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- Astrid, para - Le pidió Carlisle

- No eres nadie para pedirle algo así y mucho menos meterse o terminaría muerto como el otro hombre - Le dijo molesta sin apartar su mirada de la mortifaga

- ¡¡PIEDAD!! ¡¡POR FAVOR!! ¡¡PIEDAD!! - Grito desesperadamente- ¡¡POR FAVOR!!

- ¿Quién más sabe de mi paradero? - Le pregunto Astrid parando

- Nadie más sabe solo yo - Le dijo llorando- Por favor, no me mate

- Crucio - Dijo con firmeza

Los gritos desesperados de la mujer estaban aterrando a todos los presentes y veían como la rubia no parecía querer parar, los ojos de la mujer azabache se estaban desorientando, parecían caer en la locura, en un hoyo oscuro y frío.

- Mírame - Le pidió Astrid dejando de torturarla- No sabes cuando gusto me daría ver que caigas en tu locura, pero prefiero ver como tu brillo se apaga ante mí - Agarro de su túnica haciendo que la mire-... Avada kedavra - La luz roja salió de la varita de la rubia acabando con la vida de aquella mujer

La soltó con repulsión, todos volvieron a escuchar como su corazón se paró al instante, Astrid se aliso su túnica para mirarlos, cuando sus ojos bicolores conectaron nos los ojos de Esme sintió un empujón, como ese dolor que sufrió por su padre y madre se iba para darle color y vida a su vida.

- Por Merlín - Susurro sin creer lo que sintió- Me lleva Salazar - Susurro cuando sus ojos conectaron con los de Rosalie

Sus ganas de vomitar fueron aumentando cuando conecto con las miradas de Rosalie, Bella, Carmen, Tanya y Kate, gruñó molesta al saber que no puede vomitar.

- Gracias por su corta hospitalidad - Les agradeció sin caer en sus instintos- ¿Puedo ayudarlos en algo? Mi humor ha mejorado así que se lo concederé

- Queremos tu ayuda - Le dijo Edward al instante- Su ayuda contra los Vulturi - Astrid lo miro con incredulidad- Nos han acusado de crear un niño inmortal cuando no es verdad

- Por favor, necesitamos tu ayuda, Astrid - Le suplico Bella viéndola con amor y adoración como lo hace con Edward

- Su petición es imposible, me preguntaran por qué - Alzo una ceja- Ellos les ganaran y las armas que ellos tienen son muchas más poderosas que todos ustedes juntos, aunque eso ya lo saben y si lo llego hacer, al final del encuentro solo sobreviviría una persona y esa seré yo - Señalo unos segundos- No ayudare en su estúpida guerra contra los Vulturi, ya tengo mi propia guerra en mi mundo, como pudieron ver - Señalo a la mortifaga- No fue un placer conocerlos

Miro a sus parejas por última vez para irse en su bruma verde, los testigos de Carlisle estaban totalmente aterrados al saber que la hija de Gellert había estado enfrente suyo torturando a una persona que no saben si era buena o no.

Pero lo que más los aterro fue saber que hasta ella no le había futuro al encuentro, pero las integrantes del clan Cullen y Denali conservaban las esperanzas de volverla a ver y que replanteará su opinión y les ayude en el encuentro con los Vulturi.

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Justo en medio del encuentro con los Vulturi, los Cullen y sus testigos estaban viendo como Alice le enseñaba la visión que había visto sobre la niña, los testigos de los Vulturi con ellos incluidos estaban ansiosos por saber que pasaría.

Vieron como Aro quito sus manos de la mano de Alice como si ese quemara, la pequeña vampira volvió a tener una visión apenas él soltó su mano, se estremeció ante lo que vio, volvió a sentir ese lindo calor recorrerla cuando conoció a Jasper hace unos siglos atrás.

- Ahora lo sabes, ése es tu destino -Le dijo suavemente- A menos que decidas alterar su curso

- No podemos hacer eso, la niña sigue siendo una gran amenaza - Le dijo Caius detrás de él

La bruma que los Cullen y sus testigos ya conocían días atrás apareció en medio de ambos bandos, cuando esta se disperso estaba viendo directamente a los Vulturi, Astrid hizo una reverencia ante ellos.

- Un gusto de verlos, reyes - Les dijo con diversión- Soy la ama de la muerte, la heredera de Gellert Grindelwald, Astrid Grindelwald

Los Vulturi al estar al tanto de lo sucedido en el mundo mágico hicieron una reverencia ante ella.

- Señorita Grindelwald, que placer tener aquí y ahora - Le dijo Aro deleitado ante su presencia- Siempre hemos sido fieles partidarios de su padre, Gellert

- Necesito que me vayan - Les pidió sin rodeos- Ahora mismo

- No podemos hacer tal cosa, ama de la muerte - Le dijo Caius molesto- Ellos han roto una ley, han creado un niño inmortal

- He dicho que se vayan - Le dijo perdiendo la poca paciencia que tenía

Vieron como dos brumas negras muy parecidas a la de ella aparecieron, cuando esta se dispersó dejaron ver a dos hombres enmascarados.

- Avada kedavra - Dijeron al mismo tiempo con firmeza hacia Astrid

La protego diabólica de la rubia la protegió sin problemas nuevamente, se giró sobre sus talones y los miro con una ceja alzada creándoles miedo, cuando quisieron irse, pero ella los paralizo para jalarlos hacia ella sin cruzar la protego diabólica que seguía.

- Si se rinden y me juran lealtad verdadera, mi protego no los matara y los enviara a mi sede con mis acólitos - Les indico con tranquilidad- Escojan sabiamente

El primer mortifago corrió a la protego diabólica y lo teletransporto, tal y como se lo había dicho.

- Yo solo tengo un amo - Le dijo con seguridad- Y ese es... Voldemort

- Tienes agallas, que lastima - Sonrió con burla alzando su varita hacia él- Avada kedavra - Dijo sin titubear dejando el cuerpo sin vida en el suelo cubierto por nieve

Todos pudieron escuchar como el corazón del hombre se paró al instante que ese rayo rojo lo golpeo justo en el pecho, Astrid se giró hacia los Vulturi viéndolos con suma seriedad.

>> He dicho que se vayan - Les dijo con un gruñido de por medio quitando su protego - Ahora - Los Vulturi junto a sus testigos hicieron una reverencia para irse en un segundo- Que tenemos aquí - Camino hacia las cenizas de Irina...

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