado mes ha presentado más pérdidas que ganancias.

—Sí sabían la situación del país, ¿para qué invertir en Francia?, eso solo me indica de quien sea que esté a cargo no toma las decisiones más sabias—preguntó mientras veía al resto de invitados, buscando respaldo—, ¿Tengo razón o no?

—Han Taesun, yo creo que usted debe saber cuánto se demora realizar un proyecto en el extranjero —el nombrado viro los ojos—. Además de que un proyecto como ese tomó años, dado que no es solo una cafetería, sino que también ampliamos el menú para que se pueda almorzar y cenar en el local, también que el edificio cuenta con cuatro pisos, los cuales tienen terrazas, zonas para fumar, bares y pista de baile.

—Aún así no debieron inaugurar aquel lugar, debieron esperar a que la situación del país mejorara, porque solo han generado pérdidas de dimensiones descomunales.

—En eso está equivocado, porque las pérdidas en Francia fueron de un 1,7%, mientras que las ganancias han aumentado un 47% en Japón, un 35% en Tailandia y en China un 33% —contestó viéndolo directo a los ojos—. Las cuales son sucursales abiertas hace menos de un mes y las cifras van en aumento, no en descenso como puedes comprender, por lo que esto da un claro ejemplo de que a la sucursal de Francia le fue mal por cosas externas y claro que no pudimos retrasar la inauguración, porque en Hope & Sunshine somos conscientes de la gente que trabaja detrás de nosotros como también somos gente de palabra, heredero Han.

—Me parece que la sucursal en Francia es solo una perdida que no debió tener inauguración alguna, por otro lado, si es cierto lo que me dices, ¿qué me asegura que se mantendrán así de bien?, ¿uhm?, comida hay en todos lados.

—¿Qué le asegura a usted que las empresas Han no irán a la bancarrota?

—Todos necesitan cobre, Jung, seamos realistas.

—Pero aún así tus mineras pueden llevarte a la ruina —comentó Zhang uniéndose a la conversación—. El mayor productor de cobre es Chile; China, Estados Unidos, Brasil e incluso Corea del sur, lo compran principalmente desde Chile, las mineras de cobre aquí son pocas, es verdad, pero no es algo tan necesario, ya que se le puede comprar directamente a Chile.

—Eso genera gastos extras, por si no te das cuenta, Zhang.

—De hecho, si comparamos los precios son bastante similares —acotó Lenna—. Además de que mantener buenas relaciones con países extranjeros ayuda bastante a la economía, recuerda que vivimos en un mundo globalizado, Han.

—Por lo que sé, Choi, tú me compras plata —respondió de mala gana—. Así que no creo que me deberías de contradecir.

—Le compro a empresas Han como también importo desde Perú y China —dijo después de tomar un sorbo de su malteada—. Negocios son negocios, y la joyas se deben hacer a como dé lugar.

Taesun negó con la cabeza a la vez que veía con desdén a la fémina, el silencio gobernó la mesa por unos minutos, pero fue interrumpido por Yoongi.

—No sé por qué estoy aquí, esto no me interesa, es muy aburrido —comió un poco de sandwich y luego se recargó en el respaldo de la silla con los brazos cruzados.

Nadie daba cabida a lo que Min había dicho, porque todos allí iban con un solo fin, negocios, y cada uno, como heredero, debía comenzar a asegurar sus futuras conexiones, dado que lo más común era asumir el puesto de cabecilla a los veinti algos, y la mayoría tenía entre dieciocho y diecinueve años.

Que el heredero del imperio Min dijera tal barbarie solo significaba una cosa, las empresas bajo el apellido Min irían a bancarrota, porque, si Yoongi no buscaba nuevas conexiones y no estaba interesado en lo que implicaba ser el heredero, todo le resultaría mal.

—Quizá puedas tomarlo como una ofensa, Min Yoongi, pero creo que tu actitud no es la más adecuada para una junta de conexiones —habló Ming Zhang mientras cortaba el pastel de zanahoria de su melliza—. Y si no estás interesado en lo que implica esta junta, deberías largarte.

Yoongi observó a su alrededor, como la mayoría lo veía tras la declaración del peligris, él solo meneó la cabeza mientras blanqueaba los ojos.

—Creo que el heredero Min no está para nada cómodo aquí, ¿eh? —dijo Han con una media sonrisa—. Al parecer el heredero Jung no sabe organizar algo que acoja a todos.

—No sé quién eres y tampoco me interesa, pero tu voz me irrita, ¿podrás callarte? —preguntó Min.

—Han Taesun —respondió como si eso fuera lo que le preguntaron—. Heredero de un gran imperio de mineras y una creciente empresa de electrodomesticos, soy socio tuyo, una de tus empresas de joyas es una mi fiel compradora de plata y oro mía —le extendió la mano por detrás de Nakamura y Yoongi correspondió aquello estrechando la mano.

—Que falta de respeto más grande —comentó Mei Zhang después de comer un bocado de pastel—. ¿Así de truchos son tus negocios, Han?, porque ya sabemos las jugadas que pueden llegar a hacer los Min.

Jiae levantó la vista de su plato y se enfocó en la fémina que comía pastel, luego dirigió su vista en Yoongi, el cual bajó la mirada al captar la indirecta. Ciertamente todos sabían los engaños que hizo el imperio Min para salir de la posible bancarrota hace unos años atrás, el cómo la naciente empresa de los Kim fue directamente a formar parte de dicho imperio, cómo el imperio Jeon cortó lazos directos con los Min y que una competencia silenciosa nació entre los dos imperios más grandes.

Hoseok analizó el panorama de la junta, y en segundos supo que de esa mesa saldrían varias conexiones rotas.

—No creo que a Nakamura le importe, él no tiene lazos conmigo o con los Min, tiene contrato exclusivo con Jeon, Choi y Jung —respondió mientras entrelazaba sus manos sobre la mesa—. Además, es solo un saludo, ¿desde cuando se le toma tanto interés a aquello?

—Como si nadie supiera lo que es tranzar pactos de conexión silenciosos —contraatacó Ming—. Lo más seguro es que comiences a lamerle hasta los pies al imperio Min, todo para que Yoongi caiga y cierre contrato contigo.

—Así funcionan los negocios, ¿no?

—Aún así considero que aquella acción fue una falta de respeto hacia mi persona —habló Nakamura después de tomar un largo sorbo de café—. Y que no se te olvide que tus electrodomésticos buscan llegar a Japón, en donde está principalmente mi imperio, Han.

—¿Es acaso una amenaza, Minho?

—Es un recordatorio.

—Aquí todos son muy pasivo agresivos —comentó el pelimenta mientras bostezaba—. ¿Por qué no dicen que las empresas Han son una mierda y ya?

—¿Sabes acaso lo que acabas de decir? —cuestionó Hoseok con el ceño fruncido.

—No la tiene —habló Jiae a la vez que dejaba el café sobre la mesa—. Ese niño no es apto para ser el heredero del imperio Min, además de que tampoco parece saber qué significa estar aquí.

—¿Quién dice que no soy apto? —cuestionó de forma agresiva—, ¿Quién te crees para decir eso?

—Al parecer los Min buscan ir a la quiebra teniendo a Yoongi como heredero —dijo Mei.

—A mi parecer, Yoongi ha sido elegido contra su voluntad como heredero del imperio Min —opinó Lenna—. Por lo que dudo tenga cierto saber de negocios o cómo repercute en la economía de su familia cada palabra mordaz que sale de su boca.

—Pues me da igual la mierda que pase si les digo a todos que son una mierda o que al batido le faltó azúcar—comentó a la defensiva—. No me interesa si el desagradable de Han corta lazos con los Min o si todas sus familias crean una vendetta contra mi apellido.

—¿Entonces qué haces aquí? —preguntó Jiae, observando directamente los ojos de Yoongi, poniéndolo nervioso—. Para qué muestras tu cara en una junta de conexiones cuando no te interesa esto, si para ti es una pérdida de tiempo es mejor que te largues y ya, porque al resto si nos interesa nuestro apellido, nuestras empresas y nuestros negocios —dijo reprochando al menor—. Para ti puede ser una estupidez, pero para otros es nuestro futuro, si no tienes interés alguno en lo que significa esta junta, espero levantes tu trasero y camines hacia la salida, te vayas en tu auto privado y sigas viviendo tu vida de persona rica que le han hecho todo en su patética vida y que llevará a la ruina todo un imperio empresarial con cientos de generaciones detrás.

—¿Acaso no todos aquí somos eso último? —preguntó sarcástico.

—Habla por ti, Min —respondió Lenna viendo con desagrado al otro.

—Tú ni hables, lo único que haces es verte bonita y ser la chica perfecta de la escuela —comentó con una sonrisa burlesca—. Tal vez seas inteligente, pero todo te lo han hecho, Lenna, no digas estupideces.

—Creo que Min no tiene el coeficiente intelectual como para separar la vida empresarial con lo que sucede en la escuela —habló Ming Zhang con total rechazo a la persona que tenía enfrente—. Realmente irán a pérdida contigo al mando, una total lástima.

—Exclamó el modelito de Vogue —se burló mientras reía entre dientes—. ¿Acaso el Ken con cabello de abuelo se molestó porque el idiota de Jeon le quitó la portada?

—Puedes decir lo que quieras de nuestro trabajo como modelos, Min —tomó el habla Mei mientras penetraba la cabeza del otro con su mirada—. Pero al menos generamos dinero y no somos unos parásitos de nuestra familia.

Yoongi frunció el ceño mientras veía a la chica de cabellos negros frente a él, empuñó su mano derecha y sus uñas se incrustaron en sus palmas.

—Pueden llamarme parásito, eso me da igual , bajo mi punto de vista todos aquí lo somos —peinó sus cabellos hacia atrás—. Desde la chica con lentes feos que se cree la mejor hasta la zanahoria de Lenna y los gemelos de plástico.

—Uy —dijo con una sonrisa el heredero Han—. Vas a ganarte enemigos, mentita, quizá sea una buena oportunidad para que te dé una mano, ¿no?

—Ni siquiera sé a qué te refieres, voz de pito.

—Yo creo que Yoongi tiene razón —habló el pelinegro mientras extendía sus palmas—. De cierto modo todos somos unos parásitos, además la comida de Hope & Sunshine es demasiado... —tomó el batido color verde que a Min no le gustó con su mano derecha y lo alzó para que todos lo vieran mientras lo movía, para finalmente dejarlo con fuerza sobre la mesa— Sana, ¿no creen? —cuestionó con una sonrisa falsa—. A nadie le gusta lo sano en estos tiempos, la diabetes vende más de lo que creen.

—¿Qué se supone que dices, Han? —cuestionó Hoseok.

—Solo digo, que quizá ahora Hope & Sunshine está en la cima dado que ir al gimnasio está de moda —respondió alzando el índice—. Pero, ¿qué pasará cuando no lo esté?

—Sin ningún respeto, Han —tomó el habla Mei—. Ese es el argumento más estupido y barato que he escuchado.

—Concuerdo con Mei —respaldó Minho señalando a la fémina con la mano derecha extendida—. Ese argumento parece haber sido sacado de una rebaja.

—Quizá no te has dado cuenta, Taesun, pero estamos en Asia —habló Lenna con una sonrisa burlona—. No en América o Europa, los estándares de belleza aquí son mucho más exigentes y la mayoría de personas cuidan su peso, por lo que la comida rica y sana es algo muy rentable.

—¿Estás diciendo que, porque aquí la gente trata de estar en infrapeso, debido a estándares de belleza que llevan a trastornos alimenticios, es más "rentable" la comida de Hope & Sunshine? —preguntó Yoongi con el ceño fruncido—. Me parece una estupidez, no porque tú quieras ser una barbie anémica con anorexia, significa que deban fomentar esa mierda.

Lenna suspiró, cansada de los patéticos ataques hacia su persona cuando estaban hablando de negocios, mientras acomodaba un par de cabellos detrás de su oreja, para finalmente beber algo de té.

—Hombre, deberías irte de una puta vez —dijo Mei viendo con desagrado al pálido.

—Es que no entiende que debe separar la vida personal de la vida empresarial, Mei, el pobre no tiene cabeza para eso —comentó el mellizo menor.

—Lo que digo, Min Yoongi —retomó el habla la pelirroja—. Es que la comida de Hope & Sunshine es ideal para Asia, ya que es sana, baja en calorías y deliciosa, y dado que en gran parte de Asia están estos estándares de belleza, a los cuales también estoy sometida mas no fomento, porque no tengo un cartel con lucecitas neón que diga "deja de comer y haz dieta", por si no lo has notado —sonrió de forma irónica—. Hope & Sunshine se vuelve un lugar popular y eso genera ventas, ¿y sabes por qué estamos aquí, Yoongi? —le preguntó como si fuera un niño pequeño—. Para hacer negocios, Min. Así que comienza a dejar los ataques hacia mi persona, porque aquí no soy la llamada "Princesa alemana" que ves en la escuela, aquí soy la heredera del imperio Choi y en esta mesa se habla de negocios, ¿te entra eso en la cabeza, Min?

Jiae sonrió en grande tras escuchar aquello, porque la chica frente a ella era digna de admirar, no cayó en las provocaciones del pelimenta y respondió de forma clara y precisa, Lenna Choi cortó el tema con simpleza, pero de forma mordaz, si Min volvía caer en lo mismo significaba que estaba a la defensiva, aunque ya pareciera que estuviese de esa forma.

Hoseok sonrió de labios, Lenna había callado de una puta vez a Yoongi, se lo agradecería eternamente.

—La misma mierda —respondió entre dientes el pálido.

Varios en la mesa viraron los ojos, otros sonrieron al percatarse de que Yoongi no captaba de lo que hablaban, al parecer los Min eligieron al primer idiota que se toparon para darle el puesto de heredero.

—Hay que comprender a Yoongi, amigos —habló Taesun mientras señalaba con su izquierda al mencionado—. Tenemos que ayudarlo en este camino de los negocios, él es nuevo en esto.

Los mellizos Zhang vieron con desaprobación a Han y luego se miraron, ambos comunicándose con la mirada, Hoseok sabía qué significaba eso: los Zhang cortarían lazos con empresas Han.

Realmente esa junta estaba siendo un desastre en temas de negocios, pareciera que Taesun estaba empeñado en solo asociarse con el imperio Min, porque estaba obteniendo el rechazo de todos los demás y Hoseok también pensaba en cortar lazos con ese apellido.

—Una ayuda a nuestro compañero Yoongi no sería malo —continuó hablando mientras partía su sándwich en dos—. Nadie aquí nació sabiendo sobre negocios, quizá una ayuda o algo no le vendría mal.

—¿Me estás llamando tonto, imbecil? —cuestionó de forma agresiva volteando el batido verde sobre la mesa y varias comidas—. A mí no me importa ni una mierda esto —señaló con sus manos el lugar y a los invitados—. Pueden irse directo a Tombuctú o a la mierda de caballo más cercana, me da igual, yo solo estoy aquí para cumplir.

Todos vieron el desastre que Yoongi había dejado en la comida, como pasteles, panes y muffins fueron bañados del batido verde, incluso Nakamura se alejó un poco del pelimenta, ya que la bebida estaba siendo derramada cerca de su asiento y casi se mancha la chaqueta.

—Maldita sea —susurró Minho al darse cuenta de que su zapato no se salvó del líquido.

Yoongi veía como el líquido se derramaba sobre sus pantalones y zapatos, pero no le importaba, estaba molesto, todos en esa junta lo llamaron indirectamente tonto, y no es que él lo fuera, es que no le interesaba lo que pasara con la empresa y estaba allí por obligación.

—Llamaré a alguien para que ayude a limpiar, Minho.

—Gracias, Hoseok, pero yo me largo —comentó viendo a los ojos a Yoongi—. Ya tuve suficiente, ví lo que tuve ver y oí lo que tuve que oír.

El castaño se levantó con cuidado de no pisar el charco verde, tomó sus cosas, se despidió de todos con una reverencia y una especial para el anfitrión, luego se fue del salón.

El silencio tras la salida del chico coreano-japonés fue sepulcral, ya nadie comía algo de la mesa, algunos ayudantes de limpieza llegaron para limpiar un poco el caos, pero Yoongi no quiso moverse, así que solo limpiaron el piso.

Hoseok, con la poca dignidad que le quedaba luego de tan desastrosa junta, se levantó de su asiento y dio una reverencia de noventa grados, la cual mantuvo unos segundos, y luego levantó la cabeza para disculparse por el mal rato.

—Yo, Jung Hoseok, heredero de Hope & Sunshine y, espero, futuro compañero empresarial de alguno de ustedes —comenzó con la disculpa—. Lamento si esta junta no ha sido lo suficiente acogedora y hospitalaria, me disculpo si han tenido que pasar un mal rato debido y, espero, confíen en mí y mi futura empresa, les aseguro que en una futura junta podrán degustar muchas más delicias y sabores más agradables.

La mayoría vio mal al pelimenta, dado que Hoseok tuvo que ponerse los pantalones y pedir disculpas cuando Min debió hacerlo, él había sido el responsable de que la junta fuera un desastre y de que hasta Nakamura se retirara del salón.

Los invitados le dieron una sonrisa compasiva y le hicieron una reverencia con la cabeza, paso seguido se levantaron y Hoseok fue a la puerta de salida para poder despedirse de forma personal con todos.

Cuando un invitado se retiraba, él le agradecía su visita y reverenciaba levemente, lo cual hizo con todos. Lenna le sonrió con compasión y le dijo que no se preocupara por perder lazos, ella los mantendría, así que Hoseok le agradeció con una bella sonrisa; Jiae le sonrió juguetona mientras le acariciaba el cabello, lo calmó con solo decir "Sé que eres un buen anfitrión, y la comida estaba exquisita" y luego se marchó.

Pero Hoseok no estaba solo en el salón...

—Esto es tan estupido, ¿por qué te disculpaste cuando yo fui quien te cagó la junta? —cuestionó mientras tomaba un pastelillo y se lo llevaba a la boca—. Eso fue demasiado patético —dijo después de tragar.

—Yoongi —habló con voz grave, dando a notar lo molesto que estaba—. Mira, entiendo que quizá no te interese la vida empresarial o que tal vez estés aquí de forma obligada, lo entiendo —se acercó al pelimenta que aún permanecía sentado—. Pero todo lo que hiciste, solo te hará peor, solo debiste quedarte callado y ya, no te costaba nada, dijiste comentarios que estaban de más e insultaste a mis invitados, ni siquiera pudiste mantener un respeto en esta simple junta.

—Ellos me trataban como un tonto —respondió mientras alzaba un hombro.

—Ellos te trataron de acuerdo a tu comportamiento, Min.

—¡¿Qué mierda quieres decir, cabeza de Elmo?! —exclamó levantándose de la silla, quedando ambos cara a cara.

—Lo que te trato de decir y no entiendes, pedazo de inteligente asintomático —lo tomó del cuello de la chaqueta, levantandolo un poco—. Es que si quieres cagar a tu familia, no vengas a mi empresa a intentar cagar la mía, ¿entendido, niño de kinder con problemas emocionales?

El pelimenta lo vio directo a los ojos, mas no demostraba irritación, se veía estupefacto, quizá pensó que Hoseok solo era sonrisas y arcoiris, porque el pelirrojo no solía enojarse en la escuela y es que ese era su error, nadie allí era la misma persona que en la escuela, todos se volvían herederos y dejaban atrás ser ellos.

Pensar en lo último le daba nauseas a Yoongi, porque no quería olvidarse para volverse un hombre de negocios como lo era su padre o abuelo, no quería llegar a esos extremos, no quería olvidar el odio que sentía a su familia y volverse uno de ellos, todo por cumplir exigencias ajenas.

Yoongi asintió lentamente y el pelirrojo lo soltó de forma lenta, le arregló la chaqueta y le entregó un par de servilletas, que depositó en la diestra del más bajo.

—Quizá no sepas de negocios, pero te ganaste varios enemigos y varios ex socios —comentó mientras se alejaba y se dirigía a la salida, indicando cual era la salida—.Será mejor que busques clases o algún orientador, porque, llevar a la quiebra el imperio Min, también te arrastra a ti —Yoongi se acercó para poder salir—. Mejor piensa en otra jugada, porque esta escenita te jugará más en contra que a favor.

El pelimenta chocó su hombro con el del más alto al pasar a su lado, pero Hoseok no se inmutó ante el golpe, así que refunfuñó completamente cansado de todo el asunto.

—Que tenga un buen día, heredero Min —se despidió Hoseok con una sonrisa arrogante.

Jungkook había iniciado el día con la mejor energía, estaba feliz y contento con la vida, hasta que, en medio de su baño de burbujas, un tono específico de llamada llegó a su celular.

Jimin lo estaba llamando.

No es como que lo odiara, pero tampoco el rubio estaba en la zona de corazón que decía "Te quiero", y si bien se había comportado bien estos últimos días, casi como a los inicios de su relación, él estaba molesto con Jimin, porque era demasiado agresivo al mostrar afecto físico, era como si, de alguna forma, le tuviera rabia y la expresaba cuando lo tocaba y besaba.

Jimin lo besaba con demasiada fuerza, con bastante agresividad y le dejaba heridas, lo cual a él no le hacía ninguna gracia, Jungkook trabaja como modelo y necesita estar en perfectas condiciones para las sesiones fotográficas.

Y últimamente sus besos dolían, pero ya no era porque se estaba obligando a disfrutarlo, ahora dolía porque las mordidas, la fuerza y hasta la sangre, le hacían demasiado daño.

El pelinegro dejó que el tono de llamada durara, porque no quería contestar, y se rozó el cuello, lugar en donde tenía marcas púrpuras, con el índice.

Ni siquiera él sabía cómo había llegado a eso, porque no es como si Jimin lo hubiera asfixiado de la nada o algo, era solo que Jimin lo estaba besando mientras lo sostenía del cuello y de a poco perdía el aire, él intentó alejarse, pero Jimin capturó su labio entre sus dientes y tuvo que permanecer aquella cercanía tan tortuosa que le sacaba sonrisas al mayor.

De igual forma era violencia.

No podía mentirse y decir que solo fue un beso caliente o algo, porque él no quería eso, porque él trató de alejarse y ahora tenía el labio roto con dedos marcados en su cuello.

Violencia era violencia, y él no podía disfrazar lo que hizo Jimin.

Jungkook se sentía tan confundido, porque él no quería eso, no quería dolor ni heridas, pero Jimin había vuelto a comportarse como el chico dulce que fue en un principio, ¿acaso ese era el costo de volver a recibir ese amor tan tierno?, ¿era un buen precio a pagar?

Cerró los ojos y se deslizó por la bañera, el agua apoderándose de su anatomía, la espuma escondiendo sus brazos pálidos que rodeaban su fragilidad, sus piernas recogidas que dejaban fuera del agua sus rodillas con pequeñas cicatrices, y sus pies que se encogían al recordar los últimos besos de Jimin sobre su cuerpo.

Él no quería eso, no, no quería dolor, él quería amor.

Una lágrima se deslizó por su mejilla y cayó en el agua, mezclándose con la frialdad del líquido y que entumecía su cuerpo.

"Frío que entumece, frío que adormece" repitió en su cabeza.

El frío estuvo con él cuando la camioneta fue chocada por el camión, el frío estuvo cuando despertó del coma y no había nadie más que la enfermera, el frío estuvo abrazándolo cuando se enteró que su padre había fallecido junto a los padres de su Hyung, el frío lo poseyó en cuerpo y alma al no ver a su Hyung en meses, casi un año.

"El frío hace que no sientas, el frío te duerme" dijo en voz baja mientras sus uñas penetraban la carne de sus brazos.

No sentir, Jungkook no quería sentir, no quería sentir el dolor en su muñeca que dejó el accidente, no quería sentir la soledad que esa habitación de hospital vacía reflejaba, no quería sentir el peso en su pecho al recordar que ni siquiera pudo asistir al funeral de las personas que amaba y no quería sentir ese dolor en el alma que lo llegaba a quemar en carne viva al no poder tener cerca a Taehyung.

Sentir frío le ayudaba a sentirse entumecido, medio dormido, más azul.

El frío lo congelaba para que él no cayera, para que no tuviera la necesidad de calor y estuviera buscándolo hasta por debajo de las piedras. El frío lo detenía de estar buscando amor en todos los sitios que tenían algo de rojo.

Dejó salir el aire por su nariz, sintió como el calor abandonaba su cuerpo y el frío tomaba posesión de su alma.

Se sumergió completamente en el agua fría de la bañera, sintió como tanto frío le hacía doler la piel, como le dolía mover sus extremidades, sus dedos y hasta sus tobillos, y lejos de asustarse o querer buscar calor, Jungkook disfrutó aquello mientras tomaba con su izquierda su cuello y presionaba, a la vez que con su diestra se tocaba con fuerza el labio roto, haciendolo sangrar.

Su celular volvió a sonar, pero con otro tono de llamada, el cual hacía eco en sus oídos al estar bajo el agua, pero aún así podía escuchar la bella canción de To Find You, y, cuando el aire ya se le hacía escaso, salió de golpe del frío.

Salió del azul porque su rojo lo llamaba.

Mientras tomaba una gran bocanada de agua y buscaba la toalla que estaba al lado de la bañera, la canción no se detuvo y él sonrió triste, porque podía tratar de hundirse en el frío cuantas veces quisiera, pero Taehyung siempre sería esa flama de calor que lo abrazaría y en segundos lo haría sentir completamente amado.

Su Hyung era el rojo al que más era adicto.

Mientras que con una mano se secaba el cabello, con la otra le contestó a Taehyung, el cual le habló alegre, le comentó que estaba aprendiendo a hacer galletas con un tutorial y estaba esperando a que él llegara a su casa para que le diera el visto bueno.

Amor, Taehyung era amor, tanto a amor que dolía, pero dolía lindo.

Era como cuando tienes la mano muy helada y tocas una taza de té en busca de calor, cuando lo haces quema más de lo que debería, pero luego te calentaba las manos de forma abrasadora; Taehyung era así, porque él trataba de permanecer en el frío y Taehyung aparecía volviendo todo cálido, al inicio dolía un poco por el contraste tan repentino, pero después eso se volvía jodidamente adictivo y ya no importaba esa primera quemada.

Jungkook era consciente de que era adicto a Taehyung, a su calor, a su amor, a su persona, a su esencia. Completamente adicto a su alma bañada en rojo y, realmente, por esa simple razón, por esa adicción, su color favorito era ese.

—¡Estrellita! —gritó el castaño a través del teléfono—, ¿Me estás escuchando?

—Eh, sí, sí —respondió mientras salía de la bañera y buscaba su bata—. Te escucho, Hyung.

—¿Qué te dije?, ¿uhm?

—U-uhm...

—Viste, no me estás escuchando —se escuchó como el mayor sacaba cosas de la cocina—. Te estoy preguntando si quieres que le agregue chispas de chocolate blanco, negro o común, te estoy dando a elegir, Kook.

—-¡Chocolate blanco! —gritó entusiasmado mientras daba pequeños brincos—, tú sabes que amo esas galletassssss.

—Creeme que lo sé, pero necesitaba saber porque a veces se te antoja otra cosa —comentó mientras el pelinegro salía del baño y se encaminaba al vestidor—. Igual ya tengo hechas las de chocolate blanco, aunque no tuvieras ese antojo, sé que después querrías.

—Amo que me conozcas tan bien, Hyung —dijo con una enorme sonrisa de oreja a oreja—. Realmente amo eso... —susurró mientras se sonrojaba un poco.

—Te conozco demasiado, tanto así, que hasta apostaría que tienes un leve sonrojo por decir aquello —Jungkook sonrió avergonzado mientras se tapaba el rostro con la toalla que descansaba en su cuello—. Te pusiste tímido, eh.

—Ya~

Taehyung rio ante la reacción del menor, luego le dijo que se apresurara porque necesitaba que probara las galletas, Jeon le dijo que ya estaba por salir de su casa y Taehyung lo acusó de que eso era mentira, que era obvio que estaba buscando la ropa, el menor lo negó y le colgó diciendo que esas falsas acusaciones eran una ofensa.

Jungkook se vistió lo más rápido que pudo, pero de igual forma fue precavido, porque no quería que Taehyung se preocupara por las heridas, así que usó un suéter morado con cuello alto y maquilló un poco su labio, tratando de que no se viera tan roto.

Y, cuando se vio al espejo, sonrió de forma forzada, se sintió como un un mentiroso, como si le estuviera escondiendo una parte de él a su Hyung,y realmente era eso, porque le estaba escondiendo esa parte de él que gritaba por amor, un amor tan fuerte como el que Taehyung le profesaba, pero que se negaba a solo pensar que era posible con él.

Jungkook le estaba escondiendo la forma tan desesperada que tenía de buscar un nuevo amor.

Salió de su habitación con algo de prisa, ya no quería pensar, no se quería carcomer la cabeza con pensamientos estupidos que no lo llevaban a nada, tampoco quería abrir la jodida caja de pandora, no tenía tiempo para eso.

Tomó su mochila con sus cosas y bajó las escalares de dos en dos, en el camino se preguntó porqué no tenían un jodido ascensor en la mansión, eso ayudaría a no tener que bajar tantas escaleras; una vez llegó a la primera planta, le avisó a Jungsik, que estaba almorzando, sobre su salida y, por fin, salió de la mansión.

Cuando el auto se estacionó frente a él, sonrió de labios, Namjoon siempre estaba preparado para los viajes.

—Arriba, Kook, Taehyung te espera.

—¿Cómo sabes que voy a ver a mi Hyung? —preguntó el azabache mientras entraba a la parte trasera del carro—. ¿Y cómo sabes que estaba por salir?

—El viejo Namjoon sabe muchas cosas, niño —respondió con una sonrisa altanera mientras lo veía desde el espejo retrovisor—. Y algo me dice que vas tarde.

—Uhm... Posiblemente —dijo con algo de vergüenza—. Pero Taehyung no sabe que voy tarde.

—Eso era obvio, de igual forma, Taehyung lo sabe, ese chico te conoce muy bien —condujo con cuidado, atreviéndose a tomar un atajo—. ¿Van a estudiar?

—Yes, Taehyung me va a explicar algo que no entendí en matemáticas —comentó mientras se estiraba en el asiento—. Mi Hyung es un cerebrito, él entiende muchas más cosas que yo, incluso es el presidente del equipo académico de las olimpiadas.

—Woah, Taehyung es sorprendente —mientras esperaban en un rojo, encendió la radio con un volumen leve—. Mi hija también es hábil con las matemáticas, pero me da algo de miedo, ¿sabes?

—¿Misuk? —preguntó curioso a la vez que le escribía a su Hyung por donde iba.

—Sí, la mayor de los trillizos —contestó con orgullo—. Es igual de inteligente que su madre, Jiwoo ya es jefa del departamento de investigaciones, no sé si te había dicho.

—Woah, eso es increíble —Jungkook comentó con asombro, porque esa información no había llegado a él—. Jiwoo es increíble, esa mujer es un genio, Misuk también lo es, estoy seguro.

—Solo me da miedo de que se presione mucho o se compare con otras personas —el mayor dobló a la izquierda y se adentró en el condominio del castaño—. Pero sé que llegará a algo grande, mi hija está hecha para las grandes ligas.

Jungkook asintió concordando con Namjoon, y una vez estuvieron afuera de la casa de Taehyung, Jeon se despidió del otro y salió con rapidez del carro. Entró por la puerta del jardín delantero y se adentró a la propiedad ajena, luego tocó el timbre y esperó a que su mejor amigo le abriera.

A lo segundos, Taehyung le fue a abrir la puerta, tenía la cara con harina, el cabello despeinado y vestía ropa casual con un delantal de cocina sucio con mezcla y un guante de cocina con más harina.

Jungkook sonrió enternecido al ver a su Hyung de aquella forma, se veía tan lindo.

—Hyung, parece que la cocina te atacó —dijo mientras entraba y le limpiaba la cara al mayor.

—Creeme que fue una dura batalla —respondió con total seriedad y luego ambos estallaron en risas.

—Dejaré mis cosas en la sala —avisó el azabache mientras que Kim iba a revisar el horno—, ¿te traigo algo de tu habitación?

—¡Sí!, traeme la computadora, por favooooooor.

—De acuerdo, ya vuelvo —dejó su mochila en el sofá y emprendió camino a la habitación de su Hyung.

Subió las escaleras de dos en dos y casi corriendo, después caminó al cuarto de Taehyung mientras cantaba la canción que Namjoon tenía en el carro, se adentró en la habitación del mayor y ordenó algunas prendas que este tenía desparramadas por el piso.

Mientras arreglaba un poco, se puso a pensar en la conversación que había tenido con su Hyung en la madrugada, la conversación que tuvieron después de que Hoseok se fuera de la videollamada y estaba algo nervioso, porque necesitaba saber quien era el tipo de Taehyung.

Si bien no se enojó lo suficiente como para hacerle la ley del hielo a Taehyung, aunque no lo hizo solo porque el mayor lo compró con que le haría algo que él ama, que al final fueron las galletas, y también con las tutorías de matemáticas, Jungkook quería preguntarle al respecto.

Él necesitaba saber el tipo de Taehyung, saber quién era el enemigo, porque no solo tenía a Lenna Choi, ahora apareció esta persona que es el tipo ideal de su Hyung.

Todos estaban contra Jungkook.

Después de guardar algunas prendas en el closet, fue a buscar la computadora, la cual estaba abierta sobre el escritorio y para verificar si estaba con batería o no, presionó el botón de encendido y fue en busca del cargador, quizá también lo necesitan después.

Mientras pensaba en cómo abordar el tema del tipo ideal con su Hyung, vio que la computadora había encendido, lo cual hubiera sido suficiente para llevarse el aparato y salir de allí, pero ver una notificación de Stigma con una foto de perfil que él conocía muy bien, lo hizo detenerse.

Observó bien la foto que aparecía en la miniatura, estaba seguro de que era la de Vante, es que era idéntica, además de que Taehyung no tenía esa foto en su cuenta de Stigma.

Quizá debió pensarlo un poco, quizá su lado racional debió salir a la luz, pero no pasó... E ingresó la contraseña para ver la notificación.

Por suerte seguía siendo la misma de siempre, la cual él mismo había puesto años atrás, "kook&hyung" la cual era una estupidez, pero agradeció a todo los dioses del universo cuando la aceptó.

Entró a Stigma y lo que vio lo dejó helado, estaba en el perfil de Vante, tenía todo el acceso a la cuenta, podía ver como varias personas comentaban sus poemas, los likes, los compartidos, todo.

Solo para comprobar, tecleó algo rápido y lo publicó, a los segundos le llegó la notificación a su celular.

—Maldita sea...

Vio varios comentarios en aquella publicación, algunos preguntaban si significaba algo, otros teorizaron que sería un nuevo poema, y Jungkook solo pudo ver como todos preguntaban qué pasaba; con las manos temblando eliminó la publicación, estaba demasiado sorprendido como para pensar.

Se sentó en la cama y no pudo evitar decirlo.

—Taehyung es Vante —presionó con fuerza sus puños mientras fruncía el ceño y pequeñas lágrimas se formaban en sus ojos—. Y su jodido tipo es Bambi...










































MookieNota: Estem, sé que dije que no haría sufrir a nadie, y basicamente no lo hice... no como potencialmente pude haberlo hecho, igual no es tan sufrido con lo que se viene, así que fuerzas para ustedes.

Y me estoy congelando, tengo el poto heladooooo.

Más encima me comí 3 completos JADJAHDHAJ, tenía hambre, según yo, el frío da hambre.

Weno, ¿cómo les quedó el ojo?, porque igual hemos vistoque el Tae sufrió y se culpó del accidente, pero el JK también estuvo ahí po.

También lo de los besos del Jimin, eso tiene importencia más adelante, para el plot, ¿alguna teoría?, aunque tampoco estoy justificando el maltrato, no me malentiendan, solo digo que ese comportamiento tiene un porqué, no que sea justificable o que lo defienda (por fa no me funen).

Y qué opinan del Yoongi, ese como que las cagó, y la respuesta correcta es la E, todas las anteriores,  AJZDGJAG, ¿quién creen que sea el que oriente a Yoongi en negocios?

Weno, viajeros, un besazo, nos vemos, POSIBLEMENTE, el domingo para una maratón.

Byyyyyyyeeeeeeeeeeeeeeeeeee.

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