CAPÍTULO XXVII. Despertó.
Naruto volvió a limpiar a Sakura con la toalla húmeda, esta vez conteniendo el deseo que sentía pues era consiente de la situación en la que ella se encontraba. Le colocó la otra bata y la llevó hasta el sofá para cambiar la ropa de cama. Una vez hecha su labor volteó su vista a la pelirrosa, quién se encontraba dulcemente dormida con las piernas cruzadas sobre el sofá y la cabeza apoyada sobre su hombro.
Se acercó para tomarla entre sus brazos y recostarla en la cama de hospital. Ella se removió aún dormida entre sus brazos, estuvo tentado a mantenerla ahí, entre sus brazos, pero sabía que lo ideal era dejarla en algo más cómodo.
Con cuidado posó su cuerpo sobre el colchón y le acomodó las almohadas para que quedara lo más cómoda posible.
Estaba notablemente más tranquilo, ya la tenía a su lado. Quitó de su mente el escenario catastrófico que había imaginado y tomó la posición que tenía antes de que ella despertara, pero esta vez con la seguridad de que nada le pasaría mientras él estuviera con ella. Aún debían hablar sobre lo ocurrido pero no quería atormentarla.
Intentó dormir pero no lo consiguió, quería saber que es lo que había pasado exactamente, qué le habían hecho, si la habían amenazado o cualquier cosa. Solo habían logrado acabar con tres de los cinco atacantes. Si bien, las posibilidades de que se acercaran eran mínimas porque estaban en desventaja no conocía sus verdaderas intenciones y no podía permitir que volvieran a atacar a su novia.
- Te protegeré con mi vida, lo prometo.
Sin darse cuenta de la hora la luz del sol comenzó a filtrarse por la ventana, podía sentir la calidez sobre su espalda. Se incorporó para cerrar las persianas pero en cuanto estuvo de pie viendo a su chica notó que aún tenía unos leves hematomas en su preciosa piel. No era nuevo verla así, pero nunca le gustó esa vista, ella lastimada...
Negó con la cabeza, vio la hora, ya eran casi las ocho de la mañana. El médico debía llegar a las nueve, la dejaría descansaste hasta entonces.
Comenzó a cerrar las cortinas, cuando golpeó accidentalmente el taburete haciendo que callera un florero decorativo.
- Mierda... - Dijo en voz baja al escuchar el estruendo del objeto impactándose contra el piso.
- ¿Desde cuándo eres tan mal hablado? - Sentenció una voz soñolienta a sus espaldas.
Dio la vuelta para encarar a la portadora de lo que para el era el mejor sonido de todos. La miró algo apenado por despertarla y por la palabrota, se llevó la mano a la nuca y comenzó a acercarse a ella.
- Sakura... Te desperté - Dice lo obvio.
- No te preocupes - Una leve risita escapa de entre sus labios - ¿Estás bien? ¿Qué fue ese ruido?
- Tiré accidentalmente un florero - Dirige su mirada al objeto, se acerca y lo toma entre sus manos - Afortunadamente no se rompió. Pero tendré que limpiar el desastre. - Hace una mueca de desagrado al ver el agua y las flores esparcidas en el piso.
- ¿Esas flores son tuyas? - La sonrisa en su rostro se ensanchó.
- No, las trajo Hinata para ti - Respondió con tranquilidad. Sakura se tensó enseguida. - Ha estado muy pendiente de ti, aunque a nadie, excepto yo, se le permite ingresar a tu habitación. Ella ha querido cuidar de ti, incluso ha traído algunas golosinas para pasar el rato. ¿Quieres una? Las he guardado todas para ti, sé que te gustan los dulces...
Naruto continuó hablando pero ella no le escuchaba. «Ha tenido el descaro de venir a buscarme» Pensó. No sabía si decirle a Naruto la situación, al parecer Hinata había compuesto las cosas a su favor. Antes debía hablar eso con Ino, no quería hacer un escándalo.
- ... Temari tiene sus dudas pero Hinata es una muy buena persona. Sería incapaz de dañar a alguien, ¿no lo crees? - Terminó el rubio con la interrogante.
¿Eh..? Pues... Ella la verd- - No pudo terminar pues la puerta de la habitación se abrió de un portazo.
- ¡¿CÓMO ESTÁ LA PACIENTE?! - Gritó el doctor entrando con desesperación. Enseguida vio a Sakura despierta sobre la camilla. - ¡Despertaste! ¿Cómo te sientes? ¿Te duele algo? ¿Tienes mareos, asco, dolor de cabeza? ¿Puedes moverte? - Fue bombardeada con una serie de preguntas que ni siquiera le dejaban responder. - ¡Dios, había pensado lo peor! - Dijo pasando una mano desde su frente hasta su cabello.
- ¿Pasa algo malo? - Naruto se había asustado con la alterada aparición del médico.
- ¡Eso mismo pensé yo! Llegué hace diez minutos y con lo que me encuentro es que el médico de guardia se durmió y esta paciente presentó un incremento bastante elevado en su presión arterial y latidos cardíacos por la madrugada, como si hubiera corrido una maratón, y después de eso, ¡ya no había signos!
- ¿Cómo...? - El rubio no entendía la situación, lo contrario a la pelirrosa que estaba frente a ellos.
- Esto... Es que anoche me desperté muy alterada por una pesadilla... - Los dos voltearon a verla con el seño fruncido. Ella estaba roja de vergüenza.
Posó sus ojos en el rubio para ver si captaba el mensaje de sígueme-la-corriente pero el seguía sin captarlo. Aprovechó que el sujeto que estaba ahí posó su vista sobre Naruto para así ella hacer una expresión de obviedad tipo mímica para que lo entendiera. Para su fortuna el chico pareció captarlo.
- Oh... Sí... Ella tuvo una pesadilla - Dijo volteando hacia el doctor no muy seguro de lo que decía. Era obvio que el incremento era por la acción de la madrugada.
- Menos mal, eso es un alivio. - Suspiró con tranquilidad- ¿Cómo fue que se desconectó el sensor de tu cuerpo?
- Debí quitármelo entre sueños, a veces hacia eso sin querer cuando regresaba de una misión difícil. - Sonrió cerrando los ojos, no se atrevía a verlo a la cara o sabría que era mentira.
- Menos mal, pensé que había sucedido una desgracia, ¿cómo te sientes ahora?
Después de interrogarle sobre su estado de salud el médico dijo que le harían un par de exámenes para estar seguros. Sakura quería oponerse pero ese no era el hospital de su aldea, por lo tanto no podía contradecir al personal a cargo en cuanto al cuidado con sus pacientes.
Le pidieron a Naruto que esperara afuera mientras la examinaban. Él no quería dejarla sola pero sabía que no había otra opción.
- Descuida, solo es su protocolo. - Le calmó su novia. - Aprovecha para comer algo y de paso tráeme un postre, pero no le digas a nadie, creo que no tengo indicado ninguno. - Le Susurró eso último en el oído.
- Muy bien, Sakura-Chan, lo que ordenes. - Dijo sonriendo.
Salió de la habitación y se encontró con Ino y Kankuro, ese último también permanecía al tanto de Sakura. No tenía permitido entrar pero se quedaba afuera toda la noche. Se preguntaba si había escuchado algo de lo que había sucedido la noche anterior, esperaba que sí.
- ¡Naruto! Escuchamos los gritos del médico, ¿qué le ocurre a Sakura? - Preguntó una muy asustada rubia.
- Tuve que retirarme a la media noche por una emergencia- Comenzó el castaño- Vengo llegando y encuentro un alboroto, disculpa mi ausencia.
Por más que a Naruto le molestara las atenciones que Kankuro mostrara con su novia no podía evitar estar agradecido.
- Tranquilos, todo está bien, Sakura ya despertó - Dice con alegría y tranquilidad. - Creo que todo está bien, solo necesita descansar. Le harán algunos exámenes y pruebas por protocolo.
- ¡¿En serio?! ¿Puedo verla? Ni siquiera le he agradecido lo que hizo por nosotros - Dijo al borde del llanto.
- Tranquila, ya habrá tiempo para eso, debemos hacer algo especial. - Él ya había pensado en algo- No creo que te dejen verla ahora, pero te puedo decir con sinceridad que se ve bastante bien.
- ¡Qué alegría! - Dijo la rubia dando un brinco mientras daba diminutos aplausos- ¡En cuanto lleguemos a la aldea pondré manos a la obra!
- Eso suena bien, yo también necesito agradecerle todo lo que ha hecho. - Añadió el rubio sonriendo con añoranza.
- Bueno, entonces se lo comunicaré a Gaara - Comenzó a hablar Kankuro - Debemos iniciar la investigación para atrapar a los dos que lograron escapar. Además, aunque no quiero agobiarla necesitamos el antídoto con urgencia.
- Yo les avisaré a los demás, Temari también estaba preocupada.
Después de eso ambos dieron la vuelta y se alejaron dejando al rubio solo en el pasillo, estaba por irse cuando salió el doctor de la habitación.
- Señor Naruto, que bueno que lo veo - Dice acercándose - La señorita se ha quedado dormida, al parecer ya no corre peligro. Puede informarle a sus amigos que pueden visitarla más tarde cuando despierte. Quedamos pendientes. - Sin más dio media vuelta y se fue por el pasillo.
Naruto se dirigió a la puerta a darle un último vistazo a su chica antes de partir por lo solicitado. Abrió la puerta y la vio dormida ahí, a los ojos de cualquiera parecía un ángel. Con sumo cuidado cerró la puerta dispuesto a salir para llevarle muchos dulces y postres.
Con ese pensamiento salió del hospital, no era la primera vez que iba a Suna, ya sabía a dónde acudir.
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¡Hola chicos!
El capítulo de hoy, ya es algo tarde pero aquí está.
Mañana les traigo el otro ✋🏻
¡Gracias por leer, los quiero! ꒰⑅ᵕ༚ᵕ꒱˖♡
Z.R. 🌸
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