Considera mi vida que soy un dios

que muere temprano como un mortal

en ciudades tristes como el adiós

que dejó la mujer inmortal.

El triste hombre busca mis estudios

del amor que te canté en el portal,

sin saber que la flor engaña a Dios,

con la muerte de una forma brutal.

El hombre lee la vaga

diestra que se apaga,

con la sangre que haga

el amor y la daga.

Soy el muerto del día,

escribiendo poesía,

buscando en la vía

tu voz, que no venía.