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Esme estaba tan feliz y completa entre los brazos finos, pero fuertes de Arlette mientras bailaban una linda melodía que Renesmee estaba tocando junto a Edward.

Su rostro lo escondió en el cuello de Astrid embriagándose en su delicioso y suave aroma junto al de su perfume, la menor la tenía bien sujeta de su cuerpo mientras ella rodeaba su cuello.

Ronroneo al sentir el aroma de coco del cabello rubio cenizo de su pareja, paso sus dedos por el cabello de Astrid con tranquilidad, era tan sedoso y bien cuidado, quería poderlo acariciar y jugar todo el tiempo posible.

Un tierno y suave beso se posó en su hombro haciendo que ronronee más, sintió como las yemas de los dedos de Astrid empezaron a dibujar patrones sin sentido por su espalda mientras ladeaba su cabeza contra la suya.

- Hueles tan bien - Murmuro Astrid perdida en el aroma de la castaña- Hueles a naranja, galletas de mantequilla y... a shampoo de mandarina - Empezó a ronronear débilmente apegándola a su cuerpo

- Tú hueles a lavanda y a shampoo de coco - Murmuro Esme con los ojos cerrados disfrutando del momento

- Acondicionador, amor - Le corrigió con diversión- Mi acondicionador es de coco

Esme ronroneo complacida ante la aclaración aferrándose al fino cuerpo de Astrid sintiendo su cercanía al fin, después de tantas semanas sin que ella les prestara verdadera atención.

Ahora no llegaba a una hora especifica y se ida en otra, ahora estaba todo el tiempo por la casa, solo salía a seguir la caza de los mortifagos junto a Harry, Ron y el resto de aurores.

Los acólitos llegaban en vez en cuando como normalmente aparecían en la sala, se iba con ellos y regresaba. Ya no hablaba de forma tosca y fría con ellas, ahora era tan suave y atenta, que las hacia ronronear con solo unas palabras.

Sus ojos bicolores tan fríos y vacíos ahora eran tan suaves y llenos de devoción absoluto, eran tan lindos cuando algunas de ellas llamaban su atención y empezaban a brillar mientras sus pupilas se dilataban.

- ¿Alguien más quiere bailar? - Les ofreció su mano mirándolas a todas

Las Denali rápidamente se empezaron a empujar y jalar entre ellas para ver quien iba ahora, Emmett, Garret y Astrid se rieron ante sus comportamientos infantiles.

Las Cullen se miraron, asintieron como si se leyeran la mente, sacaron una mano para jugar Piedra, papel o tijeras, otra vez los tres se rieron aún más.

- Son unas niñas - Se burlo Renesmee para agarrar la mano de Astrid que aún estaba tendida

- Oh, pero mira - Sonrió con diversión- Tenemos una ganadora - Beso su cabellera- Una linda ganadora, mi linda princesa es momento de bailar

El resto refunfuño cruzándose de brazos mirando con recelo e indignación que una niña se burlara de la forma que tomaban sus decisiones.

La risita de Renesmee llego a sus oídos cuando Astrid empezó a hacer que bailaran un poco más exagerado creando que el baile fuera más cómico, la rubia sabía que esa pequeña castaña con mejillas regordetas y rosaditas, era su perdición, pero una muy tierna.

- Bien, mucho baile - Dicto al verla demasiado sonrojada por la risa- ¿Ya se decidieron, mis amores? - Todas ronronearon ante el apodo lindo- ¿Qué dices Rosalie? ¿Bailamos? - Le tendió su mano mientras hacia una reverencia ante ella

- Será un placer - Agarro la suave y firme mano de Astrid

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Carmen estaba en las piernas de Astrid siendo abrazada con posesividad mientras esta leía un libro, la azabache estaba con su cabeza recostada en el hombro de la menor escuchando la lectura con los ojos cerrados.

Esme estaba afuera por el trabajo al igual que Carlisle, eran los únicos que salían de forma más frecuente al pueblo por ello, el resto se quedaba como los adolescentes o trabajaban desde casa como Eleazar y Carmen.

El jadeo de Alice llamo la atención de todos los presentes en la sala o cerca, Edward rápidamente entro en la mente de la pequeña para saber que pasaba en su visión.

- ¿Qué viste, cariño? - Le pregunto Astrid confundida por su rostro preocupado

- Los humanos ahora si están sospechando sobre la edad de Carlisle y Esme - Les dijo preocupada- Más que ahora tendríamos que irnos a la universidad como los adolescentes que según somos

- Tendremos que irnos si o si esta vez - Le dijo Emmett mirando a su hermana- Empezaran a notar lo mismo con nosotros

- Pero no podemos irnos - Le dijo Bella con el ceño fruncido- Renesmee es la pareja de Jacob, no pueden separarse - El gruñido de Astrid llamo la atención de todos

- ¿El perro es pareja de mi princesa? - Le pregunto celosa- Es imposible

- Él se imprimo de ella, es un lazo más allá que un lazo de parejas - Le explico Edward mirando su reacción- Con el tiempo ira evolucionando hasta que se desarrolle al romanticismo, así como tú lazo con el de ella

- No - Gruñó molesta dejando a Carmen en el sillón- Imposible - Desapareció unos minutos para volver a aparecer con Jacob sangrando de su labio inferior mientras lo sostenía de su camisa- ¡¡Diles maldito perro sarnoso!! ¡¡Diles la verdad!! ¡¡Diles como les mentiste a todos ellos maldita sabandija de pacotilla!! - Le exigió furiosa

- ¿Mentirnos? - Le pregunto Bella confundida mirando a su mejor amigo- ¿Qué hiciste Jacob?

- Me... imprimí de alguien más - Le dijo adolorido- Lo estuve de Renesmee al principio, pero llego una adolescente nueva en la reserva y paso - Agacho la cabeza- La imprimación con Renesmee se rompió desde hace semanas

- ¿Desde cuanto exactamente? - Le pregunto molesta

- Desde... - Miro a Astrid negándose a hablar

- Crucio - Murmuro mirándolo con rabia

- ¡¡NO!! - Grito fuerte sintiendo el dolor en su cuerpo- ¡CUANDO GOLPEARON A ASTRID! ¡PARA! ¡DUELE! - Jadeo por aire cuando Astrid lo soltó deshaciendo el maleficio de su cuerpo- Perdón - Miro a Bella- No quería que se fueran, no quiero

- Eso ya no es asunto tuyo, perro - Espeto Rosalie- Dejo de hacerlo desde hace semanas

- Si me disculpan, iré a torturarlo un poco más y regresare - Les dijo Astrid con una tranquilidad aterradora

- No - Negó aterrorizado- No dejen que me... ¡¡Ahhh!! - Grito cuando el hueso de su pierna izquierda fue rota

Cuando Carmen quiso interferir había sido demasiado tarde, la rubia se había ido de nuevo, los ojos de Bella eran negros de la furia, su mejor amigo le había mentido varias semanas y lo más seguro que jamás le iba a decir aquello.

Su pequeña estaba conviviendo más con él innecesariamente, salió de la casa furiosa siendo seguida por Edward, el resto permaneció en silencio recapitulando en sus mentes que había pasado tan rápido.

- ¿Cómo supiste sobre Jacob? - Le pregunto Alice apenas la rubia apareció en la sala nuevamente

- Legeremancia - Le contesto con simpleza- Es el acto de navegar a través de las muchas capas de la mente de una persona o como ustedes lo conocen, leer la mente - Le explico ante su rosto confuso- Pero a diferencia del don de Edward, nada puede ser oculto ante este hechizo, excepto cuando usan la Oclumancia que cerrar la mente de la persona

- ¿Cómo un escudo? - Le pregunto Tanya

- Exacto, es como un escudo mental - Asintió Astrid- Por más que intentes pensar en otra cosa, nada será oculto, lo poder ver todo sin problemas y el perro no fue la excepción, al no ser un mago pude indagar en su mente sin que se diera cuenta

- ¿Cómo diste con él? - Le pregunto Irina alzando una ceja

- Por los pensamientos de Renesmee, supe dónde y cómo era su casa - Le restó importancia- También donde va por si no lo encontraba en su casa, lo encontré en la Push junto a los demás perros, se los entregué inconsciente por el dolor, ahora deben estar curando sus huesos rotos... ¿Qué? - Les pregunto al ver sus rostros incrédulos- Nadie se mete con mi bodoque y sale intacto

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