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ღ Ost del Capítulo en Multimedia ღ 

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—Esa magia, no es común... ¿Marchitar el suelo?

Zeref ha observado todo desde lejos, y luego corre rápidamente hacia la cabaña, al llegar, comienza a buscar entre libros.

—Marchitar a voluntad, determinación y sentimientos encontrados...—Dice mientras lee rápidamente un libro mediante las gafas mágicas.

— ¡AQUÍ ESTÁ!

❝Aquella magia que solo nace en aquella persona que aprende a utilizar los sentimientos, el comienzo de la magia del amor, la magia número 1.❞

Zeref se queda sin palabras

— Ella realmente... posee esa magia...

Alza la mirada, y sus ojos muestran nerviosismo.

Su boca tiembla un poco, una sonrisa se forma allí...

Una sonrisa bastante triste.

— Entonces, ella es quien puede lograr lo que quiero...

— No fue mala idea jugar con ella...

Esas últimas palabras, han sido escuchadas por Layla, quien está parada atrás de él.

Su expresión muestra dolor. Sin embargo, aguanta sus lágrimas.

— ¿Sucede algo, Zeref? —Pregunta mientras lo mira confundida. Zeref se sorprende y sacude su cabeza.

— No, no sucede nada Layla. ¿Dónde estabas? 

— Estaba con los dragones, tuvimos un par de inconvenientes... —Dice riendo nerviosa, Zeref sonríe de costado.

De repente, ve el brazo herido de Layla.

— ¿Quién te ha hecho eso? —Pregunta Zeref preocupado, se acerca y ve que la sangre mancha su mano.

— Una flecha perdida, nada más. —Ella evade la mirada de Zeref; quien suspira y la toma de la mano. Sorprendida le sigue el paso, la lleva al centro de la cabaña. 

  — Son cosas que no puedes dejar pasar por alto, Layla. ¿Qué tal si la herida se infecta?—Él la sienta y menea su cabeza, mientras rompe un pedazo de su ropa para retener la hemorragia.  

  — ¿Qué drama te haces? Después de todo, no impo...—Zeref cubre su boca. 

  — Tan solo espérame mientras busco vendas, no te muevas.—Ella asiente sin quejas, limitándose a suspirar.  

Él va en busca de las vendas, mientras suelta suspiros mirando sus manos, las cuales tienen sangre de Layla.

— Tendré su sangre solo porque ella se hirió, pero por favor...

— No dejes que yo ocasione el caer de su sangre... —Dice mientras frunce el ceño.

Se está refiriendo a Ankhseram...

El dios que le ha dado su maldición de contradicción. Layla lo mira desde lejos, sus labios se fruncen un poco, ocultando su tristeza.

» ¿A que se ha referido? ¿Por qué jugaría conmigo? «

» ¿Tan poco le importo? «

Zeref va rápidamente hacia ella, y se pierde en su mirada...

  — ¿Te sucede algo más, Layla? ¿Te duele mucho? —La rubia niega, Zeref frunce su ceño. 

 — ¡No es nada! Realmente...—Zeref suspira y comienza a vendar la herida, se sorprende al ver la gravedad de la misma.

 — Eres una tonta...

— Protegí a Natsu. 

Esas palabras, sorprenden a Zeref...

— Cosa que yo no hago, ¿eso vas a decirme, no?

  — Sí, eso iba a decir. Le has devuelto la vida, pero no lo proteges. ¿Eso es bueno para ti, o para él? 

Dicho planteo, pone a Zeref en duda.

— Sabes hacer preguntas que mueven mi mente, eh... 

  — Nada mal para una rubia hueca, ¿eso dirías, verdad? 

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El día pasa y es convertido en noche; allí es cuando la intriga inunda a Layla...

  — Buenas noches, Layla...—Dice Zeref pasando por su habitación, apagando la vela que la ilumina.

 — Buenas noches, emo tsundere...—Contesta la rubia entre bostezos, Zeref se sonroja con bastante enojo.

El pelinegro va al living y toma asiento, lleva una manzana a su boca y suelta un par de suspiros.

  — ¿Qué demonios estoy haciendo? —Se pregunta mientras mira donde mordió la manzana.

 — Manzanas, eh...—Zeref mira detenidamente la misma.

El color carmesí de la misma, llama bastante su atención.

—Las manzanas son mi fruta favorita, debería de haber más aquí, dijiste.—Dijo recordando las palabras que Layla musitó hace unos días.

  — Las he traído solo por ese decir, por ti, Layla. —Volvió a mirar dónde él mordió, dándose cuenta de que esa parte comenzaba a tornarse de un color marrón claro...

Se sorprendió ante ese proceso natural, sonrió de costado y volvió a morder.

  — Una manzana es protegida por el color carmesí de su cáscara, por dentro lleva un color muy puro...

—Sin embargo comienza a perder esa pureza, cuando otra persona hoza por morderla... 

Dichas palabras que él mismo pronunció, lo sorprendieron.

  — Ella, es como una manzana. Yo soy quien muerde...

— ¿Ella es un fruto prohibido? —Se preguntó a la par de que se levantaba.

Fue rápidamente a su pequeña biblioteca, tomó un libro de tapa roja con bordes dorados, que gozaba de virginidad, pues no llevaba título y mucho menos contenido.

En dichos libros vacíos, es dónde Zeref plasma sus más oscuros sentimientos, para así crear demonios.

Sin embargo, esta vez, los sentimientos no eran oscuros.

  — Un libro no sería mala idea, ya que el insomnio me inunda. —Dijo mientras tomaba una pluma,  dejaba fluir sus ideas y palabras.

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Por otra parte; Layla tampoco podía dormir.

— ¿Por qué dijo que juega conmigo? —Se preguntaba sentada en la ventana, mientras observaba la noche. 

Los pensamientos solo podían ser negativos, suspiraba mientras sacudía su cabeza.

   — No le soy de utilidad...

— ¿Por qué jugaría?

— Bueno... Tampoco le importo...

—¿Por qué no jugaría?

Sus preguntas la iban rompiendo un poco.

Sacudió su cabeza con un poco de furia, miró el cielo a través de la ventana y sonrió...

  — La noche es muy bonita, eh...—Dijo mientras miraba las estrellas, sus ojos brillaban por ello.

— Las estrellas son hermosas... ¿Cómo le pondría a una? 

—Leonel... 

Zeref; escuchó eso tras la puerta.

— ¿Leonel, eh? —Dijo pensativo. 

Rápidamente volvió a donde estaba escribiendo.

  — Aunque Lucy sería un hermoso nombre también. —Dijo Layla, sonriendo de costado. 

Abrió la ventana; dejando que la brisa entrase...

Su cabello rubio era movido por la misma, sus ojos estaban cerrados.

Zeref, procedió a hacer lo mismo en donde él estaba...

Ambos eran iluminados por la luz de la luna y de las estrellas, en plena oscuridad... 

Una estrella fugaz, se hizo presente... 

Como si fuese necesario, Layla corrió a dónde él.

Un poco agitada, lo miró, Zeref giró y se sorprendió un poco.

  — Y una noche en donde la oscuridad fue envuelta en la luz de las estrellas.—Exclamó Layla.

  — Así como la muerte fue envuelta por la vida.— Añadió Zeref.

  — Como la mentira envolvió a la verdad.—Dijeron a la par.  

Las palabras pronunciadas que parecían sacadas de un libro, se unieron en forma de destellos de magia negra y magia dorada...

Los cuales se perdieron en forma de brillo hacia la noche... 

Esta fue la noche, en la cual el destino comenzó a ponerse en marcha...

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Amo muchísimo cuando Zeref y Layla hablan|discuten o simplemente dicen algo poético😍.

Combinan demasiado bien, me encantan. ❤❤ 

¡SE VIENE EL CAPÍTULO 7 GENTE! 😉😉

Espero que estén preparados para el salseo 7u7r