No me tientes, Satanás,
Dios dame fuerza para resistir,
no debo caer en sus negras intenciones,
no debo caer en mis bajas pasiones.

Tus miradas llenas de lascivia,
me hacen olvidarme de la biblia,
pero por mi bien debo ser fuerte,
aunque muera de ganas por tenerte.

Te ruego que pares de insinuarte,
porque después no podré dejarte,
ten un poquito de compasión,
ten mi abstinencia en consideración.

Yo soy un hombre puro e íntegro,
y no debería manchar mi alma de negro,
eres como mi propio fruto prohibido,
y aunque quisiera perder el sentido,
debo luchar contra mis ganas.

Puedo sentir tus negras intenciones,
y ya que estamos en las confesiones,
en mis pensamientos impuros,
estamos rompiendo nuestros muros.

Pero no he de caer en la tentación,
no importa cuánto atraigas mi atención,
pues soy de lo que se han de arrodillar,
pero para rezar y no para gozar.

Dios, te ruego que me perdones,
por mi pensamiento no me abandones,
ampárame en mi lucha contra la lujuria,
ayúdame a pelear contra esta escoria.

Esta escoria que me sabe a ambrosía,
que me llevará a un paraíso de fantasía,
pero en realidad es el mismo infierno,
no quiero vivir el castigo eterno.

Siento que mi corazón va a explotar,
siento que mi voluntad va a reventar,
de la tentación me debo alejar,
de la tentación me debo olvidar.

Aunque tu cuerpo me sea magnético,
a mis principios yo debo de ser ético,
aunque cachondo tú me pones,
no sucumbiré a mis negras intenciones.