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El resto de la luna de miel fue de lo mismo; Sexo duro, salvaje e imparable. Cosa que agradecía Kate a todas la deidades posibles.

- Extrañare gritar tu nombre - Murmuro perdida en el cuello de la menor- Y sobre todo la exclusividad

- Pero que sufrimiento - Dramatizo Astrid haciéndose la desdichada- La súcubo no tendrá el sexo tan salvaje que le gusta ¡Ay, Ay!

- Tonta - Se rio golpeando su hombro

Astrid se carcajeo acercándola más a ella, durante el viaje se mantuvieron en silencio dándose mimos y disfrutando del silencio cómodo que se había instalado en el vuelo, Astrid si no miraba por la ventanilla admiraba el hermoso y perfecto rostro de su esposa.

- Eres una acosadora señorita Denali - Bromeo Kate al verla observándola

- Pido me disculpe señorita Grindelwald - Le siguió el juego- Pero no puedo evitar deleitar mis ojos con su perfecto rostro - Acaricio la mejilla derecha con suavidad

Un gemido satisfactorio salió de Kate acurrucándose más contra su mano, la menor se rio al compararla con una gatita mimosa.

- Señorita Grindelwald, ya estamos a punto de aterrizar - Les notifico la azafata- ¿Necesita algo más?

- No - Negó rápidamente- Puede retirarse

- Si necesita algo, puede decirme señorita - Sonrió amablemente para irse

Un gruñó de Kate te hizo verla confundida.

- Odio que te coqueteen - Gruñó abrazándole de los hombros posesivamente- Odio que observen que estás conmigo y aun así lo hagan

- Tranquila fiera - Le dijo con diversión- Yo no estaré buscando algo con una... humana - Espeto- Ni con nadie más que no sean ustedes - La beso posesivamente haciendo que se tranquilice

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Astrid se reía a carcajadas junto a Emmett y Garret como las demás mujeres mataban con la mirada a Kate.

La Denali se caminaba por la sala altaneramente al ser la primera esposa y oliendo al aroma de Astrid que no parecía quererse borrar por nada del mundo.

- Que linda es la vida - Se sentó en las piernas de Garret dejando sus pies en las piernas de Astrid que no dudo en masajear- ¿No lo creen mis amores?

- Claro - Le contestaron los dos con diversión satisfaciéndola aún más

Todas gruñeron celosas siguiendo con sus actividades entre refunfuños y gruñidos, las carcajadas de todos los hombres resonaron cuando estuvieron algo apartados de la casa, les daba demasiada gracia verlas así.

- Iré a casa de mi sobrino, solo llamadas de importancia - Les indico para aparecer en la sala de su sobrino- Odio la vida

- Buenas tardes igual a ti, tía - Le dijo irónicamente pasándole una copa de sangre- Es bueno verte nuevamente

- Hola mi muchacho - Acaricio su mano- ¿Cómo te trata el francesito? - Miro a Andrea

- Comme toujours, ma tante (Tan dulce como siempre, tía) - Le contesto Andrea con sarcasmo

- Toujours, ma chère (Siempre, cariño) - Sonrió con diversión- ¿Y mis pequeños sobrinos-nietos? - Miro a su sobrino

- Bianchi está en el ministerio, Madisson y Benjamin en casa de Lena - Le restó importancia- Es extraño que ya no sean unos niños

- Tienen que crecer, hijo - Asintió con pesar- Al menos que quieran la inmortalidad, pero tarde o temprano hacen sus propias vidas con sus propias decisiones

- ¿Si ellos te piden tu ponzoña se las daría? - Le pregunto interesado

- Claro, siempre y cuando lo deseen de verdad - Se acomodo en el sillón- Siempre te di la opción al igual que a tu hermana y esposo - Señalo al francés con su copa- Si llegan a querer mi ponzoña ahora, la tendrán, pero tienen que recordar lo que trae consigo

Tanto Jhezus como Andrea asintieron pensando en ello, a ninguno de los dos los cautivaba la idea de la inmortalidad y el vampirismo, mucho menos estar bebiendo sangre humana o de dragón para sobrevivir.

- ¿Cómo fue tu luna de miel? - Le pregunto Andrea subiendo y bajando las cejas sugerentemente

- Lleno de sexo - Se encogió de hombros- Kate junto a sus hermanas Tanya e Irina, tienen los títulos de súcubo así que ya te imaginaras lo insaciable que pueden ser

- Odio no poderte molestar - Refunfuño agarrando su copa de vino- Sin vergüenza - Tomo un trago de su vino

Jhezus y Astrid se rieron ante su queja, Andrea siempre buscaba la forma de incomodar o avergonzar a la mayor, pero ella siempre fue tan directa y sin escrúpulos así que le costaba lograr su cometido, mejor dicho, le era imposible.

- No empecemos con ello, Andrea - Sonrió con burla- Sabemos que eres el pasivo de los dos y puedo hacer muchas burlas a raíz de ello

- Iré a ver a Bianchi mejor - Refunfuño muy ruborizado

Ambos Grindelwald se carcajearon al verlo tan ruborizado, se tranquilizaron y hablaron un poco más sobre la luna de miel.

- ¿Está segura de que funcionara, tía? - Le pregunto escéptico

- Tiene que, hijo - Suspiro innecesariamente- Si no lo hace tendremos que seguir con el plan hasta que logremos hacerlo de alguna forma

- ¿Tiene todo los ingredientes? - Alzo una ceja

- Todos, hace varios meses conseguí el último - Sonrió satisfecha- No sospechan nada, más ahora que me case, con mayor razón creen sobre el gran muro de humo que hemos creado con ello, espero Bianchi no me decepcione

- Le puedo asegurar que no lo hará, tía - Asintió con seguridad- Mis hijos tuvieron la misma crianza que yo, así que están bien centrados en sus deberes y obligaciones

- Excelente - Se paro del sillón- Tengo que regresar a mi casa, mantenme informada de todo, falta poco para el gran momento

- ¿Aproximadamente cuánto? - Cuestiono parándose del sillón

- Una semana después de mi última boda y luna de miel - Rasco su cuello- Puede que, al día siguiente de finalizar la luna de miel, dependiendo como van las demás cosas en las demás sedes

- Estaré al pendiente entonces - Le aseguro- Todo saldrá perfecto, por el bien mayor...

- Por el bien mayor, hijo - Asintió- Nos vemos luego - Se despidió para aparecer en su habitación

Se rio al ver como Rosalie estaba sentada en su cama cruzada de brazos muy molesta, se acercó a ella para acariciar sus mejillas.

- ¿Qué te tiene así de molesta, mi amor? - Beso su frente delicadamente

- Kate - Espeto- Ella y su estúpida altanería

- Oh amor - Se rio más- Déjala disfrutar del momento, cuando sea el momento podrás cobrar la dulce y fría venganza - Beso sus labios castamente

En un movimiento rápido de la Hale, Astrid quedo acostada en la cama con ella encima besando y mordiendo el cuello mientras desabrochaba los tediosos botones del corset de la menor.

- Mía - Gruñó posesivamente cuando capturo los pequeños pechos de Astrid entre sus manos- Solamente mía

- Mmm, Rosalie - Gimió curveando su espalda- Eres tan posesiva - La agarro de la parte trasera del cuello para acercarla más- Me encanta, me pone tan dura

- Astrid - Jadeo cuando la otra mano la nalgueó de repente- Hueles delicioso - Ronroneo oliendo la excitación de la menor

- Por más que me excite todo esto linda - Cambio las posiciones- Tenemos que parar, no quiero estar ocupada haciéndote el amor cuando puedo convivir con todas

- No - Gruñó molesta amasando los pechos de Astrid perdida en la lujuria y los celos- Mía, solamente mía

- Te daré un orgasmo, pero sin tocarme - Aparto las manos de Rosalie poniéndola encima de su cabeza- Sé una chica buena o parare justo cuando vayas a venirte

Rosalie solo pudo asentir mientras se mordía el labio por las ansias, Astrid para estar más segura la amarro al cabezal de la cama con cuerdas mágicas, le quito la ropa y bajo directamente a su feminidad mientras sus manos amasaban sus pechos.

- ¡¡Sí!! - Gimió al sentir la lengua de la menor en su centro- ¡¡Justo ahí!!

- Sabes celestial, mi linda rosa - Ronroneo pasando sus dedos por la abertura húmeda de la mayor haciendo que se desespere- Veamos qué tan celestial te vez teniendo un orgasmo por mí - Ataco su abertura con esmero

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