Naruto se quedó en shock por un momento. Cuando sintió las temblorosas y suaves manos de la ojiverde sobre su duro eje regresó en sí. Ella lo miraba a los ojos con la boca entreabierta, sus pechos subían y bajaban algo agitados y sus rosadas mejillas eran prueba de su vergüenza y coraje.

— Yo… ¿Puedes mostrarme como hacerlo? — Pidió sin atreverse a mirarlo a los ojos.

— Sakura… — Era tan condenadamente tierna. — No es necesario que lo hagas, puedo tomar una ducha fría y-

— Quiero hacerlo. — Lo miró. — Por favor.

Había algo en su mirada que no podía hacer que la rechazara. Además, el también deseaba su toque. Le sostuvo la mirada mientras con sus manos tomaba las de ella para guiarlas en la altura y posición adecuada. Podía sentir su nerviosismo, sus manos eran cálidas pero temblorosas. Un escalofrío lo recorrió ante tal contacto, muchas veces había deseado sentir sus manos sobre él, acariciándolo.

— Sostenlo con firmeza pero sin apretar demasiado — Dijo con voz profunda.

— ¿Así? — Preguntó ejerciendo algo de presión.

Era una sensación extraña, su pene estaba duro pero suave al mismo tiempo. Como si un metal estuviese forrado con seda o terciopelo. El rubio cerró los ojos y gimió bajo.

— Justo así — Exhaló el aire por la boca. — Ahora mueve así las manos — Aún tenía las suyas sobre las de ella, comenzó a deslizarlas desde la base hasta la punta de su duro y necesitado miembro. — Primero despacio y después aumenta la velocidad de a poco.

— D-De acuerdo — Balbuceó. — Lo intentaré. — Apartó las manos de él.

Cogió aire para agarrar valor y comenzar con su tarea. Quería complacerlo tanto como el lo hacía con ella, no podía quedarse atrás, su falta de experiencia en esos actos no era excusa para no tener la iniciativa, quería aprender, saber que le gustaba y complacerlo. Era su turno de conocer un poco más a su novio.
Naruto descansó una de sus manos sobre el hombro de su chica mientras apuñaba la otra. Las sensaciones y tímidas caricias que ella le estaba dando a esa parte de su cuerpo lo estaban enloqueciendo.

— Oh Sakura, lo haces muy bien, cariño — La animó echando la cabeza hacia atrás.

Sus ojos se abrieron de golpe al sentir un cálido aliento sobre la corona de su glande. Bajó su vista a ella contemplando el momento exacto cuando ella dio una lengüetada sobre el para después meter la punta a su boca sin dejar de mover sus manos. Un gruñido escapó de sus labios. La miró a los ojos y ella a él. La pelirrosa notó lo oscuros y nublados que estos estaban, sus pupilas completamente dilatadas y la expresión de un depredador se reflejó en sus facciones.

— Sakura… — Llamó haciendo que ella se detuviera.

— Si no te gusta corrígeme, por favor, quiero complacerte. — Dijo con timidez

— Me encanta —  La tomó suavemente del cabello. — Tú me encantas.

Esa era la confirmación que ella quería para seguir con su trabajo. Metió un poco más a su boca para juguetear su lengua en la tensa longitud. Debía recordar todos y cada uno de los consejos que su amiga, la rubia, le había dado. Comenzó a chupar y enroscar su lengua mientras mecía su cabeza hacia adelante y atrás sobre el duro pene de su novio.
Quitó una de las manos para introducir un poco más de su eje a su boca, pero cuando tocó la parte posterior de su garganta una pequeña arcada se hizo presente haciendo a su vez que sus ojos se pusieran llorosos.

— Tómalo con calma, pequeña — Dijo él masajeandole el cabello.

Sakura hizo caso omiso a sus palabras. Quería complacerlo. Se acomodó mejor en la cama, posó la mano libre sobre el colchón y se sentó sobre sus piernas. Una posición bastante erótica. Aumentó la fuerza y la presión con su mano al mismo tiempo que lo hacía con su boca. Chupaba con más y más fuerza mientras su cálida y escurridiza lengua se paseaba por todo él. Recordó el consejo de su amiga, sacó la lengua y de este modo metió más el miembro en su boca, era algo complicado porque era grueso y grande, ni sus dos manos lograban abarcar toda su longitud pero quería satisfacerlo. Un gemido salió de los labios del rubio ante la grata sensación.

— Ah… Sakura, me estás volviendo loco. — Dijo con la mandíbula tensa entre jadeos.

No quería mecer sus caderas contra su boca, ella era nueva y no quería lastimarla o incomodarla. Además, ella lo estaba haciendo bastante bien. Lo chupaba y lamía de una manera exquisita. Estaba disfrutándolo bastante.

La pelirrosa aumentó la velocidad de sus movimientos tanto que el rubio apretó los ojos con fuerza antes de volver su vista a ella. Jadeaba sin control, sentía que su liberación estaba acercándose. Lo estaba retrasando tanto como podía, quería disfrutar un poco más de la dulce boca de su chica. La pelirroja también jadeaba y gemía cada tanto siendo música para los oídos del ojiazul.
Eso y la esplendida vista que ella le daba. Seguía estando desnuda y el modo en el que se encontraba sentada sobre la cama era digna de admirar, su seductor y exquisito cuerpo era un delirio para cualquiera, tenerla desnuda era solo un privilegio que él podía tener. Su espalda arqueada resaltaba su figura, generosas caderas y su gran trasero, sus pechos también se movían al ritmo de su cabeza, los rosados y erguidos pezones danzaban con ellos.

— Cariño, estoy por terminar, apártate. — Ordenó tensó mirándola a esos hermosos y vidriosos ojos verdes.

Sakura en lugar de hacerlo chupó y movió la cabeza con más fuerza. Naruto gruñó y gimió antes de enredar entre sus dedos el cabello de su novia y apartarla con un rápido tirón cuando lo alcanzó su liberación. Chorros de su cálido semen salieron antes de que apartara por completo la boca de la pelirrosa haciendo que parte cayera adentro y el resto sobre sus pechos.

— Agh… Sakura — Gimió por lo bajo con voz ronca.

Cuando sus sacudidas se detuvieron la ojiverde se acercó a su miembro nuevamente y comenzó a lamerlo de arriba abajo con entusiasmo ante la atenta mirada de su novio.

— ¿Qué haces, dulzura? — Preguntó el rubio gimiendo sin poder recuperarse debido a la nueva acción.

— Lo mismo que tú haces conmigo — Lo miró a los ojos sonriendo. — Te estoy limpiando.

El chico se puso en cuclillas para estar a la altura de ella quien se encontraba inclinada sobre sus manos a la orilla de la cama. Una gota de su semilla escurría por la comisura de sus labios. Él con el pintar la quitó pero antes de alejar su mano ella la detuvo para llevar su boca hasta su dedo y chuparlo de una manera muy sensual. Podía sentir la cálida y juguetona lengua sobre la llena de su dedo, estaba haciendo lo mismo que le había hecho allá abajo momentos antes. Tenía ganas de tumbarla sobre su espalda y hacerla suya pero ninguno, especialmente él estaba en condiciones de hacerlo.
Cuando finalmente lo soltó retiró su boca y se relamió los labios con los ojos cerrados.

— Tú también eres delicioso — Dijo con voz melosa.

— Nunca como tú, cariño mío — Dijo antes de besar su frente y partir en dirección al baño

Regresó con una toalla húmeda entre sus manos y comenzó a limpiar los fluidos del cuerpo de Sakura.

— ¿No sería mejor tomar un baño? — Sugirió ella.

— No quiero, hace frío. — Se quejó con ojitos de perro. — Lo tomamos temprano, ¿qué opinas?  Así nos mantenernos calentitos por ahora.

Sakura rodó los ojos mientras negaba con gracia pero finalmente accedió. Se tumbaron juntos, Naruto recostado sobre su espalda y Sakura boca abajo sobre el pecho de él. Uno de los brazos del rubio estaba bajo su cabeza mientras que el otro sostenía a Sakura frotándole su espalda. La ojiverde levantó la vista, Naruto veía el techo con una sonrisa sobre su rostro pero cuando sintió la mirada de su novia la miró, ella también sonreía.

— Te amo — Dijo ella. El chico alzó las cejas.

— No más que yo a ti. — Objetó él.

Besó la frente de su novia antes de que ambos cayeran en un plácido sueño, lo necesitaban, había sido un día bastante activo.

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Bueno, bueno.

Espero que les hayan gustado los capítulos. Aún estoy en duda sobre actualizar el próximo viernes (es 24 👀) ¿Qué opinan? ¿O lo dejo para el domingo 26?

Espero sus respuestas 👀

¡Los quiero? ꒰⑅ᵕ༚ᵕ꒱˖♡

Z.R. 🌸