Hace mucho que te quería agradecer,
pues tú más me enseñaste tanto,
ya no tengo nada qué hacer,
más que intentar no caer en el llanto.

En la escuela no todo ensañan,
pero corazón fuiste mi maestro,
los recuerdos de mí se adueñan,
me hiere aunque no lo demuestro.

Siempre te tengo bien presente,
fuiste mi primer amor y no lo olvido,
después de ti dejé de ser inocente,
soy culpable por haberte querido.

Si estabas cerca mi corazón latía,
retumbaba en mi pecho cual tambor,
recuerdo lo bien que se sentía,
le dabas a mis días un toque de sabor.

En mil fantasías contigo me perdía,
mi corazón a ti primero te escogió,
sin quererlo me enseñaste la picardía,
en aquel tiempo tu risa me contagió.

Fuiste el primero que me hizo soñar,
el primero que llamó mi atención,
el primero siempre voy a extrañar,
el primero que llegó sin invitación.

El primero que me causó insomnio,
mis hormonas estaban despiertas,
me internaría en un manicomio,
le abrí a la locura todas las puertas.

Eres el primero que me causó ilusión,
el primero que me emocionó,
y como buen iluso caí en la pasión,
pero eso sólo me perfeccionó.

Me hiciste más resistente,
inmune al dolor que lleva el amor,
que debo ser más exigente,
fuiste el primero que eso me enseñó.

Fuiste el que me enseñó la decepción,
que no hay un "felices para siempre",
entiendo que no tenía la posición,
y es imposible ganar siempre.

Fuiste el primero que me atrapó,
el primero que tomó otro camino,
el primero que se me escapó,
el primero que no fue mi destino.

Pero esa vida ya expiró,
y esto paz con ello,
ese reloj ya giró,
y estoy bien con ello.

Por eso te quiero agradecer,
gracias a ti soy lo soy ahora,
más hoy debo reconocer,
que pensar en el pasado me devora,
pues fuiste el primero,
y quería que fueras el último.

Y recuerda,
fuiste,
eres,
y siempre serás el primero.