Me cansas.

Estoy realmente cansada.

Tú simplemente vienes me usas y bates con mi energía mental.

Me dejas sin espíritu y me cansas, me dejas sin energías pero sigo recurriendo a ti. Como si fueras una maldita droga y yo me he vuelto adicta.

Siempre que paro vas y me buscas sin cansarte.

No me queres dejar ir, pero, ¿por qué?

No me necesitas, solo te encaprichas.

Me cansas y vas a buscar alguien más para cansarle también, ¿no tienes suficiente?

Aparentemente no.

Aveces creo que puedo escribir mejor.

Otras veces solo creo que no sirvo para escribir.