La casa dejó de ser un hogar,
la vida dejó de tener sentido,
por la eternidad me he de castigar,
aun no entiendo lo que ha ocurrido.

Nos dejaste sin dar explicación,
te fuiste sin que alguien lo esperara,
no soportamos esta situación,
no esperaste a que el sol llegara.

Ahora que tu madre llora sin cesar,
nos ahogamos en arrepentimiento,
yo no paro de pensar y pensar,
¿cuándo decidiste dar tu último aliento?

Decidiste callar lo que te aquejaba,
decidiste colgar tu tristeza,
decidiste hacer lo que nadie esperaba,
tu último acto nos pegó con dureza.

¿Qué fue lo que faltaba?, me pregunto,
¿cuándo empezó a hacerse tarde?,
¿qué estaba mal?, te pregunto,
¿cuándo cesará esto que tanto arde?

Tan terribles debimos ser,
pues no nos dijiste que te ahogabas,
tan terribles debimos ser,
porque no vimos que ayuda necesitabas.

Si te orillamos hasta a la orilla,
desde aquí te pido disculpas,
si hicimos de tu vida una pesadilla,
si desde el más allá nos culpas,
nos merecemos este dolor.

Pudimos hacerlo mejor, sin duda,
pudimos hacer un mejor esfuerzo,
pues nunca nos pediste ayuda,
y dejamos de ser tu refuerzo.

Si eras infeliz, no lo notamos,
si te amábamos, no lo viste,
si diste señales, las ignoramos,
si te lastimábamos, mejor te fuiste.

¿Qué fue lo que faltaba?, me pregunto,
¿cuándo empezó a hacerse tarde?,
¿qué estaba mal?, te pregunto,
¿cuándo cesará esto que tanto arde?

Nuestras dudas nunca contestarás,
te hemos perdido para siempre,
pues sé que nunca regresarás,
¿por qué te marchaste, hijo mío?