Primera Luna Cuarto Creciente
Fríamente calculé
Toda mi vida detuve.
Todos preguntaban la razón,
Y yo solamente echaba sazón.
¡Malditas seas! Vociferaban
Porque no encuentro la solución
Al laberinto de Perseo,
Al cual sigo penosamente atada
¿Quién me detenía?
Pues la soledad claro está,
Amarrando cada armadura mía,
Y congelándola bajo el negro cielo de Roma.
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