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Las integrantes del clan Cullen estaban muy ansiosas, querían completar el lazo con Astrid tanto como ya lo habían hecho sus primas, estaban celosas de aquello, pero no podían hacer mucho, aunque tenían la opción de seducirla.

El mundo no les permitía aquello, ya que siempre lo intentaban, algo se los impedía, ya sea la llegaba de alguno de los acólitos de Astrid, la llegada de Renesmee acaparando toda su atención o la llegaba de Pansy, como ahora.

Veían como la castaña observaba sus uñas con gran interés ignorando a cada una de ellas, Astrid se había ido a su habitación designada para cambiarse dejándola sentada en la sala, justamente en su sillón.

- ¿Cómo me veo? - Hablo Astrid haciendo que dejen de ver a la castaña

- Hermosa - Murmuraron ellas embellecidas ante su presencia

- Siempre batallas con tus túnicas, querida - Le dijo Pansy acercándose a ella para acomodársela- Pero te vez perfecta - Le sonrió coquetamente

- En realidad le preguntaba a Renesmee, pero me sirve sus opiniones - Miro a la menor que se acercó a ellas- ¿Es cierto lo que dicen?

- Sí - Asintió eufóricamente- Muy hermosa, pero no me gusta ella - Le dijo con recelo por su don

- Piensas igual que tu madre - Negó con diversión- Vengo dentro de unas horas o hasta mañana, dependerá de cómo vayan las cosas - Se agacho para besar castamente su melena castaña

- De hecho, no vendrás por unos días - Intervino Pansy mirando con desagrado a niña- Tenemos un viaje que realizar, querida

- Cierto - Rodeo su cintura con su brazo haciendo que ellas gruñan- Entonces hay que apresurarnos, nos vemos dentro de unos días - Se despidió del resto para desaparecer de la sala

- Esa estúpida niña - Gruñó Rosalie hirviendo en celos recordando su descaro con Astrid

- Lenguaje - La regaño Esme apuntando con su mirada a Renesmee

La rubia resoplo para irse a su habitación maldiciendo de mil formas a Pansy, las Denali estaban igual, pero en sus mentes, ya que no querían meterse en problemas con Carmen y Esme por sus lenguajes enfrente de la menor.

- ¿Para qué me reviviste si solo hiciste que tuviéramos sexo y no hables con nosotras? - Le reprocho muy molesta apenas apareció la menor

- Buenas tardes igual a ti Irina - Le dijo con ironía alzando una ceja- No deberías reprocharme nada, yo te traje a la vida, yo y nadie más, ni tu estúpido hombrecito llamado Laurent - Se sentó en su sillón

- ¿Cómo sabes de él? - Le pregunto confundida

Ella hasta donde sabían nadie había nombrado o hablando de él desde hace meses atrás cuando fue la boda de Edward y Bella.

- Te he de recordar que tengo tantos informantes - La miro con burla- Sé todo lo relacionado con ustedes, hasta de Sasha y Vasili, nada se me escapa cuando se trata de ustedes, linda

Irina la vio con desconfianza, le daba terror lo que su pareja podía saber o hacer con tanta información de todos ellos.

>> No me mires así, corazón - Se levanto de su sillón acercándose a ella- No tienes que desconfiar de mí, mucho menos pensar esas cosas - Acuno la cara de Irina con suavidad- No les haré daño, a ninguna – Le aseguro

Astrid acerco su rostro, acaricio su nariz contra la de ella para por fin besarla, las manos de Irina fueron rápidamente a la cintura de la menor acercándola a ella.

La menor dejo de acunar la cara de Irina para rodear su cuello con sus brazos profundizando en el beso, Irina ronroneo ante lo tranquilo y profundo que era el beso, la beso con mayor intensidad tratando de transmitirle sus sentimientos.

- Que lindas - La voz varonil de Jon hizo que se dejaran de besar

- Hermano - Se separo por completo de Irina- ¿Qué te trae por aquí?

- La sede de Francia fue atacada, pero lo solucione - Le contesto sin dejar de mirar a Irina- Pero por lo visto, tenías otras cosas más importantes, creo que es mejor que hables después - La miro

- No - Le dijo rápidamente- Vayamos a la sede - Se acerco a él para que ambos desaparezcan de la sala

- ¿Estás jugando con ellas al patán aun? - Le pregunto sin rodeos

- No juego a nada - Le respondió entre dientes- Querías que aceptara a mis parejas y eso hago

- Puedo ver tus verdaderas intenciones, Collete - Se cruzo de brazos- Solo dime si lo haces, si juegas con ellas

- No lo hago - Le aseguro- No podría jugar con ellas, aunque mis ansias por hacerlo me maten, no puedo hacer nada contra ellas, simplemente no puedo

- Tienes miedo - Le dijo mirando su tic nervioso- Miedo a todo lo que ellas te hacen sentir, miedo a que ellas cambien todo, tal y como la profecía lo dice

- Sí, tengo miedo - Miro el suelo- Miedo a que todo lo que hemos creado se vaya al carajo solo por esas mujeres, tengo miedo a que todo cambie solo porque ellas puedan tener el control de mí

- La niña - Astrid lo miro- Esa niña, ya te tiene a su control, haz algo a cambio o tus miedos se harán realidad - Paso a su lado

Astrid apretó su mandíbula con fuerza para seguirlo, no podía decirle nada ya que él tenía razón, aquella pequeña la tenía entre sus manitas, nunca pudo decirle que no y ahora que eran más cercanas, menos podía hacerlo.

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Cuando apareció de nuevo en casa de los Cullen fue directo a la pequeña casa de Bella con Edward, al entrar noto que el cobrizo no estaba dejándola sola.

- ¿Qué haces? - Le pregunto Bella confundida al verla arrodillarse ante ella

- Tenías razón - Agacho la cabeza- Tú y las demás tenían razón, perdóname por ser tan imbécil con ustedes, fui una patán como dice mi hermano, fui injusta y dura con ustedes desde el primer segundo de conocernos, no fui buena compañera, las traté mal y negué toda relación con ustedes - Alzo su mirada topándose con los ojos dorados de la menor

>> Me cerré tanto ante ustedes, les hice daño por ello y por involucrarme con alguien más, me arrepiento de todo, debí ser mejor pareja para todas ustedes, pero tengo miedo, miedo a todo lo que me hacen sentir, miedo a que la profecía se cumplía y mi objetivo de nacer no se cumpla

- ¿Qué objetivo? - Le pregunto Bella con curiosidad

- El bien de todos - Frunció sus labios- Jon y yo solo fuimos concebidos para concluir todo lo que mis padres deseaban, solo nos criaron para ello, el amor que nos daban era para mantenernos fiel en aquello sin que alguien o algo nos haga doblegar

- Tendrás que hablar con el resto - Se cruzo de brazos- Demostrarnos que en verdad estar arrepentida y solo hasta entonces veremos si perdonarte o no

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