
Capítulo 28
No tardó en escuchar reclamos por parte de los desconocidos.
— Ellos me separaron de mi hijo, ¿Por qué deberíamos arriesgar nuestras vidas por ellos?
— Nunca les importó dejarnos morir aquí como malditas mascotas, porque de esa forma nos trataron toda la vida, estos malditos collares como si fuéramos perros para adiestrar.
— Ellos se llevan a nuestros hijos, luego desechan a los que se presentan como alfas como si su vida no fuera bien recibida y solo se convirtieran en basura que hay que botar.
— ¿Por qué deberíamos hacer algo por esos dictadores?
Jungkook le echó un vistazo a Isaiah recordando parte de su relato.
— Nosotros como alfas comprendemos mejor que nadie la decisión de tomar venganza contra los omegas y lo comprendo totalmente — dijo logrando asustar con sus palabras a sus pequeños hijos — pero, esta es una guerra que los adultos entenderían, los niños no.
Llevó la mirada hacia los mellizos.
— Si ese salvador como se hace llamar, está tomando justicia por todos nosotros, ¿Qué razón sería suficiente para asesinar a sus hijos? Solo porque nacieron como omegas, ellos no pidieron nacer de esa forma, ninguno de nosotros lo decide, pero no por eso deben pagar con sus vidas.
Los alfas fueron tomados por sorpresa, había algunos que lograron escuchar la historia de Isaiah, pero la gran mayoría estaba demasiado lejos como para escucharla a la perfección.
Ese fue el detonante, la mayoría no pudo evitar reaccionar de forma violenta con la mención de la muerte de sus hijos, no era justo, muchos solo se quebraron allí mismo al saber que jamás volverían a ver a sus pequeños. Otros pequeños alfas lloraron por perder a sus hermanos mayores o menores.
Impotencia llenó sus cuerpos.
— La vida que hemos tenido no es justa — admitió Jungkook — pero tampoco es justo dejarlos morir y convertirlos en parte de nuestra guerra. Sé que el trato de los omegas no fue el mejor, ni sus acciones son justificadas, pero no quiero que mis hijos pierdan a uno de sus padres por venganza.
Captó la atención de los alfas.
— Incluso si no están de nuestra parte, lucharé pensando que existe una pequeña posibilidad de que el futuro sea mejor, de hacerlos recapacitar y dejar todo lo malo atrás, o al menos darles la oportunidad de que lo compensen.
Inhalando con fuerza enseñó sus ojos tornarse rojizos como la sangre fresca.
— Mi omega me necesita — agregó — sus hijos lo necesitan y yo lo necesito.
Varios alfas se observaron entre sí.
— Incluso si no quieren participar en esta lucha, deberán protegerse entre ustedes mismos, porque si lo que dice mi hijo es cierto, estaremos bajo nuevas órdenes, no escaparemos jamás de la sed de venganza.
Jungkook apoyó sus manos en los hombros de sus hijos.
— Creo que todos aquí alguna vez pensamos que sería mejor morir que seguir viviendo de esta forma, pero nadie les asegura que será mejor, no bajo el mandato de alguien que no tuvo ninguna compasión y asesinó a sus hijos de los que promete salvar.
Y Jungkook recordó algo también importante.
— Sé que, aunque nos da temor aceptar, muchos conocimos a nuestros destinados y supimos que nuestra vida sería una miseria debido a ello, algunos tuvimos la oportunidad de procrear con ellos y tener hijos maravillosos.
Escuchó a algunos confirmarlo.
— Hago esto porque la vida de mis hijos vale la pena intentarlo — agregó Jungkook.
— Mi pequeño no tenía la culpa, incluso si no lo vi crecer, sé que no sería una mala persona — dijo uno de los alfas tomando por sorpresa a los demás — quiero ver caer al asesino de mi hijo.
— Yo también — le escucharon decir a alguien en la parte de atrás.
Fue cuestión de tiempo para que la mayoría de alfas elevará la voz y optara por ayudar. Por eso cuando lograron salir de aquella planta subterránea, lograron asustar y sorprender a los subordinados que se hallaban cerca, al ser un gran número que optó por ayudar, los sometieron tomando sus armamentos.
Jungkook iba a la delantera, su naturaleza como alfa llenando su cuerpo poco a poco, gruñidos lo acompañaron de los demás alfas y eso fue el inicio del final de la guerra.
El salvador había asesinado un par de alfas fugitivos, no podía entender cómo se habían escapado, pero si se percató que no había ningún niño en ese grupo. Debían estar ocultos en algún lugar de las instalaciones, él pensaba encontrarlos y asesinarlos por ponerse en su contra en su revolución.
No le importaba nada más, solo quería saciar su incremento de venganza.
Jimin quien permanecía oculto con Taehyung estaba desesperado, entre más transcurría el tiempo, mayor era el número de disparos y explosiones.
El omega a su costado no paraba de temblar, tenía miedo de asomarse y ser descubierto.
— Tenemos que salir Taehyung — soltó de repente.
Su amigo giró a verlo horrorizado por sus palabras.
— Estás demente, eso es una locura, nos matarán si salimos de aquí.
— Moriremos de todas formas si nos quedamos aquí. Quiero saber si Isaac está bien, si Jungkook lo está — murmuró cansino.
— Ellos son alfas, ¿Cómo sabes que no son parte del grupo de ese bastardo?
— ¿Hoseok estaría con ellos? — le preguntó tomándolo por sorpresa.
Taehyung lo observó en silencio varios segundos pensando en sus palabras. Sacudió la cabeza como si aquella idea fuera impensable.
— Sé que tal vez Jungkook ya no me ame — soltó de repente — pero sé que no abandonaría a nuestros hijos. Es lo que lo mantiene vivo, lo que nos mantiene vivos.
— Hoseok no traicionaría a sus propios hijos — dijo Taehyung firmemente.
— Entonces nosotros tampoco podemos hacerlo, no podemos dejar a nuestros hijos morir — Jimin mordió su labio lastimado con fuerza para evitar llorar al recordar a Isaiah.
Incluso si perdía la vida, debía protegerlos. Dejaría de ser un inútil.
No pensaba cumplir solo su papel como líder, sino como padre.
Taehyung abrió la puerta de la sala, el sonido de los ataques se hizo más claro, pero Jimin pudo reconocer varios sonidos particulares.
Eran naves ingresando al domo, eso solo podría significar dos cosas, el salvador trajo refuerzos o vinieron agentes de otras galaxias a salvarlos. De ser la segunda, mientras Taehyung lo ayudaba a salir de la sala de Axio, Jimin tomó la decisión que si sobrevivía no permitiría continuar con el régimen contra la vida de los alfas.
Ellos merecían tener una vida digna, llena de bienestar. Incluso si los demás omegas no aceptaran, él condenaría a cada omega que alguna vez lastimó a los alfas sin ninguna orden impartida aprobada por los gobernadores, pero no cometería el mismo error, no pensaba dejar que los mandatarios tomaran las vidas de los alfas como si fueran sacos sin vida para utilizar a su antojo.
Por ello, cuando regresaron a las zonas de guerra, hallaron cadáveres de los subordinados del alfa salvador, ninguno comprendió qué sucedía, pero decidieron seguir avanzando porque eso era lo único que podían hacer.
El salvador por su parte se estaba comenzando a ver acorralado, no esperó en ningún momento que los omegas llegaran como refuerzo a atacarlos, realmente había una guerra sucediendo frente a sus ojos y eso lo emocionaba.
Caería todo aquel que él quería que muriera.
Se encargaría de matarlos a todos, ese siempre fue su plan.
Atravesó los pasillos de las instalaciones, algunos de estos estaban lleno de fuego que le impidieron continuar avanzando por el mismo camino, así que abrió fuego cuando agentes de otras galaxias entraron, los eliminó a todos sintiéndose satisfecho, tomó sus armas y municiones.
— Jefe, ayuda — escuchó a más de uno de sus subordinados pedir ayuda, pero nunca se las brindó.
Él no perdería el tiempo salvando a alguien quien no podía protegerse así mismo. Cuando regresó a la sala y no halló al líder o al otro omega gruñó con fuerza enojado.
— Maldito hijo de puta, debí matarlo cuando tuve la oportunidad, pero no puedes estar lejos — masculló para sí mismo saliendo de la sala en su búsqueda.
Taehyung estaba tratando de avanzar por los lugares más seguros que halló en el camino.
— Creo que si logramos atravesar ese pasillo estaremos cerca de la salida trasera — comentó sintiéndose esperanzado por la situación.
Jimin levantó la mirada confirmando la dirección de Taehyung.
— Solo un poco más, resiste un poco más.
El líder quiso responder algo, pero los brazos de Taehyung dejaron de rodearlo logrando que su cuerpo cayera bruscamente hacia el suelo.
— Te encontré — dijo el salvador a sus espaldas.
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