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Invasora De Espacio


Era una calurosa noche de verano y en la casa Loud todos descansaban.

El sonido natural de un árbol balanceando sus ramas a merced del viento y la refrescante brisa que entraba por la única ventana de su habitación. Daban el mejor de los escenarios para un grato descanso a el único niño de la casa.

Oh si, la noche era especial y desde el horizonte, una luz aparecía. Tiñendo de  colores fríos ,pero hermosos, al cielo.

Debido a una ventisca ligeramente fuerte, la ventana del albino hizo un pequeño traqueteo. Aunque aquel sonido no estaba ni cerca de despertar al albino. Aún se encontraba dormido, muy despreocupado; con una pierna y un brazo colgando desde una de las esquinas de su colchón, la baba que salía de a poco, desde su boca, demostraba lo bueno de su descanso.

Si alcanzar el Nirvana, significaba felicidad suprema y ausencia del dolor. Ese era un estado, en el que el albino ya había llegado.

—Ahhhh!!! —un gran grito resonó en la casa

El albino dio un brinco por el susto, enredandose en su sábana y terminando justo en el suelo.

De a poco las luces de la casa se prendían, todo esto mientras el albino, aún confundido, trataba de incorporarse, fracasando varias veces por su torpeza

Después de varios intentos, al fin lo logró. Rápidamente fue a ver que pasaba, pero bastó con abrir su puerta para notar que no era algo de vida o muerte.

Sus hermanas se encontraban paradas afuera de la habitación de Lucy y Lynn. El albino se abrió paso entre ellas, después de pasar entre ese muro humano. Entendió lo que había pasado.

Dentro de la habitación, Lynn se sujetaba del cuello muy furiosa, con unos ojos asesinos que se posaban en su hermana o mejor dicho, en lo que tuviese en las manos.

—¡Maldita sea, Lucy! Tu estúpido murciélago ¡me mordió! —avanzaba de forma amenazante. Con pasos lentos, la gotica retrocedía

—L-lo s-siento Lynn —tartamudeo la gotica algo asustada— Colmillitos nunca hizo algo similar

La deportista no lo soporto más, estaba sumamente furiosa. Bajo un poco las manos, se preparó para arremeter contra su hermana y quitarle a su mascota. Lucy no se dejó sorprender, antes de que su hermana hiciera algo, abrió las manos dejándole paso libre para que escape su mascota

Colmillitos revoloteo asustado por la habitación. Lynn hizo algunos destrozos mientras trataba de capturarlo. Finalmente, el pequeño mamífero volador , paso por encima de las hermanas y a través de la puerta, encontrando la libertad.

Lynn se detuvo, estaba frustrada, pero más que nada, furiosa. Apretaba las manos, mientras aún estaba estática en medio de la habitación.

Sin previo aviso se abalanzó sobre Lucy, ambas hermanas rodaban de un lado para otro, con jalones de pelo y golpes.

Las hermanas se mantenían como espectadoras. Si bien, no era común una pelea de ese par, tampoco era muy importante. En tan solo un par de minutos no se encontraba ninguna de ellas en el lugar. Toda la responsabilidad recaía sobre el único hermano de la casa, quien miraba enojado y decepcionado a sus demás hermanas

—Que buenas hermanas.... —dijo sarcásticamente

Lo primero era separarlas pensó, luego tendría la oportunidad de que entablaron un diálogo

Viendo la obvia desventaja en la pelea, y las intenciones de cada hermana. Opto por ayudar a Lucy, para que se  defendiera del implacable ataque de la deportista

No fue para nada simple, en su primer intento Lincoln recibió un golpe tan fuerte que lo aturdido un poco. Al segundo intento, lo hizo con más agilidad, saltando sobre su hermana y separándola de Lucy; con todas sus fuerzas la agarro de ambos brazos

—¡Déjame Lincoln! O te juro que.... —amenazo la deportista

—¡Silencio Lynn! —grito furioso el albino— ¿No ves lo que hiciste? —Lincoln miro de forma seria a su hermana. La deportista aún estaba muy alterada y no le importaba lo que su hermano trataba de decirle, ella solo quería terminar lo que estaba haciendo

Lynn aún intentaba librarse, cada movimiento hacia que Lincoln se moviera. Seguramente no tardaría en botarlo a un lado y volver a su pelea.

El albino no le dijo nada, pero las claras señas que le hizo con su cabeza, la hicieron entrar en razón. La deportista volteó su mirada algo fastidiada ¿Que podría ser tan importante?

Se dio cuenta casi al instante de ver esa penosa imagen; Lucy estaba sollozando sobre el suelo, tenía algunas manchas de sangre sobre su ropa y trataba como podía de limpiarse las lágrimas y no llorar. Algo que no pudo hacer

La deportista dejó de luchar. Lincoln la soltó casi al instante y fue a ver que tal estaba su otra hermana.

Lynn se mantuvo distante, sabía lo que había hecho , pero no parecía importarle mucho

En el momento que Lincoln fue donde su hermana, ella se rehusó a ser ayudada, casi como si ocultara algo. El albino se impaciento un poco, estaba preocupado por su hermana

—Lucy... déjame ver —trato de que su hermana lo mirara

—.................. — la gotica no respondía nada. Aún ocultaba su rostro como podía

Después de tratar un poco más, ya lo había logrado. El albino se puso furioso en ese justo momento, Lucy tenía el labio partido y algunos moretones en su rostro, de su nariz se escurría un poco de sangre, tenía suerte de que no estuviese rota. Esto no había sido una pelea común, en anteriores circunstancias esto nunca había pasado. Esta vez, la deportista no había medido su fuerza

Cuando Lucy vio a su hermano, con todas sus fuerzas volvió a esconder su rostro

El albino estaba enojado con lo que había hecho su hermana mayor. Rápidamente se levantó y fue a recriminarle lo que había hecho.

La deportista aún mantenía su pose indiferente y algo fastidiada, esto solo logró causarle más indignación a su hermano

—¡¿Dime que te pasa?! —hablo el albino. Aunque no fuese un grito, tampoco sus palabras eran débiles, cuando su hermana no volteo ni a verlo, Lincoln no lo soporto más y se acercó a ella —¡Respóndeme!

—¡A ti que te importa! —respondió finalmente— Es una pelea entre ella y yo —señaló a la gótica y luego a ella— ¡Tu no te metas!

—¿Que no me meta? —pregunto indignado— ¿Viste lo que le hiciste? ¿Que podría ser tan importante para que la dejes así?

La deportista volteó para mirar otro lugar, Lincoln tenía una mirada penetrante que fácilmente la hacía sentir culpable de lo que había hecho. Miro por un segundo a su hermana menor, ella aún seguía sollozando a lo bajo. Quiso disculparse, pero no admitiría su error, el motivo de su enojo se aproximó desde la puerta, dando vuelta casi al instante. Pero otorgando a Lynn , las razones necesarias para escudarse de los reproches de su hermano

—Ese estúpido murciélago me volvió a morder —dijo lynn— Si el no la pagara... , que lo haga su dueña —dijo de forma tajante para luego cruzarse de brazos

Dijo.... ¿volvió a morder?

Aquella idea sorprendió al albino, quien dejó su mirada seria a un lado y miro sorprendido el cuello de Lynn. Ahí había algunas mordidas, pero una sobresalía ante todas, aquellos dos puntos se veía muy grandes y dejaban un visible color rojo en el cuello de la deportista. Lincoln no era precisamente un genio, pero esas mordidas no se veían normales, trato de acercarse un poco. Pero Lynn se sintió algo incómoda con esa mirada de su hermano y se tapó rápidamente

—¿Que te pasa? —pregunto Lynn— Ya te dije que me mordió, deja de mirarme así

Lincoln retrocedió un poco. Trato de buscar las palabras adecuadas, pero se le complicaba bastante.

Dio un último suspiro, dando a conocer su resignación frente a este problema. Ya no tenía muchas formas de reprocharle a Lynn

—Esta bien.... —dijo débilmente— Pero quiero que sepas, que te pasaste Lynn. —volvió a mirar a la gótica— Le hiciste mucho daño

No sé dieron cuenta de lo que hacia el otro, así que no notaron que ambos posicionaban su mirada en Lucy. Lynn se arrepintió de lo que había pasado, pero era difícil para ella el aceptarlo. Quizá un tiempo fuera le ayudaría

—Estoy muy cansado —dijo el albino— Mañana seguiremos hablando de esto

Trato de retirarse pero fue detenido al instante

—Nada de eso, yo no pienso dormir con la duquesa de la oscuridad —argumento Lynn, mientras sostenía el hombro de su hermano. El albino tragó saliva al escuchar a su hermana, sabía lo que significaba y estaba a punto de resignarse y dar por hecho que no dormiría bien en unos días

—No.... yo lo haré —una voz saco llamo la atención de los dos hermanos. Lucy preparaba sus cosas en el otro lado de la habitación

Lynn miró sorprendida a su hermana. Lincoln soltó un gran suspiro de alivio, su hermana menor no era fácil de tratar, pero seguramente era mejor que dormir con Lynn.

Después de preparase, Lucy cargó todas sus cosas en una pequeña mochila. Ahí había guardado unas ropas y sus cuadernos. El albino se retiró antes que la gotica, dejando solas a las dos hermanas. Lynn se mantenía expectante en la entrada de la habitación

Con la mirada quieta sobre el suelo, la gótica evito mirar a su hermana. Estando a unos pasos de la salida Lucy se detuvo

—¡Perdón! —grito para luego retirarse de la habitación, tan rápido como esas palabras habían salido de su boca

El corazón de Lynn se encogió justo en ese momento, golpeó la pared mientras lamentaba lo que había hecho.

"No era su culpa, ella solo quiere a su mascota. Lo lamento Lucy"

Se decía a si misma, mientras cerraba su puerta

Lincoln se encontraba esperando a su hermana, desde su escritorio ya se había ideado algunas reglas que iba a decirle. Pero no se esperaba que su hermana gótica entrara asi; solo corrió y dejó de forma apresurada su mochila en donde pudo, de un salto terminó sobre la cama totalmente arrinconada en un lado y con las manos en su cara.

El albino apretó fuertemente el lápiz de su mano, aquella escena lo destrozaba, agarró el papel que había escrito y después de leerlo lo volvió basura con sus manos, comprimiendolo cada vez con más fuerza, viendo lo equivocado que estaba. Su hermana no merecía escuchar esa basura que había escrito, era suficiente con lo que había pasado.

Apago las luces y cerró la puerta lentamente.

Respiro pesadamente al ver a su hermana, no sabía cómo consolarla. Lo único que podía hacer era estar con ella.

Se aproximó que su cama, cuando escuchó los sollozos de Lucy, actuó instintivamente. La rodeó con sus brazos y trató de reconfortarla.

Tan rápidamente como la gotica sintió el abrazo de su hermano, no lo soporto más y rompió en llanto. Lucy se volteo quedando frente a frente con Lincoln, apego tanto como pudo su cara contra el pecho de su hermano. Soltando lágrimas a raudales y ahogando tanto como podía su voz.

Pasaron varios minutos, en los que poco a poco Lucy se calmaba, terminando en un sueño profundo, cansada de llorar.

Lincoln miró a su hermana, sabía que debía ayudar a que este problema se solucione. No por el, para que Lucy estuviese mejor. Esta pelea obviamente le había afectado mucho

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La mañana al fin había llegado. Y el trinar de los pájaros daban la bienvenida al sol que aparecía desde el horizonte.

Dentro de la pequeña habitación, la gotica ya había despertado. Su hermano estaba por completo dormido,  nada lo despertaría. Aprovecho esto para separarse de el, aparto aquellos brazos que la reconfortaron la noche anterior.

Miro a si hermano una última vez antes de levantarse, se veía tan relajado que Lucy agradecía no haberlo molestado, era suficiente con los problemas que le trajo la noche anterior.

—Gracias.... —susurro la gótica. Antes de levantarse le dio un gran abrazo

Se quedó pensativa en el borde de la cama. Su mano fue avanzando hasta su rostro, tocó los lugares donde Lynn le había dejado los moretones.

La yema de su dedo se paralizó estando en su mejilla. Empezó a deslizarlo hasta llegar a la comisura de sus labios, sentía una hinchazón y aunque sabía que era algo innecesario, su curiosidad pudo más y comenzó a mover su dedo sobre sus labios

—Ahh! —soltó un pequeño quejido al momento de rozar el lugar donde se había partido su labio

Soltó un gran suspiro. Su rostro que siempre permanecía inmaculado e inexpresivo, era por completo diferente; estaba lleno de golpes, y con una mueca vacía o dicho de otra forma "triste"

Fue hacia su mochila y la abrió. De ella sacó un poco de maquillaje

Lucy no era precisamente alguien que usara el maquillaje como su hermana adicta a las pasarelas, pero tampoco era una inexperta

Agarro todo lo necesario y se dispuso a ir al baño y utilizarlo

Al momento de abrir la puerta se detuvo casi al instante. Su hermana mayor. La mirada de Lucy seguía cada movimiento de Lynn, la deportista miraba cabizbaja a la nada y no noto los ojos que la observaban fijamente. Todo llegó a su fin cuando Lynn bajo por las escaleras

Lucy aprovechó esto para moverse de forma ágil y silenciosa. Algo que solo ella y Lynn podían; para Lynn era por sus múltiples conocimientos, pero para la gótica era natural

Llego al baño y luego de poner todo sobre el lavamanos, dio un último vistazo hacia el pasillo.

Termino por cerrar la puerta sin emitir sonido alguno. Sus pies descalzos sobre los azulejos del baño ,eran igual de mudos. Miro al espejo con tristeza, paso su mano sobre las zonas afectadas, al parecer la hinchazónya había desaparecido y sin darle más prolongación. Se dispuso a comenzar todo; agarro un pequeño reloj digital que tenía y vio que eran las 6:09 a.m. , lo colocó en un lugar muy accesible. Agarro las almohadillas que tenía, las paso levemente sobre el maquilla y luego sobre su rostro, repitió  ese tratamiento algunas veces, dando ocasionalmente una vista al reloj, el color sobre su rostro era uniforme y muy natural, solo puso el polvo fijador y se vio una última vez al espejo. No había fallas, se veía normal. La imagen de hace minutos había desaparecido. Miro contenta el resultado, pero algo la detuvo, miro su labio otra vez, no sabía que hacer al respecto así que solo abrió el botiquín de primero auxilios y utilizo una curita para taparlo.

Con todo listo se empezó a preparar para volver a la habitación del albino

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Dentro de la habitación de Lincoln, este comenzaba a despertar de a poco. Su mano se desplazaba sobre un lugar vacío, buscando algo

—Lu-lucy... —balbuceo el albino al notar la ausencia de su hermana

Abrió los ojos y confirmó lo que pasaba.  Luego de quedar sentado sobre su cama, miro toda la habitación. Con una de sus manos frotaba su ojo izquierdo, mientras se apoyaba sobre su otro brazo.

Volteo y miro hacia la 4ta pared

—En una casa con 10 hermanas, las peleas son muy comunes —hablo hacia el lector— Aún así... no deja de ser complicado. Hace algún tiempo las cosas entre Lynn y Lucy se pusieron más tensas de lo normal. Lynn anda todo el tiempo alterada, y no la culpo , no solo tiene problemas con sus equipos, Lucy no ayuda mucho que digamos. Desde hace algún tiempo actua muy extraña, hay días en los que pasa buenos momentos con Lynn, pero otro.... —agacha la mirada— Se comporta de forma muy fría, aún para ella. Esto tarde o temprano se acumularía en Lynn y estallaría, así como lo hizo anoche

El albino se paró fuera de la cama

—No me gusta verlas así, se que Lynn se siente mal con esto. Aunque muchas veces lo oculta, ella siente mucho cariño por Lucy —camina hasta su puerta, deteniéndose justo antes de girar su perilla— Debo ayudarlas a que se reconcilien, ninguna de ellas hará las pases.... y mucho menos Lynn

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En el baño, Lucy ya había preparado todo para retirarse, agarro el reloj y lo miro antes de guardarlo en esa pequeña bolsa donde puso su maquilla, eran las 6:57 a.m., ella sabía que aún tenía tiempo, pero no debía arriesgarse.

Salió de forma sigilosa, pero para mala suerte suya se encontró con su hermano.

—Hola Lucy.... —saludo con tranquilidad el albino

—Ho-Hola Lincoln  —correspondió el saludo. Lucy se encontraba algo nerviosa y trató de ocultar su rostro

La actitud de su hermana confundió al albino, quien no pudo evitar ser atraído por esa bolsa que Lucy llevaba. Sin pedirle permiso , Lincoln solo se la arrebató y revisó rápidamente.

—¿Maquillaje? —pregunto consternado— ¿Por qué tienes esto Lucy?

La gótica se abalanzó sobre Lincoln para quitarle esa bolsa. Justo en ese momento el albino vio el rostro de Lucy, se encontraba como si nada a excepción de una curita en sus labios

—¡Dame eso! —la gótica arrebató la bolsa de las manos de su hermano. Luego la ocultó sobre sus brazos

El albino permanecía inmóvil ante lo sucedido

—¿Por que lo hiciste Lucy?

La gótica no entendía la pregunta de su hermano

—¿A que te refieres?

Lincoln miró de forma seria a su hermana menor

—Tu sabes que lo que te hizo Lynn no está bien. Nadie vio lo que te hizo, pero yo si y se que ella se merece un castigo —argumento el albino

La gótica no habló nada más, Lincoln se acercaba sin atenuar sus pasos. Hasta que Lucy lo detuvo

—Ella no se merece eso.... —susurro débilmente

—¡¿Que no se lo merece?! —hablo indignado el albino— Lucy..... ¡por poco y te rompe la nariz!

La gótica se silencio nuevamente, algo que duró poco

—Tu no te metas —le cuestiono

"Tu no te metas" era lo mismo que le había dicho Lynn con anterioridad. Pero... ¿Como hacerlo? Ellas eran sus hermanas y sentía que debía hacer algo

—¿Como quieres que haga eso? —reprochó Lincoln— Son mis hermanas, y aunque las quiero a ambas, se bien que Lynn no debió hacerte eso

—¡Solo déjanos en paz! ¡ella y yo lo solucionaremos! —dijo Lucy para luego salir corriendo. Un plan que no dio frutos ya que fue detenida al instante

—Sabes que ella no se disculpara.... —dijo algo triste el albino— Déjame tan siquiera ayudarlas.... , prometo que Lynn no será castigada y que no le contaré a nuestros padres sobre lo que pasó ayer —el albino hizo un ademán de candado cerrado sobre sus labios

La gótica asintió con la cabeza. Lincoln soltó su agarre dejando que su hermana se marchara

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El día empezaba a transcurrir con normalidad su padre llamo a toda la familia a desayunar antes de ir a sus colegios.

Los pasos de 9 personas que peleaban por ser el primero en comer asustaron al patriarca de la casa. Quien solo vio como un gran muro de polvo se elevaba en la mesa donde había preparado el desayuno. Al disiparse el humo solo vio como sus hijos habían devorado todo y yacían en sus asientos muy a gustos. Pero un lugar vacío al igual que un plato lleno lo preocuparon

Después de ir contando a sus hijos con su dedo se percató de quien faltaba

—¿Alguien vio a LJ? —pregunto el padre. Su única respuesta fue una negación con la cabeza por parte de todos menos Lucy

La gótica mostraba su miraba sobre aquel lugar vacío, estaba muy acongojada al respecto. En todos los años que Lynn era su compañera esto no había pasado, se preocupó aún más cuando recordó que su hermana había salido muy temprano hoy

—¿Donde estas Lynn? —se pregunto en sus pensamientos

El sonido de la puerta abriéndose atrajo la vista de Lynn Sr , Lincoln y Lucy. Desde la entrada , la hermana deportista comenzaba a caminar y subir al segundo piso

—¡Lynn Jr! ¡¿Donde estabas jovencita?! —pregunto el padre firmemente pero algo preocupado al ver a su hija decaída

—Ehhh... , solo fui a entrenar. Pronto tendré un partido muy importante —respondió de forma apática. Agarrando la baranda de la escalera se disponía a subir

Al notar la actitud de su hija, Lynn Sr pensó en que sería mejor en esos momentos. Algo no muy acertado de su parte

—E-esta bien LJ, pero ven a desayunar —propuso el padre

Lynn agarro fuertemente la baranda y sin muchas opciones, solo caminó a la cocina. Ya sentada en la mesa, solo jugaba con su comida, pasando sus cubiertos de un lado al otro sobre el plato. A su alrededor sus hermanas hablaban como si nada, sin ningún interés en sus hermanas. Puesto que Lucy y Lynn no había hablado en todo este tiempo, ni siquiera se habían dirigido la mirada. Cuando una miraba a la otra, su compañera estaba perdida con la mirada a otro lado. Sus instintos parecían haberse conectado en ese momento, sus movimientos eran tan coordinados, que ante sus ojos, su hermana siempre miraba a otro lado. Algo que era por completo erróneo ya que , siempre que podían ,miraban a la otra.

Lynn tenía la mirada cristalina y cualquiera mirándola notaria ese sentimiento que demostraba sus ojos "Tristeza" , lo mismo pasaba con Lucy, quien se perdía en sus pensamientos cuando veía a su hermana.

Todo esto era espectado por una única persona, Lincoln, el miraba a sus hermanas muy atentamente. Un poco sorprendido por aquella extraña coordinación, pero más que nada, enternecido. Quizá no sería tan complicado el ayudarlas; pero aún con esa ventaja, tenía que idear el mejor plan para hacerlo perfecto.

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Al pasar de los minutos ya había llegado la hora de retirarse, cada hermana agarro sus pertenencias y bajo para ir en Vanzilla. En los pasillos del segundo piso el albino era uno de los últimos en bajar, las únicas que quedaban eran Lynn y Lucy.

Ambas se mantenían expectantes, esperando desde adentro de las habitaciones. Esperando a tener claro que eran la última en salir

La bocina insistente de Vanzilla se volvió muy irritante. Ya habían pasado unos minutos y con la seguridad de ser la última en salir, ambas agarraron sus mochilas y fueron a la puerta. Lucy agarraba la perilla de la habitación de Lincoln, Lynn hacia lo mismo con la de su habitación.

Un último suspiro detuvo la acción de ambas hermanas, que abrieron de forma apresurada la puerta. Su mirada se cruzó sin intención. Lynn trató de acercarse a su hermana

—Lucy yo.... —trato de hablar pero su hermana se alejó rapidamente

La deportista se quedó con la mano extendida en la dirección al cuarto del albino

—Lo siento.... —hablo débilmente. Atrajo su mano y agarró la única correa de de su mochila que se posaba sobre su hombro. La estrujo fuertemente antes de correr hasta la planta baja y finalmente hasta Vanzilla

El camino a sus instituciones había sido de lo más horrible para las dos hermanas, el ser las últimas hizo que ambas se sentaran juntas. La presencia del otro tan cerca era difícil de soportar.

Lynn buscaba la forma de hablar con Lucy. Pero su hermana mantuvo su mirada en el paisaje que le proporcionaba la ventana.

El paisaje que cambiaba cada segundo era muy apreciado para Lucy. Cada objeto, cada detalle, hasta la simple existencia la llenaba de inspiración es esos momentos. Tenía que escribir algo o no tardaría en empezar a ponerse algo ansiosa.

"Tengo que escribir.... tengo que escribir.... lo necesito"

Se dijo a si misma la gótica, empezando a mostrar su impaciencia con sus dedos. Sus pequeños dedos blancos con un matiz de una negro, daban incesantes golpes sobre su pierna.

Al llegar a su colegio bajo sin detenerse a despedirse. Fue a su casillero y de el saco un libro; tenía algunos detalles de color rojo que mostraban un interesantes figuras. Rápidamente apresó aquel libro entre sus brazos y corrió a su salón. Lo abrió de par en par y comenzó a escribir cuando encontró una página libre.

El cuaderno no era viejo, apenas y si lo parecía, más que por el tiempo, lo más notorio era el tipo de estado al que llegó por un uso recurrente de el. Algo que se veía plasmado en decenas de hojas repletas de poemas; no eran uno ni dos, eran más de 10 poemas los que se encontraban en cada página, con una letra muy pequeña pero casi ilegible. Todas rodeadas de un peculiar marco

A mientras Lucy escribía su primer poema, sus dedos no dejaban de golpear la mesa. Poco a poco, la velocidad y fuerza de sus golpes disminuían.

Soltó una sonrisa al ver su trabajo listo, agarro un lápiz de color e hizo un marco igual a los demás alrededor de su poema.

El mundo para ella, se había detenido, cuando se ponía a escribir el mundo perdía importancia por completo.

Las clases transcurrían con normalidad, tan tediosas como siempre, tan insignificantes....

Lucy miraba aburrida el salón, el contemplar desde lo alto la insignificante trascendencia de una vida mortal en esta etapa era graciosa, llenaba de hilaridad a la gótica. Ver la separación social que se formaba en ese pequeño salón, era ridícula. Las diferencias que se creaban con su pensamiento primitivo eran dignas de una burla, ¿Que tanta diferencia existirá entre los "populares" y los que no lo eran?

Llenar de títulos estúpidos a cualquier persona era algo inherente en la naturaleza humana ¿Que no podíamos ser mejores? Aquella actitud era más notoria en los recesos, momentos en los cuales Lucy optó por hacer otra cosa diferente a algo tan común e inepto como lo eran las acciones de sus compañeros

El último sonido que emitiría la campana de su colegio había llegado. Sus compañeros salían felices con dirección a sus hogares.

Lucy por otro lado se dirigía a una reunión de su club, este día era muy importante para ellos y es por eso que la gótica había pedido permiso desde hace días a sus padres.

Con su mochila en su espalda, la gótica comenzó su camino

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Muy a lo lejos de ese lugar, Lynn estaba en un partido de Soccer. Era un partido amistoso entre su equipo y uno de otro poblado.

Aún así, la deportista había insistido en que este día todos los miembros de su equipo para que dieran el 100% este día

Algo que al parecer ella no cumplía, cada pase que recibía terminaba en un intento fallido de gol. Sus compañeras se veían molestas, ellas si estaban dandolo todo ese día. Aunque ninguna le dijo nada, desde los vestidores ella ya se veía algo distraída y poco centrada en lo que hacía

"¿Que pasa Lynn?"

"¿Que le pasa a la capitana?"

"¿Alguien sabe lo que le sucedió?"

Fueron algunas de más preguntas más usuales ese día, sus compañeras no tardaron mucho en empezar a ignorar a la Loud deportista, efectivamente hoy no podían contar con ella.

Esto no afectó a Lynn,  a diferencia de otros días. El tener más tiempo para pensar era ideal para ella

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En la reunión de Lucy, todos parecían muy atentos a todo lo dicho en ese momento. Pero la gótica Loud no les dio mayor atención a la que puso en clases.  Solo se quedó ahí , esperando el mento justo para retirarse.

Ya había llegado el momento, sin detenerse agarro sus pertenencias y se fue. El camino a su casa era algo largo, pero disfruto de cada momento antes de llegar a su hogar donde tendría que enfrentar esos pensamientos que durante todo el día había tratado de olvidar

Al llegar a su hogar entró tan imperceptible como siempre. Ajena a su familia y más que nada a sus hermanas, Lucy disfruto de lo que su padre había cocinado. Al no asistir almuerzo familiar, logro evitar a toda su familia. Aunque poco o nada importaba , casi siempre era invisible para ellos

Una vez que terminó su comida, agarro su mochila y subió a su habitación. Deteniéndose antes de tocar la perilla, y luego mirando a la habitación de su hermano.

Toco la puerta, pero no resolvió respuesta alguna, repitió ese acto 2 veces más y a la tercera solo entró.

—No hay nadie.... como lo suponía —murmuró la gótica desde la entrada

Se encontraba algo cansada o solamente aburrida. Saco un chocolate de su mochila y luego la puso sobre el escritorio. Camino con lentitud hacia la cama y de un salto termino tendida sobre ella.

Miro el techo atentamente mientras comía su chocolate. Pero el golpe de algo chocando contra el suelo llamó su atención

El dejar abriera su mochila había hecho que algo cayera de ella. Aquel libro que ella guardaba todos los días en su casillero había terminado en el suelo. De un brinco se levantó y corrió a levantarlo. Miro a los lados algo asustada, y se tranquilizó al saber que estaba sola en el lugar. Por un momento el miedo le había llenado de paranoia.

Se dispuso a guardar su libro, mañana lo regresaría a su eterno lugar de reposo. Pero sentía algo extraño dentro de ella, se puso ansiosa como lo hacía antes de escribir en su libro. Trato de controlarse e introdujo ese libro otra vez en su mochila.

Camino a la cama de su hermano, buscando algo que la tranquilizará. Pero antes de siquiera tocar la frazada, se detuvo. Comenzo a caminar por la habitación, sentía como si algo en la mochila la llamaba o simplemente era una necesidad que tenía.

No lo soporto más, abrió su mochila y junto con aquel libro sacó un lápiz también. Abrió el libro sobre el escritorio de su hermano, pero inmediatamente se retractó. Luego de meditar unos momentos sabia lo que debía hacer.

De manera discreta asomó su cabeza desde la puerta, viendo el pasillo libre se dirigió a su habitación. Toco una vez, al no recibir respuesta alguna empezó a abrirla lentamente. Miro dentro y para fortuna suya estaba vacía. Camino hasta el lado de su habitación y luego de buscar entre sus pertenencias, encontró un candelabro de mano.

No tardo mucho para empezar a moverse por la ventilación buscando un lugar apropiado para escribir. Necesitaba escribir, así quizá podría seguir un día más

Encontrando el lugar correcto se detuvo y prendió el candelabro. Abrió su libro de par en par y comenzó con su  escritura. Borro una y otra vez, mordía su lápiz cuando su inspiración desaparecía. Paso varios minutos y por fin había terminado. Miro feliz el resultado, pero a diferencia de otras veces. Pensó en leerla en voz baja...

Soledad

La soledad es mi acompañante y amiga
La soledad es mi oyente y también mi confidente
O...
Eso creía yo
Una luz brillo en la oscuridad;
Tu me ayudaste con tu amabilidad

Con pequeños detalles me hiciste feliz;
Sin intención sanaste mi cicatriz

Yo soy invisible ante todos;
Pero no lo soy para tus ojos
Tu me conoces más que cualquiera;
Y sin saber, cambiaste mi vida entera

Hoy no conozco el dolor, por que fue remplazado por......

La gótica se detuvo antes de acabar y borró por completo la última palabra. Cerro el libro algo asustada y negó arduamente con su cabeza.

—Con esto es suficiente.... —se dijo a si misma

Dio un débil soplido a las velas de su candelabro y todo se volvió oscuro.

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Pasaron ya varias horas desde ese momento en la ventilación. Toda su familia ya había llegado.

En la cocina familiar el padre llamo a todos para cenar, la reacción de siempre no se hizo esperar. Sus hijos bajaban de forma agresiva para comer. Aunque dos de sus hijas no lo hacían, Lucy fue la primera en bajar, pero nadie lo notaba y la última fue Lynn, quien fue saludada por toda la familia. Algunos estaban muy sorprendidos, justo ahora se daban cuenta de que había llegado.

Algo angustio a su familia, Lynn se veía muy distinta. Su típica actitud había desaparecido, se veía tan distante e inexpresiva como su compañera de habitación

—¿Como te fue en el partido LJ? —pregunto el padre de forma inocente

Lynn apenas y si se daba cuenta de lo que pasaba alrededor suyo y aquellas palabras la sacaron de su pensamiento— ¿Ehhh? A si.... el partido —habló algo apática— Perdimos.... —dijo para luego volver a mover sus cubiertos sobre su plato

Todos los que tenían comida en su boca la terminaron escupiendo y lo que no tenían solo gritaron con sorpresa. Lynn hizo caso omiso a ello. Seguia perdida en su mundo.

—¡¿Que dijiste hija?! —pregunto su madre

—Literalmente no lo puedo creer —comento anonadada la hermana mayor

— ¿Es en serio hermana? —pregunto la rockera

Y así , cada miembro de la familia preguntaba sorprendido a la deportista. Ella solo asentía sin dejar de ver el plato frente a ella. Aunque frente a ella , Lucy no apartaba ni un segundo la mirada.

Ella se percató de algo aún más extraño.... su actitud era tan distinta..... casi parecía no importarle ni un poco. Claro... si bien era que eso no había pasado ya.

Arta de las preguntas, la deportista se levantó de la mesa y se fue. Dejando a todos con la boca abierta y su plato con la comida totalmente destruida.

Pasaron los minutos luego de tal escena y cada miembro de la familia había acabado con su cena. La gótica y el albino fueron los últimos en retirarse, el albino ya había acabado. Pero se quedó a esperar a su hermana.

Subieron tan rápido como la gótica se movía, haciendo el camino a su habitación más alargado de lo que alguien pensaría

El albino abrió la puerta para que su hermana entrara, pero esta se mantuvo  en la entrada

—¿Te pasa algo Lucy? —pregunto preocupado

—¿Puedo dormir cerca del borde de la cama? —pregunto Lucy

El albino elevó una de sus cejas ante tal pregunta. No lo entendía, pero el cansancio pudo más que su curiosidad

—E-esta bien.... —respondió inseguro

El albino fue el primero en entrar y dormir cerca de la pared. Lucy cerró la puerta y luego de apagar las luces se echó sobre la cama con la mirada puesta en su mochila, mientras su brazo se balanceaba de un lado para el otro desde el borde de la cama.

Pasaron las horas y no parecía tener intención de dormir. Un movimiento en la perilla de la puerta atrajo su atención, detuvo cada músculo de su cuerpo al ver cómo la puerta se abría y de ella se asomaba su hermana mayor y deportista.

Justo cuando su hermana aproximó su cabeza para ver, Lucy se dio cuenta que aún tenía los ojos abiertos. Trato de cerrarlos pero ya era tarde

—Lucy..... —murmuró Lynn

La gótica no sólo tardó en cerrar los ojos, su cara mostraba lo fingido de su sueño. Esto impulso a Lynn para que se aproximará

—Lu..... —volvió susurró Lynn al oído de su hermana— Se que estas despierta..... ven.... tengo una sorpresa para ti

La gótica abrió los ojos sin más opción, pero miraba enojada a su hermana

—Vamos Lucy.... —le pidió Lynn— Solo quiero mostrarte algo....

La gótica se levantó y sin que Lynn le dijera algo camino a fuera de la habitación ,  quedando frente a su antigua habitación con los brazos cruzados. Lynn se apuró a abrirle la puerta, en otra ocasión esto seguramente hubiese molestado a la deportista, pero esta vez era diferente. Abrió la puerta para su hermana. Ambas entraron y mientras Lucy se mantenía expectante Lynn fue hasta su ropero.

La deportista parecía tener problemas con lo que estuviese ahí, en tan solo un segundo algo de color negro y con alas salió volando por encima de la deportista.

—¡Hey! ¡Ven aquí! —dijo Lynn tratando de atraparlo. Aunque fracasando en el intento

Lucy solo levanto su mano para su mascota. De manera obediente , el murciélago se postró en el dedo de la gótica

—¿Co-colmillitos? —pregunto sorprendida

Luego de levantarse del suelo Lynn camino donde Lucy

—Si.... es el —dirigio su mano donde la parte trasera de su cuello— Todo el día pensé donde podría estar.... lo busqué por muchos lugares.... . Y luego muchas equivocaciones , al fin lo encontré

La gótica soltó una ligera sonrisa. Algo que sorprendió a su hermana

—No era necesario.... el sabe cómo volver a casa —hablo la gótica mientras acariciaba a su mascota. Aunque apartó su dedo al sentir como este chocaba con del dedo de su hermana. Lynn miraba sonriente a su mascota, mientras que con su dedo índice lo acariciaba delicadamente

Lynn no era muy amigable con todos los animales. Pero siendo una mascota de la familia, había agarrado cierto cariño a la mascota de Lucy. Ese era el porqué hasta anoche había perdonado lo que hacía

—De haberlo sabido antes...... —no termino de hablar debido a que su hermana menor le abrazaba fuertemente. El murciélago se apartó un poco para detenerse a mirar desde el techo tal escena.

Lynn permanecía estática al comienzo, pero no tardo en corresponder el abrazo de su hermana.

Lucy elevó la mirada para ver a su hermana mayor. Aunque al mirarse fijamente esta parecía triste. Antes de preguntar que le pasaba fue interrumpida por un roce en sus labios

—Perdón.... —susurró Lynn mientras pasaba la yema de sus dedos sobre la curita en los labios de su hermana

—Eso no importa....

Se volvieron a abrazar fuertemente durante algunos minutos. Lynn apartó a su hermana para poder hablarle

—Creo que ya es hora de dormir....

—Tienes razón —hablo Lucy

Ambas se separaron y quedando cada una sobre su cama se disponían a dormir. Aunque era algo más difícil para Lynn, quien agarro una pelota de tenis y la comenzó a arrojar contra la pared, para luego agarrarla. Repitiendo el proceso muchas veces

Luego de agarrar de nuevo la pelota se mantuvo estática con la mirada en en techo

—¿Por que actúas tan extraño últimamente Lucy? —pregunto a su hermana sin desviar la mirada del techo

No recibió respuesta alguna, luego de voltear a ver a su hermana se percató que estaba dormida. Poniendo su pelota a su lado se dispuso a dormir de una vez

El silencio era absoluto en toda la casa, justo cuando Lynn cayó presa del sueño ese silencio se vio perturbado por unos ronquidos.

Desde la cama vecina la pequeña gótica se levantaba con dirección a la cama de su hermana

Se detuvo cerca de ella y miro por un par de minutos a su hermana, tenía una postura algo extraña; sus piernas estaba algo separadas y sus brazos por completo estirados. Desde su boca un poco de baba se escurría al igual que sus fuertes ronquidos

Lucy sonrió una vez más ante tal escena

—Porque te amo...... —hablo la pequeña

Lynn tenía por completo el cuello al descubierto, atrayendo de a poco la boca de Lucy. La gótica abría lentamente su boca dejando ver unos colmillos de plástico que llevaba puesto. Antes de hacer contacto con el cuello de su hermana se detuvo, no volvería a cometer ese error que le ha la costado tanto. Se sentía genial para la gótica el dar ese mordisqueo al cuello de su hermana cada noche para poder dormir, arrebatandole un gemido o un ocasional quejido. Lo que la noche anterior la había impulsado a ser más brusca.

Pero sabía que eso estaba mal, aparte de que era peligroso el ser poder ser descubierta como lo que casi ocurre la última vez, solo que la suerte la acompañaba y Lynn solo se percató del revoloteo de su mascota esa noche y no de como ella estaba sentada en el suelo.

No.... esta vez no cometería ese error, pero aún así necesitaba algo que calmara sus impulsos.

Miro expectante a su hermana, quien cerró la boca. Una idea cruzó por la mente de Lucy, una idea que la sonrojo al instante

Temerosa pero entusiasmada, se fue acercando al rostro de Lynn, conectó sus labios con los de su hermana tan solo un segundo, pero un segundo que hizo acelerar su corazón. Luego se fue corriendo a su cama, tapándose como pudo con las frazadas y con una felicidad que no cabía en su pecho.

Ella sabía que Lynn probablemente nunca sabría de sus sentimientos y que seguramente nunca le correspondería. Pero aquella noche, por primera vez y aunque fuese de esa forma, la gótica había tenido su primer beso....





















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