Estaba por volver a hacer la pregunta cuando el cerrojo de la puerta se escuchó tras de ella, giró la cabeza para notar como la puerta se abría dando paso a alguien.

—         ¡SAKURA! ¡NOS TENÍAS TAN PREOCUPADOS — Gritó Ino entrando por la puerta seguida de Shikamaru y Temari. Corrió hasta su amiga y se lanzó a sus brazos.

—         Hola Ino. Tú también me diste bastantes problemas, creí que te perdía — Le responde devolviéndole el abrazo con cariño.

—         Nunca había visto a Naruto tan preocupado — Exclamó Temari con una sonrisa.

—         Gracias por salvarnos, eres la mejor médico de todas — Se separó de ella para limpiar sus lágrimas.

—         Deja de llorar, siempre tan dramática — Soltó con los ojos llorosos.

—         Tú también estás llorando, tonta — Exclamó la rubia.

—         ¡Tú me lo contagiaste! — Le dio un leve golpe en el hombro.

Los presentes estaban entretenidos con la cómica escena de las dos chicas, si no fuera porque físicamente casi no se parecen cualquiera diría que eran hermanas.

—         Me alegra que estés mejor, Sakura. — comenzó el Nara con una sincera sonrisa. — En cuanto te sientas más recuperada nos gustaría tu apoyo para cumplir con la misión. Ino intentó hacer el antídoto pero solo consiguió amortiguar los síntomas.

—         ¿Es en serio, Shikamaru? — Dijo el rubio con algo de molestia— ¡Apenas va despertando y ya la quieres poner a trabajar!

—         Pues… En la madrugada di una vuelta por aquí ya que Kankuro tuvo una emergencia y los escuché conversar muy animadamente — Soltó con una media sonrisa en señal de complicidad. — Supuse que ya se encontraba mucho mejor.

—         Este… Pues… — Naruto no sabía ni que decir. Mil colores subieron a sus mejillas al igual que a las de la ojiverde.

—         ¿O sea que tú ya sabías desde antes que ella había despertado? — Lo interrogó su excompañera de equipo, él solo se encogió de hombros.

—         Por la tarde iré al laboratorio— Todos voltearon a ver a la pelirrosa, quería desviar la atención del rubio antes de que dijera una tontería — De hecho ya tengo las equivalencias marcadas, tuve que hacerlo antes.

—         ¿A qué te refieres? ¿Les diste el antídoto así tan fácil? — Habló la pelinegra con fingida conmoción, la haría quedar tan mal como pudiera.

—         ¡¿Qué?! ¡Claro que no! — Objetó Sakura fulminándola con la mirada— Eh… Bueno, uno de ellos intentó matarme con el veneno — Dijo en un susurro apenas audible, levantó un poco la bata para mostrar los ligeros moretones y marcas de agujas que tenía sobre la piel.

—         ¡¿QUÉ?! — Gritaron los presentes al unísono. Todos excepto la Hyuga quien lamentaba que no lo hubiesen logrado.

—         Fue algo apresurado… Pero lo conseguí. — Dijo con algo de orgullo.

Naruto apartó a Hinata para acercarse a ver la pierna de la ojiverde. «Entonces esas eran las marcas que tenía» El dolor invadió su corazón, la culpa le golpeó con fuerza. Debió protegerla, no podía ni quería imaginar una vida sin su hermoso cerezo, eso era su culpa. Siendo uno de los ninjas más fuertes y poderosos había cometido un grave error, bajar la guardia, y le había salido bastante caro. Una pequeña parte de su corazón, lo que no era culpa, estallaba con orgullo. Su chica era fuerte e inteligente, había logrado salvarse sola una vez más. Le partía el corazón solo imaginar lo que había sufrido y por lo que había tenido que pasar.

La abrazó con fuerza tan de repente que la ojiverde se desconcertó por un instante. Él hundió la cabeza en el cuello de su novia. Ella estaba prensada entes sus brazos, el la tenía sujeta sobre los de ella así que solo pudo posar sus manos a los costados de este.

—         Perdóname, Sakura-Chan, te prometo que nada volverá a pasarte mientras yo tenga vida. — El dolor y la culpa eran perceptibles en su voz.

El resto de los presentes se miraron entre sí. Solo Shikamaru e Ino sabían más o menos lo que estaba pasando entre ellos. Hinata sabía cuánto se preocupaba Naruto por sus amigos y en general por todas las personas pero ese comentario había sonado muy intenso e íntimo. Por un segundo cruzó por su mente el que ellos dos definitivamente tenían algo más que una amistad, pero recordó lo que Sakura le había dicho. Le ayudaría a tener un momento de intimidad con el rubio. Tal vez descubrió que lo que le había hecho era por celos, y ahora intentaba tenerla feliz para que no atentara nuevamente en su contra. Después de todo no era tan tonta, sabía que si ella era feliz con el chico que amaba los demás podían hacer con su vida un papalote y por ende, ella los dejaría en paz. Además, hacía años que estaba loca por el Uchiha, al parecer no lo superaría nunca.

Al fin y al cabo si la pelirrosa hubiera muerto no sería la primera en hacerlo para que ella obtuviera lo que quería, Neji estuvo obligado a cumplir también con su deber. Pensó que eso bastaría para que Naruto se sintiera en deuda con ella pero no fue así, aunque no le gustase tendría que esforzarse más. Afortunadamente ahora sí tenía la aceptación de su padre y de todo el clan para estar con él. Era algo que había querido desde pequeña aunque nunca tuvo el valor para acercársele o apoyarlo o incluso acompañarlo en su soledad, su familia lo veía como una escoria, obviamente complacer a su familia fue más importante en ese entonces, por eso no hizo ni el intento.

Afortunadamente eso había cambiado cuando Naruto se convirtió en el héroe de la aldea y el mundo, él era el prospecto ideal.

Finalmente el ojiazul se apartó de Sakura no sin antes depositar un beso en su frente. Todos miraban embelesados la escena. No era un secreto que la amaba como algo más que una amiga, lo curioso de la situación era que la pelirrosa no se oponía a los mimos, cosa que antes resultaba en algún golpe hacia el chico.

—         Bueno, bueno. — Habló el Nara— Por más que me gustaría seguir conversando con ustedes, aún quedan asuntos pendientes por resolver. Igual deberíamos dejar a Sakura descansar un poco más para que en cuanto todo se solucione podamos volver a la aldea.

Todos estuvieron de acuerdo, le entregaron a la ojiverde unos pequeños presentes, posteriormente uno por uno fueron saliendo. Ya solo quedaba Hinata y Naruto como compañía, el rubio no entendía porque ella aún no se iba.

—         Hinata, ¿necesitas algo más? — Cuestionó el ojiazul. — Te ves algo tensa, deberías descansar.

—         Amm… S-Sí Naruto-Kun, tienes razón. — ¿La estaba corriendo? — ¿Te gustaría ir a almorzar conmigo? — Hizo ese extraño gesto de juntar los dedos con inocencia. Sakura rodó los ojos.

—         No, gracias, Hinata. Comeré con Sakura-Chan, de hecho había ido por la comida, por eso no estaba con ella cuando llegaste — Sonrió mostrando las bolsas de compras.

«¿Acaso no piensa separarse de ella? ¡Tiene enfermeras y doctores que ya la cuidan!»  Renegó en su interior la ojiblanca.

—         E-Está bien, nos vemos luego, Naruto — Solo se despidió del chico antes de salir.

«¿Así de patética me veía yo con Sasuke» Pensó la pelirrosa.

Sacudió la cabeza apartando esos pensamientos, pensar en Sasuke le producía unos sentimientos que no lograba identificar. Era la primera vez en muchos días que se acordaba de él, todo era diferente, ya no sufría por su ausencia.

¿Y bien? — Centró su vista en el rubio.— ¿Qué vamos a comer

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¡Hola!
¡Ya séeeeeee! Ayer no actualicé. 😩
Este que estoy subiendo es que era de ayer y por la tarde subiré el que corresponde al día de hoy. ✋🏻

¡Los quiero¡ ꒰⑅ᵕ༚ᵕ꒱˖♡

Z.R. 🌸