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El baile estaba por fin celebrándose, ambos clanes estaban vestidos y enmascarados debidamente mientras observaban como iban llegando poco a poco los invitados de Astrid.

Todas las esposas y prometidas de Astrid observaban como la rubia recibía y saludaba carismáticamente a todos los invitados. Entre ellos la familia Malfoy, Nott, Greengrass, Zabini y para desgracia de ellas, estaba la familia Parkinson, entre otras familias que eran sangre pura.

Gruñeron molestas cuando Pansy acariciaban el tríceps derecho de Astrid coquetamente mientras hablaban sobre cómo iban las cosas en el ministerio.

La castaña había olvidado por completo a su esposo apenas Astrid capto su atención, cuando quisieron acercarse los padres de la menor se acercaron haciendo que ambas prestaran atención a ambos.

- Es un gusto tenerlos aquí - Les sonrió- Espero el baile sea igual de placentero que siempre, pero con la diferencia que haiga superado sus expectativas

- No dudo ni un poco que aquello pase, querida - Le dijo Perseus Parkinson- Siempre haz superados nuestras expectativas... Una lástima que no seamos familia al final - Señalo al esposo de Pansy con la mirada

- Una lástima, padre - Abrazo más en brazo de Astrid- Por su naturaleza aquello no paso

- Recuerden que aún tengo a mis sobrinos-nietos - Les recordó- Puede que los hijos de alguno de ellos sea futuro esposo o esposa de alguno de sus futuros nietos

Una mano suave y caliente acaricio la espalda de Astrid llamando su atención, los cuatro deslizaron sus miradas a quien había llegado.

- Cereus Greengrass - Saboreo el nombre de la matriarca- Un honor tenerla aquí, madame - Beso el dorso de su delicada mano

- Astrid, querida - La saludo algo ruborizada- El placer es mío es aquí, mi esposo está ayudando a Jon con unos asuntos

La melena castaña de Astoria Greengrass fue distinguida entre la multitud acercándose, esta venía acompañada de su pequeño hijo Scorpius y su esposo Draco Malfoy.

- Draco, un gusto verte de nuevo, amigo mío - Observo como este besaba el dorso de su mano

- Lo mismo digo, querida - Rodeo la cintura de Astoria

- El pequeño Malfoy - Cargo al pequeño platinado- Te vez tan lindo con tu trajecito, hombrecito

El pequeño platinado se reía risueñamente entre sus brazos mientras aplaudía, los ojos grisáceos del pequeño estaban llenos de inocencia y alegría.

- Tienes encantados hasta los niños, querida - Le dijo una suave voz femenina llena de frialdad y calidez a la vez a un lado

Astrid giro su cabeza y se encontró con los ojos azules como el cielo a medio día de Daphne Greengrass, la hija mayor del matrimonio de Adam y Cereus Greengrass.

- Señorita Daphne - Agarro cálida mano de la menor para darle un beso en el dorso de esta- No creí que sería deleitada con su presencia este día, sé lo sumamente ocupada que esta con su trabajo

- Siempre puedo hacer un espacio para usted, señorita Grindelwald - Sonrió levemente de lado mirándola directo a los ojos- Mi sobrino esta más que encantado de estar entre sus brazos - Miro a su sobrino que no parecía querer salir del agarre de la mayor

- Que puedo decir, los pequeños me aman - Sonrió de lado- Aparte que soy su madrina

Un carrasqueo hizo que ambas dejaran de verse a los ojos, se encontraron con la mirada verdosa de Astoria que miraba a ambas con diversión.

- Mi hijo siempre disfruto de su compañía y atención, querida - Miro a su hermana para mirar a Astrid- El pequeño Scorpius siempre le gusto la buena vida que su padre siempre le brindo

- Cierto - Concordó Astrid para regresar al pequeño Malfoy con su madre- Si me disculpan, tengo que seguir recibiendo a los invitados - Miro directo a los ojos verdosos de Pansy para después deslizarla a los azulados de Daphne e irse

Ambas familias se quedaron hablando entre ellos sobre sus vidas, pero la mirada intensa de Pansy se mantuvo en la silueta de la rubia, Astrid al sentir su mirada la miro.

La menor le sonrió coquetamente seguido de un guiño juguetón y regresar a la plática con sus amigas, Astrid negó con diversión para seguir recibiendo a sus invitados.

- Astrid, querida - La saludo madame Zabini acompañada de su hijo- Cuanto tiempo sin vernos

- Madame Zabini - Agarro la mano de la bruja para darle un beso en el dorso de esta- Me fue de suma indignación que no hubiera confirmado su presencia en mi baile a como acostumbra hacerlo, ¿Ya no soy una de sus personas favoritas?

- Siempre lo serás, querida - Acarició la mejilla izquierda de Astrid- Solo he estado ocupada, he oído que está casada y comprometidas con seres de la noche como tú, me fue interesante aquello, más sabiendo que ella es su chica - Señalo con la mirada a la brujita de Astrid que estaba entre la multitud

- El mundo es caprichoso, querida - Miro a la matriarca- El mundo quiso que tuviera muchas parejas, ella no es menos si este mismo me dio otras parejas con mi naturaleza

- Pero es algo curioso - Señalo Blaise alzando una ceja- Digo, tener una bruja para usted y que este le de otras con su naturaleza, aparte de que atrae la mirada de las demás brujas

- No decido quienes vienen a mí, joven Zabini - Lo miro con malicia- Su esposa Pansy y yo ya hemos hablado de su nuevo matrimonio cuando estuvo en mi mansión, le diré lo mismo; Espero que satisfaga cada una de las demandas y supere las expectativas de la señorita Pansy - Sonrió victoriosa ante la mandíbula tensa de este- Si me disculpan, daré inicio al baile - Beso nuevamente el dorso de la mano de la matriarca para irse

Aliso su ropa mientras se abría paso hasta las escaleras del escenario donde estaba Elina hablando con dos acólitos que mantenían la cabeza agachada ante la fuerte voz de la pelinegra.

- Al fin llegas - Le entrego la copa de sangre de dragón a Astrid- Todos están así que puedes empezar sin problemas - Miro a los dos acólitos- Ya saben que hacer, muévanse

- Sí madame - Ambos se perdieron entre la multitud

Astrid subió al escenario al mismo tiempo que la música iba acabándose, miro sobre la multitud encontrándose con las miradas doradas de sus esposas y prometidas junto a sus sonrisas, deslizo de nuevo la mirada encontrándose con la mirada de su brujita que la miraba con intensidad.

Pego la punta de su varita a un costado de su garganta - Buenas noches damas, caballeros y niños - Hablo con su voz sonorizada- Quiero agradecerles por estar esta noche en el baile de máscaras anual de mi familia, estoy muy contenta de tenerlos en mi castillo

>> Espero que el baile supere sus expectativas como cada año, unos aplausos para mi cuñada Elina y mi sobrina Lena por ayudarme a que todo esto esté tan impecable - Señalo a ambas mientras que todos les aplaudían- También quiero resaltar que hay que recordar que por el bien de todos tenemos que seguir manteniéndonos juntos purificando nuestra sangre

>> Los muggles cada vez más tan avanzando con sus tecnologías modernas con la cuales nos pueden empezar a manchar nuestra sangre y eso no es para nada aceptable - La sonrisa de ambos clanes se esfumaron ante todos los invitados concordaron con Astrid- Por el bien de todos... los muggles tenemos que seguir manteniéndonos leales a nuestras creencias, no podemos doblegarnos ante ellos y que ensucien algo que hemos estado forjando por generaciones

>> Falta poco tiempo amigos míos, no hay que desesperarse, el momento para ser libres y dejar de ocultar nuestra presencia se acerca - Les aseguro- Cuando aquello pase, por fin podremos saborear la verdadera libertad, que tengan una fantástica velada y recuerden que solo es por el bien de todos

- ¡¡Por el bien de todos!! - Dijeron todos al mismo tiempo con orgullo

Astrid bajo del escenario mientras que al mismo tiempo la música en vivo se reanudaba, las voces de todos volvían a tomar fuerza cuando hablaban entre ellos y el sonido de las risas de los invitados eran acompañantes de estos.

- Bien hecho, hermana - Le dijo Jon palmeando su hombro

- Lo sé - Lo miro con dureza- Alégrate que nadie se dio cuenta de tu retraso, Cereus me tuvo que avisar que Adam y tú estaban ocupados - Alejo la mano de Jon toscamente

- Lamento no ser señor perfección como tú - Bramo molesto

- Entonces mantente en las sombras como siempre - Gruñó molesta- Ahora veo porque padre siempre me tuvo a mí como su mano derecha y no a ti - Miro con repulsión al mayor para seguir su camino chocando sin delicadeza con el hombro de este

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