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Astrid estaba harta de todo, de escoger malditos colores para flores, manteles y pequeños detalles que combinen con ellos, estaba harta de las bodas, de las lunas de miel por una semana en un lugar distinto de acuerdo a los caprichos y gustos de sus mujeres.

Estaba harta de todo y que sus planes originales estuvieran yendo tan lento por las bodas, quería avanzar más, quería mover sus piezas y su ejército cada vez más, y más por todo lo largo y ancho del mundo como lo hacía ahora.

Astrid solo observaba como Bella disfrutaba la playa privada donde estaban, era México, quería disfrutar del hermoso país tan cultural y vivaz, pero sus ansias de cortar todos esos engaños eran más grandes, pero no lo haría... no aún.

- ¿Nos vamos? - Le pregunto disfrazando su cansancio con ese carisma tan común en ella- Se nos hará tarde para la función

Tenían reservado para una función en vivo de música tradicional maya, que había estado ubicada en la zona donde estaban.

- Vamos - Agarro la mano muy entusiasmada- Quiero, no, necesito verlo - Daba pequeños brinquitos mientras caminaba a como Alice lo hacía habitualmente

Astrid quería golpearse el rosto contra alguna pared una y otra vez, pero solo se dejó guiar por su esposa hasta dentro de la casa que compro la rubia como regalo de luna de miel.

Se alistaron y dirigieron hacia el lugar donde harían la función, Bella siempre miraba todo con emoción y entusiasmo, pero Astrid se dedicaba a fulminar con la mirada a todo aquel que miraba de más a su mujer.

Estaba tan arisca ante los hombres y mujeres que miraba a su esposa que la abrazaba por la cintura acercándola a ella y besar su cuello, Bella al estar embellecida con el lugar solo se acurrucaba mejor al cuerpo de la rubia disfrutando de sus mimos.

- Desde hace rato estas gruñendo - La miro confundida- ¿Qué pasa amor?

- Nada - Beso castamente sus labios- Solo estoy ansiosa por la función

Bella acuno el rosto de Astrid para acercarla más a ella y besarla posesivamente como sabía que a la mayor le gustaba, el ronroneo de Astrid la hizo sonreír durante el beso.

- Que buena chica - Ronroneo Bella al sentir más tranquila

- Esposa - Corrigió con diversión- Bésame otra vez antes que mate al muggle que está detrás tuyo y te está mirando de más - Señalo al extranjero detrás de Bella que miraba intensamente a la castaña

- Será un placer - Ronroneo para volverla a besar

El extranjero al ver que se besaban bufo y miro su celular de mala gana, Astrid sonrío dentro de ella siguiendo el beso de su esposa más tranquila

La función empezó maravillando a Bella que estaba cómodamente recostada levemente sobre el cuerpo de Astrid que le entretenía más ver la figura de su esposa en ese vestido entallado a su fino cuerpo.

- Deberías de prestar atención a la función que a mi cuerpo - Giro un poco su rosto para ver mejor a Astrid

- No tengo la culpa que usted sea tan hermosa que opaque la función - Le sonrió coquetamente- Aparte no es mi culpa de que cuando estoy a su lado piense con la otra cabeza

Bella negó con diversión, con su dedo índice giro un poco más la cabeza de Astrid para acercarla a ella y besarla.

- A este paso terminaremos en la cama y no veremos nada - Murmuro Bella cortando el beso

- No veo lo malo a ello, esposa mía - Le dijo casualmente jugando con los dedos de Bella- Digo, tú y yo en la cama haciendo lo que más te gusta... En vez de ver una función sobre la cultura maya - Miro la mano de Bella para mirarla con inocencia

- Una lástima - Asintió fingiendo pesar para besarla castamente y poner su atención a la función nuevamente

Astrid frunció sus labios al ver que Bella prefirió la función, miro hacia el otro lado buscando a alguna mesera o mesero, visualizo a una mexicana en la otra mesa, no pudo evitar llevar su mirada bicolor al cuerpo curvilíneo y voluptuoso de esta.

Le hizo una ligera seña con su dedo indicé cuando la morena la miro, esta se acercó con rapidez sacando una pequeña libreta de su pequeño delantal junto a un lapicero.

- Bienvenida a Grand Moon Palace, soy Regina - Se presento rápidamente apenas llego a su lado- Espero que este disfrutando de la función, ¿En qué puedo ayudarla?

- Deme una copa del mejor vino que tenga - Le pidió sin rodeos detallando sus rasgos- Por favor

Regina anoto su pedido y siguieron entablando más conversación, pero la menor estaba poniéndose tan nerviosa ante la mirada tan intensa y firme de Astrid recorrer alguna parte de su rostro o manos cuando escribía.

Bella solo se había percatado de la presencia de la mesera cuando la función había tomado un ligero descanso para cambiar de bailarines y la mesera había regresado con lo que Astrid le había pedido.

Si las miradas mataran, la pobre humana estaría a mil metros bajo tierra, había visto como esta había mirado de más el cuerpo de Astrid mientras servía un poco de vino en la copa de su esposa.

Astrid había acatado el vino para solo asentir con la cabeza y la mesera le terminara de llenar un poco más su copa hasta la medida estándar.

- ¿Necesita algo más, señorita Grindelwald? - Miraba intensamente a Astrid dejando la botella en la cubeta de hielo- Puedo recomendarle... otras cosas que puedo proporcionarle - Le dijo sugerentemente

La mirada ahora ónix de Bella estaba mirando a la mesera, al escuchar la voz tan sugerente de la mesera alzo una ceja.

- Podría servirme una copa de vino, mesera - Remarco lo último dejando su brazo en el hombro izquierdo de Astrid y empezar a crear patrones sin sentido en el pecho de su esposa llamando la atención de esta

- Ya escucho a mi esposa - Dejo de mirar a Bella para mirar a la mesera- Sírvale una copa a la medida estándar y podrá retirarse - Volvió a dirigir su atención a la castaña

La mesera sonrió falsamente mientras asentía, le sirvió a Bella su copa de mala gana y siguió mirando a Astrid con gran interés.

Bella estaba casi gruñendo ante el descaro de la humana así agarro el mentón de Astrid con las yemas de sus dedos y besarla con posesividad siendo correspondida al instante logrando ahuyentar a la mesera.

- Celosa - Murmuro Astrid al descubrirla- Pero tengo que admitir que verte así me calentó un poco, tendré que hacerlo seguido

- ¿Fue tensional? - Le pregunto incrédula

- Solo así pude conseguir tu atención - Le restó importancia- Aparte verte tan seria alzando una ceja mientras imaginas miles de escenas sangrientas en tu linda mentecita, me puso de una manera que hará que no te pueda soltar por horas apenas lleguemos a casa

Bella abrió levemente la boca incrédula, golpeo con fuerza el abdomen de Astrid haciendo que se le creen grietas en este, la mayor solo cerro los ojos del dolor.

- Para la próxima será allí abajo - Se levanto de su lugar- Iré al baño para no querer matarte aquí - Se giro dramáticamente para irse pandeando su fina cintura

Astrid olvido el dolor al verla pandeando su cintura, acaricio su abdomen y se levantó para seguirla, apenas entro al baño la encontró acomodando su cabello mientras se observaba por el espejo.

- Sabes... Me gusta que me maltraten, pero en el sexo - La miro con diversión- Yo solo digo - Alzo las manos al tener la intensa mirada ónix de Bella en ella

- No te mato porque te amo - Se siguió mirando en el espejo

Astrid apareció detrás suyo acercando todo lo que podía de su cuerpo al de Bella, rodeo el cuerpo de la menor con sus brazos mientras besaba castamente el hombro de esta.

- Amo tu agresividad, me pone de una manera - Pego más su entrepierna al cuerpo de Bella- ¿Nos vamos ahora para que te haga el amor? - Miraba el cuerpo de Bella por el espejo

- Castigada - Se alejo de ella- Por estar provocando mis celos - Agarro su cartera y salió del baño haciendo resoplar a Astrid

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